Cultivos, entre superficie y napas

Los suelos no resistirían una precipitación mayor a 25 milímetros por la altura de las napas que se encuentran entre 50 centímetros y un metro, mientras los lotes se ven secos y los cultivos no terminan de estabilizarse. CASTELLANOS hace un repaso por el relevamiento del INTA Rafaela.


Por Elida Thiery - Este año será recordado como uno de los más complejos para la producción agropecuaria en nuestra región y en un territorio mucho más amplio. Las complicaciones del calor del verano, las lluvias excesivas del otoño y lo que nos depare el destino de aquí a ingresar a 2017 marcarán el hito final de un 2016 muy difícil.
Según un relevamiento del INTA Rafaela, con lluvias nulas en la región, salvo en un sector puntual del departamento San Martín, en el departamento Castellanos se realizaron mediciones de la profundidad del nivel freático, arrojando valores cercanos a la superficie entre 0,50 y 1,00 metro en la mayoría de los puntos de muestreo, mientras que en el sector sureste del mismo, los registros superaron el metro de profundidad. En la zona de Villa San José se observaron valores de profundidad por encima de los 2 metros.  
El agua útil en el perfil de suelos resultó adecuado (entre 120 y 180 mm) en el departamento Castellanos y San Jerónimo. Mientras que en Las Colonias, San Justo y San Cristóbal los registros de humedad fueron deficitarios (menores a 120 mm). En todos los sectores donde se realizó el muestreo, el cultivo se encontraba en etapas de macollaje. Por lo que el consumo de agua en los primeros 60 centímetros de profundidad, fue muy importante.
Diario CASTELLANOS dialogó con el Ing. Agr. Carlos Callaci, sobre el repaso productivo en toda la región, donde los habituales "manchones" de bajas napas y terrenos deprimidos siguen marcando un mapa donde se conocen las necesidades de escurrimiento e incluso la infraestructura que se aguarda.
Hablando de cultivos, lo que más llama la atención es el trigo, sobre el que se esperaba una campaña llamativa por mayor cobertura de lotes, pero sin los resultados esperados. "Se necesita agua para el trigo, porque los lotes que se sembraron antes de junio, cuando cayó una lluvia de entre 20 y 60 milímetros, están ralos, al menos es lo que se ve en el relevamiento que hacemos de manera constante en 24 lotes, de los cuales salvo tres o cuatro que están óptimos, al resto les falta, sobre todo en cuanto al stand de plantas que es lo que marca el stress hídrico. Por otra parte, los trigos que se sembraron después de esa lluvia no llegan con las raíces a las napas y también muestran necesidad de agua". Culminando las etapas de macollaje y comenzando la encañazón del cultivo, se registran problemas leves de mancha amarilla en todos los sectores y la presencia de pulgones de los cereales en departamentos como San Justo y San Jerónimo.
En cuanto al girasol, que es un cultivo más sufrido, ya se empezó la siembra y la cobertura de lotes "con humedad justa" y con una perspectiva de precios que ha empujado a los productores de la zona a volver a esta oleaginosa que permite liberar en los planteos mixtos más rápido los lotes, e incluso se puede optar por hacer silo, además del comercio tradicional, para complementar las necesidades de las explotaciones ganaderas.
Habiéndose conocido la estimación de 40 millones de toneladas para el maíz en la próxima campaña, por parte del INTA a nivel nacional, en la zona aún no se pudo avanzar con los lotes de primera sobre la fecha indicada por la falta de humedad en superficie, por lo tanto se cree que la mayor apuesta, ya sin retenciones, se dará en diciembre con los cultivos de segunda, casi al tiempo en el que llegue la soja.

Planteos ganaderos

"Para las pasturas hay también una oferta escasa de agua", dice el ex director de la Experimental Rafaela, refiriéndose a las pocas alfalfas que resistieron al embate de las inundaciones, quedando como plantas útiles. De acuerdo a lo visto la semana anterior, la mayoría de los lotes tiene un estado regular, al igual que los verdeos de invierno, que en algunos casos permiten ya varios pastoreos.
"La mayoría están raleadas y sin buena producción", explica Callaci, en tanto las pasturas implantadas posteriores a las lluvias de junio se encuentran en buen estado y con aceptable oferta forrajera, que recién ahora permiten dar oxígeno a los costos de alimentación.
Con el ánimo de los productores de leche muy deteriorado, el INTA sigue apuntando a trabajar con alternativas que colaboren a los manejos de eficiencia, costos y productividad, para poder compensar lo que fue la pérdida de litros y animales luego del otoño lluvioso, por lo tanto se da una "recuperación lenta, inferior a lo normal, como así también el estado corporal de los animales y la oferta forrajera", según consigna el informe, donde también se alude a actividades de cría e invernada ganadera con rangos inferiores de rendimiento, "el estado de los rodeos, en todos los sectores informados, es regular y con una lenta recuperación. La escasez de forraje continúa siendo un tema preocupante para el sector", se añade en el relevamiento.
En tanto, el sector apícola se encuentra con "colmenas en buen estado, pero con escasas reservas energéticas en el departamento San Cristóbal. El desarrollo de las mismas era lento debido a las bajas temperaturas y se daba inicio a la postura-nido de cría. En Castellanos, el estado también era bueno y se continuaba con la alimentación invernal", señalan.

Napas y lluvias

Retomando uno de los temas que preocupa más a los productores, las napas a tan poco de la superficie ponen un alerta importante para todas las producciones.
"No deberían existir problemas si pudiéramos tener un fin de año normal, teniendo en cuenta lluvias regulares y con buena distribución en cuanto a la caída de agua", explica Callaci, que reconoce que "hoy por hoy una precipitación de hasta 25 milímetros bien espaciados en toda una jornada podrían ser el impulso que necesitan todos los cultivos", sin embargo, será fundamental no tener excesos en los registros, porque a pesar de tener superficies secas en los lotes, la capacidad de absorción está totalmente colmada y precipitaciones de unos 60 milímetros ya podrían complicar muchísimo a la producción en general.
El hecho de controlar los niveles de las napas se transforma en algo fundamental para todos los productores, ya que además de atender a cuestiones vinculadas a las precipitaciones, también se pueden aprovechar las oportunidades de estas reservas, para conocer en qué momento los cultivos pueden llegar a aprovecharlas.
De todas maneras, según los promedios históricos, en el último trimestre del año se esperan unos 200 milímetros de precipitación.

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