Será a través del trabajo de una empresa ya instalada en el Parque Tecnológico del Relleno Sanitarioy a través de la Ley Nacional sancionada, la ciudad tiene la oportunidad de tomar la delantera en esta necesidad medioambiental.
Por Elida Thiery - El avance de la agricultura tenía una materia pendiente en nuestro país, ligada a la disposición final de los envases que contienen agroquímicos.
En este marco, la semana anterior se sancionó la Ley, con 162 votos a favor y 13 en contra, en la Cámara de Diputados de la Nación, que venía siendo gestada desde el año anterior y con el apoyo del Ministerio de Agroindustria y diversos espacios políticos, se establece la responsabilidad extendida a los fabricantes, por lo cual las empresas que registran productos fitosanitarios en el mercado tendrán que hacerse cargo del destino de los envases que contienen sus productos. Claro que se obliga a los productores a entregar sus envases libres de producto (luego de realizarles el triple lavado) en los centros de acopio habilitados y promociona una serie de buenas prácticas.
A partir de esta legislación, se implementarán sistemas de recolección y lugares de destino de los recipientes; establece un régimen especial de tratamiento, para clasificarlos en dos líneas, los que pueden ser reciclados y los que irán a disposición final. En Argentina se consumen unos 17 millones de contenedores de fitosanitarios al año, de los cuales el 60 por ciento son de 20 litros, lo que representa 13 mil toneladas de plástico. Hasta este momento se recoge un 35%, implicando solamente unas 4.500 toneladas.
Por su parte, el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile declaró que "la sustentabilidad del ambiente es un eje central para nuestra gestión y es muy importante que se haya sancionado esta Ley, que le da certeza a la manipulación de los envases después de haber sido utilizados los productos que contenían". Esta normativa "permite mostrar que hay un compromiso social de todo el sector productivo y empresario para el cuidado del medio ambiente", agregó. La normativa conseguida avanza sobre la posibilidad de generar incentivos económicos para aquellos productores que cumplan con las formas de devolución de envases, pero a la vez sostiene que se "podrá condicionar la venta de fitosanitarios a aquellos usuarios que no realizaran su devolución". Se plantea una corresponsabilidad entre usuario y aplicador en cuanto al destino de los mismos y el cumplimiento del triple lavado que requieren luego del llenado de la maquinaria dispuesta para su uso, a la vez de entregarlos correctamente y en el transporte deseado en los centros de acopio que se dispongan en cada región.
En este marco, la semana anterior se sancionó la Ley, con 162 votos a favor y 13 en contra, en la Cámara de Diputados de la Nación, que venía siendo gestada desde el año anterior y con el apoyo del Ministerio de Agroindustria y diversos espacios políticos, se establece la responsabilidad extendida a los fabricantes, por lo cual las empresas que registran productos fitosanitarios en el mercado tendrán que hacerse cargo del destino de los envases que contienen sus productos. Claro que se obliga a los productores a entregar sus envases libres de producto (luego de realizarles el triple lavado) en los centros de acopio habilitados y promociona una serie de buenas prácticas.
A partir de esta legislación, se implementarán sistemas de recolección y lugares de destino de los recipientes; establece un régimen especial de tratamiento, para clasificarlos en dos líneas, los que pueden ser reciclados y los que irán a disposición final. En Argentina se consumen unos 17 millones de contenedores de fitosanitarios al año, de los cuales el 60 por ciento son de 20 litros, lo que representa 13 mil toneladas de plástico. Hasta este momento se recoge un 35%, implicando solamente unas 4.500 toneladas.
Por su parte, el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile declaró que "la sustentabilidad del ambiente es un eje central para nuestra gestión y es muy importante que se haya sancionado esta Ley, que le da certeza a la manipulación de los envases después de haber sido utilizados los productos que contenían". Esta normativa "permite mostrar que hay un compromiso social de todo el sector productivo y empresario para el cuidado del medio ambiente", agregó. La normativa conseguida avanza sobre la posibilidad de generar incentivos económicos para aquellos productores que cumplan con las formas de devolución de envases, pero a la vez sostiene que se "podrá condicionar la venta de fitosanitarios a aquellos usuarios que no realizaran su devolución". Se plantea una corresponsabilidad entre usuario y aplicador en cuanto al destino de los mismos y el cumplimiento del triple lavado que requieren luego del llenado de la maquinaria dispuesta para su uso, a la vez de entregarlos correctamente y en el transporte deseado en los centros de acopio que se dispongan en cada región.
En Rafaela
Esta novedad, de tener ya una Ley sancionada, aunque falta su reglamentación, es un alivio para el trabajo que desde 2011 se viene haciendo en la ciudad, como eje incluso de lo propuesto para la Provincia. En aquel momento, con la visita del ministro de Agricultura, Julián Domínguez se comprometía el aporte del 50 por ciento del costo de las instalaciones del espacio destinado al tratamiento de los envases, dinero que nunca llegó. Sin embargo, en el Relleno Sanitario de Rafaela existe un Parque Tecnológico, el espacio dispuesto para la reutilización de desechos, donde ya está instalada la empresa que se ocupará de los envases de fitosanitarios.
Gustavo Pieroni, el responsable de infraestructura y gerente del Parque, nos explicó que en 2014 la ciudad tomó la iniciativa de llamar a licitación para poder cubrir este servicio, que ahora tiene un marco legal para aplicar, a partir de tareas concretas dadas desde 2012.
"Al estar estos envases catalogados como residuos peligrosos, hay que tener un operador que lo trate, con el transporte indicado, para ser responsables todos de la disposición final de los mismos. Viendo que no había ningún espacio para esto en la zona y casi sin ningún lugar de este tipo en el país, tomamos la opción de armar un gran proyecto en Rafaela, en el cual participaron originalmente con la Municipalidad, la Sociedad Rural de Rafaela, el INTA, el INTI, Casafe, la UNL, el Colegio de Ingenieros, entre otros". El especialista habló del "desarrollo de un reactor para desactivar las moléculas que resultan de lo que queda en el envase después del triple lavado que tiene que hacer el productor en el campo y en la propia máquina, por eso toda esa agua es la que se iba a tratar con el reactor que desarrolla la Universidad Nacional del Litoral". Fue en aquel momento que con parte de los fondos aportados por el entonces Ministerio de Agricultura se construyó el galpón, al tiempo que la Ley de ese momento perdía estado parlamentario.
Según Marcos Corach, "la situación que se da hoy por hoy es el de muchos productores que venden los plásticos de los envases, sin tratamiento y es por eso que desde la Municipalidad modificamos el objeto original de la licitación que no solo abarcó a plásticos derivados de envases de agroquímicos, sino también para plásticos de uso diverso", sostuvo el Secretario de Innovación, Desarrollo y Relaciones Internacionales local.
Ante CASTELLANOS, Pieroni manifestó que la empresa Central Ambiental, con sede en Totoras y Buenos Aires, es la que ganó la licitación, la que ya está instalando en el predio la maquinaria para el tratamiento de los plásticos, desde hace unos días. Para poder hacer rentable el negocio, la firma comprará mucho plástico a las cooperativas que seleccionan residuos en el relleno, también llegarán materias primas de otros lugares y a esto se sumarán los resultantes de los envases mencionados.
Lo que se garantiza con todo este proceso es "la trazabilidad de esos plásticos que van a terminar vendiéndose como pellet, como pedazos muy pequeños, pero según su origen se les dará el destino correspondiente, ya que los de los envases de agroquímicos, por ejemplo, no puede terminar transformándose en juguetes".
La intención es que en un mes se empiece a trabajar, pero no utilizando un reactor sino a través de un tercero, dedicado al tratamiento de aguas que se hará periódicamente desde una pileta especial de contención. Además, la firma se encargará del transporte y costo de los bidones, debiendo comenzar una tarea de concientización individual pero también a través de entidades que nucleen a productores agropecuarios que utilicen estos productos.
En el Parque Tecnológico el espacio concesionado está licitado en esa parcela, para lo cual los privados tienen diez años de plazo, con opción de renovar por un período más, en similar lapso de tiempo, junto al sector de biocombustibles desde aceites vegetales o un biodigestor de residuos de tambo para resultar en gas metano, otra a futuro para residuos peligrosos, además de una para el tratamiento de caucho, restando aún un espacio a definirse. "Lo que se logra de esta manera es no enterrar más muchos desechos, por lo tanto utilizados como materia prima se obtendrán productos con valor agregado, con todas las condiciones para iniciar de inmediato los trabajos y de esta manera se alarga la vida útil del relleno, que es un recurso no renovable", concluyó el funcionario, destacando que se estima al momento un monto de inversión cercano a los 45 millones de pesos, entre todas las empresas que están ya en el Parque Tecnológico. Rafaela en este caso y con el avance que se tiene al momento, podrá liderar el proceso de tratamiento que se dispone ahora a nivel nacional.
Gustavo Pieroni, el responsable de infraestructura y gerente del Parque, nos explicó que en 2014 la ciudad tomó la iniciativa de llamar a licitación para poder cubrir este servicio, que ahora tiene un marco legal para aplicar, a partir de tareas concretas dadas desde 2012.
"Al estar estos envases catalogados como residuos peligrosos, hay que tener un operador que lo trate, con el transporte indicado, para ser responsables todos de la disposición final de los mismos. Viendo que no había ningún espacio para esto en la zona y casi sin ningún lugar de este tipo en el país, tomamos la opción de armar un gran proyecto en Rafaela, en el cual participaron originalmente con la Municipalidad, la Sociedad Rural de Rafaela, el INTA, el INTI, Casafe, la UNL, el Colegio de Ingenieros, entre otros". El especialista habló del "desarrollo de un reactor para desactivar las moléculas que resultan de lo que queda en el envase después del triple lavado que tiene que hacer el productor en el campo y en la propia máquina, por eso toda esa agua es la que se iba a tratar con el reactor que desarrolla la Universidad Nacional del Litoral". Fue en aquel momento que con parte de los fondos aportados por el entonces Ministerio de Agricultura se construyó el galpón, al tiempo que la Ley de ese momento perdía estado parlamentario.
Según Marcos Corach, "la situación que se da hoy por hoy es el de muchos productores que venden los plásticos de los envases, sin tratamiento y es por eso que desde la Municipalidad modificamos el objeto original de la licitación que no solo abarcó a plásticos derivados de envases de agroquímicos, sino también para plásticos de uso diverso", sostuvo el Secretario de Innovación, Desarrollo y Relaciones Internacionales local.
Ante CASTELLANOS, Pieroni manifestó que la empresa Central Ambiental, con sede en Totoras y Buenos Aires, es la que ganó la licitación, la que ya está instalando en el predio la maquinaria para el tratamiento de los plásticos, desde hace unos días. Para poder hacer rentable el negocio, la firma comprará mucho plástico a las cooperativas que seleccionan residuos en el relleno, también llegarán materias primas de otros lugares y a esto se sumarán los resultantes de los envases mencionados.
Lo que se garantiza con todo este proceso es "la trazabilidad de esos plásticos que van a terminar vendiéndose como pellet, como pedazos muy pequeños, pero según su origen se les dará el destino correspondiente, ya que los de los envases de agroquímicos, por ejemplo, no puede terminar transformándose en juguetes".
La intención es que en un mes se empiece a trabajar, pero no utilizando un reactor sino a través de un tercero, dedicado al tratamiento de aguas que se hará periódicamente desde una pileta especial de contención. Además, la firma se encargará del transporte y costo de los bidones, debiendo comenzar una tarea de concientización individual pero también a través de entidades que nucleen a productores agropecuarios que utilicen estos productos.
En el Parque Tecnológico el espacio concesionado está licitado en esa parcela, para lo cual los privados tienen diez años de plazo, con opción de renovar por un período más, en similar lapso de tiempo, junto al sector de biocombustibles desde aceites vegetales o un biodigestor de residuos de tambo para resultar en gas metano, otra a futuro para residuos peligrosos, además de una para el tratamiento de caucho, restando aún un espacio a definirse. "Lo que se logra de esta manera es no enterrar más muchos desechos, por lo tanto utilizados como materia prima se obtendrán productos con valor agregado, con todas las condiciones para iniciar de inmediato los trabajos y de esta manera se alarga la vida útil del relleno, que es un recurso no renovable", concluyó el funcionario, destacando que se estima al momento un monto de inversión cercano a los 45 millones de pesos, entre todas las empresas que están ya en el Parque Tecnológico. Rafaela en este caso y con el avance que se tiene al momento, podrá liderar el proceso de tratamiento que se dispone ahora a nivel nacional.
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