Con la merma en el consumo a nivel general, la falta de hacienda se combina para generar una situación compleja para la industria sectorial. Hace dos semanas se conocía un informe de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales y el Ipcva, donde se remarcaba que sobre 39 plantas que tiene la provincia, hay diez sin operar, aún sin poder salir de la crisis iniciada en 2005 desde la nación y profundizada hacia 2010. En este marco, Santa Fe como la segunda provincia en cuanto existencias de rodeo, con 6,23 millones de cabezas y con una alta proporción en cuanto a recuperación de vientres, en contrapartida de los novillos, que cayeron 38 por ciento en cuatro años en toda la provincia, hoy Santa Fe tiene 21.390 establecimientos ganaderos, el 40,2% posee hasta 100 cabezas.
En este marco, más allá de las diez industrias paralizadas, el mayor inconveniente en este lapso intermedio hasta su recuperación, una de las mayores problemáticas planteadas ante la Provincia, días atrás fue la demora en el cobro de ayudas nacionales. Habiendo gestionado el Programa de Recuperación Productiva, en todos los casos, son solo dos los establecimientos que reciben esta ayuda que se otorga por seis meses para todo el personal, en casos de emergencia económica. De todas maneras, en ambos, no se perciben los 2.500 pesos por empleado, como está dispuesto, sino que los pagos son de mil pesos por cada uno, reduciendo la factibilidad de sostenimiento que estas familias precisan, según se lo advirtieron los empresarios al secretario del área dentro del Ministerio de la Producción, Marcelo Bargellini.
Además de una capacidad operativa muy amplia que no está aprovechada, los representantes del sector explicaron que están siendo muy afectados por las cargas impositivas a nivel nacional, e incluso la existencia de diferentes criterios en este sentido, en todo el territorio nacional y especialmente por otras provincias ganaderas, hacen que la competitividad se vea reducida, a pesar de la calidad de la materia prima santafesina.
Cabe destacar que los capitales de todas estas empresas nucleadas en Cafrisa son nacionales.
Bargellini remarcó que actualmente se trabaja con Cafrisa y con los productores "en un programa de mejoramiento de los niveles de destetes y de terneros logrados. Los estudios de consultores y de organizaciones de productores hoy indican que no necesitamos más vacas de las que tenemos sino que esas vacas produzcan más terneros y sobre esa línea vamos a trabajar". Sobre esto añadió que se analiza la estructuración de una línea de financiamiento y de apoyo en materia de extensión rural, además de gestionarse sellos de calidad con carnes provenientes de ambientes específicos, como carnes de pastizales o de algunas razas en particular.
El Secretario añadió que se tiende a dejar la comercialización de la media res, para avanzar a la venta por cortes y el desposte, para establecer mejoras hacia la exportación que puedan mejorar los valores en el mercado interno. En tanto, se están creando salas de faenas específicas habilitadas por la Agencia de Seguridad Alimentaria provincial que puedan abarcar bovinos, caprinos, ovinos y porcinos.
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