El año próximo no habrá baja de cinco puntos, sin embargo se decretará la reducción desde 2018 de 0,5 puntos mensuales hasta finales de 2019.
En los últimos meses, vamos acostumbrándonos a los adelantos de algunas políticas, al sondeo de opiniones a través de esta forma, pero también en el sector agropecuario la costumbre ya está puesta en la falta de cumplimiento de lineamientos de campaña.
Tantas veces hablamos de la atención supuesta a la lechería y luego la ausencia de medidas. Ahora es el turno de la agricultura. Si bien en diciembre se recortaron cinco puntos porcentuales a la quita impositiva anexa de la soja, dejándola en el 30 por ciento para todo 2016, el esquema estimado era de recortar en seis años el total de impuesto. Sin embargo, con los rumores de los últimos días, e incluso varios proyectos para reutilizar el dinero que iba a seguir ingresando al Estado por la oleaginosa, se iba pisando más en firme, sobre una más de las contradicciones entre la campaña y la realidad política.
Fue ayer por la tarde que ante los referentes de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias, el presidente de la Nación confirmara que durante 2017 la alícuota en cuestión no se iba a tocar.
Será así que durante un año más los productores de soja, al momento de vender sus granos, seguirán aportando un extra del 30 por ciento, cuando ya pensaban en el 25, lo cual no modificaría demasiado la apuesta al momento de llegar a la tierra con semillas en lo inmediato, pero sí en torno a la confianza.
Será entonces que para compensar este incumplimiento de palabra la Nación promete un punto de regalo para 2018. Será así que la soja exportada sufra recortes mensuales de 0,5 por ciento, desde el 30 de enero de 2018, hasta el 31 de diciembre de 2019. Por lo tanto, el mandato de Macri no terminará con retenciones al 15 por ciento, lo hará con 18 por ciento, una diferencia importante, teniendo en cuenta que en el decreto previsto, se hará llegar a un valor fijo del 18 por ciento.
Ayer, durante el acto, el Presidente de la Nación indicó, "vamos a proponer bajar lo que nos queda de retenciones que es la soja. Vamos a sacar un decreto en los próximos días, las retenciones van a bajar un 0,5 por mes desde el 30 enero del 2018 hasta el 31 de diciembre del 2019".
Quizá sea la mansedumbre de algunos dirigentes, la anuencia ante todo lo que se fue expresando, el acompañamiento porque sí y la falta de críticas desde algunos sectores, lo que hace derivar en esta decisión.
En CASTELLANOS remarcábamos hace días nomás la crítica de Confederaciones Rurales Argentinas, a través de su presidente, en la que se indicaba que "el sector agropecuario además de todos los impuestos que paga la gente común, pagaba las retenciones que eran un diferencial del tipo de cambio, es la soja la que conserva 30 puntos siendo así que los productores sojeros hoy siguen cobrando un dólar de diez pesos y pagan un dólar de 15, además de todo lo otro con lo que tiene que cumplir". Entonces, subyace en los productores la duda al respecto, porque en el pedido que hace siempre el mandatario de un mayor compromiso y apuesta por la producción, hay una parte del acuerdo tácito que no se desarrolla.
Tantas veces hablamos de la atención supuesta a la lechería y luego la ausencia de medidas. Ahora es el turno de la agricultura. Si bien en diciembre se recortaron cinco puntos porcentuales a la quita impositiva anexa de la soja, dejándola en el 30 por ciento para todo 2016, el esquema estimado era de recortar en seis años el total de impuesto. Sin embargo, con los rumores de los últimos días, e incluso varios proyectos para reutilizar el dinero que iba a seguir ingresando al Estado por la oleaginosa, se iba pisando más en firme, sobre una más de las contradicciones entre la campaña y la realidad política.
Fue ayer por la tarde que ante los referentes de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias, el presidente de la Nación confirmara que durante 2017 la alícuota en cuestión no se iba a tocar.
Será así que durante un año más los productores de soja, al momento de vender sus granos, seguirán aportando un extra del 30 por ciento, cuando ya pensaban en el 25, lo cual no modificaría demasiado la apuesta al momento de llegar a la tierra con semillas en lo inmediato, pero sí en torno a la confianza.
Será entonces que para compensar este incumplimiento de palabra la Nación promete un punto de regalo para 2018. Será así que la soja exportada sufra recortes mensuales de 0,5 por ciento, desde el 30 de enero de 2018, hasta el 31 de diciembre de 2019. Por lo tanto, el mandato de Macri no terminará con retenciones al 15 por ciento, lo hará con 18 por ciento, una diferencia importante, teniendo en cuenta que en el decreto previsto, se hará llegar a un valor fijo del 18 por ciento.
Ayer, durante el acto, el Presidente de la Nación indicó, "vamos a proponer bajar lo que nos queda de retenciones que es la soja. Vamos a sacar un decreto en los próximos días, las retenciones van a bajar un 0,5 por mes desde el 30 enero del 2018 hasta el 31 de diciembre del 2019".
Quizá sea la mansedumbre de algunos dirigentes, la anuencia ante todo lo que se fue expresando, el acompañamiento porque sí y la falta de críticas desde algunos sectores, lo que hace derivar en esta decisión.
En CASTELLANOS remarcábamos hace días nomás la crítica de Confederaciones Rurales Argentinas, a través de su presidente, en la que se indicaba que "el sector agropecuario además de todos los impuestos que paga la gente común, pagaba las retenciones que eran un diferencial del tipo de cambio, es la soja la que conserva 30 puntos siendo así que los productores sojeros hoy siguen cobrando un dólar de diez pesos y pagan un dólar de 15, además de todo lo otro con lo que tiene que cumplir". Entonces, subyace en los productores la duda al respecto, porque en el pedido que hace siempre el mandatario de un mayor compromiso y apuesta por la producción, hay una parte del acuerdo tácito que no se desarrolla.
Al norte
Además de esto, ayer Macri añadió en el encuentro, "queremos asistir, dentro del Plan Belgrano, a los productores de las provincias, un reembolso de cinco puntos de retenciones para que puedan paliar las asimetrías en los costos del transporte. Está avanzando muy bien la reparación de la línea del Belgrano Cargas, a la cual queremos sumar todas las demás en breve, todos sabemos que mientras más baje el costo más cerca puede llegar el productor del puerto".
En tanto, como si fuera otro resarcimiento, dijo, "tenemos economías regionales a las que aún les está costando y queremos ayudarlas para que tengan las herramientas de financiamiento como precio para alcanzar los mercados de exportación, sumado al compromiso para alcanzar limitaciones sanitarias y fitosanitarias. Hemos tenido problemas de acceso a los mercados", lo cual es lógico, por la falta de calidad en insumos, por ejemplo, derivados de la falta de cobertura de costos básicos. Lo que quiere la Nación es seguir trabajando para abrir nuevos mercados, "queremos duplicar la producción de alimentos. Lo estamos haciendo bien. Hemos vuelto a exportar trigo, carne, leche en polvo. Por suerte hay buena apertura a la Argentina".
En esas palabras hay algunas disonancias, porque por ejemplo, leche en polvo no se había dejado de exportar sino que la merma estaba dada por la falta de demanda global, por los bajos precios, e incluso por la falta de materia prima por causas climáticas en las principales cuencas nacionales.
El ahorro fiscal, que se había estimado en unos $ 15.000 millones el próximo año, se derivará a dar asistencia a los productores de las economías regionales, comenzando con los radicados en las diez provincias alcanzadas por el Plan Belgrano, e incluso dar asistencia al Senasa.
Fue Ricardo Buryaile el que detalló que el 1 de marzo de 2017 se reintegrará el cinco por ciento del impuesto a la exportación a los productores de Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del Estero, pasará de 30 a 25% y desde el 1 de enero de 2018 se sumarán al régimen de recorte gradual, hasta llegar al nivel de 18 por ciento.
Además, el 1 de enero de 2018 comenzará a aplicarse un cronograma general de reducción por mes en 0,5 puntos porcentuales de las retenciones para el resto de los exportadores de soja, se reglamentará por decreto, hasta llegar a un valor fijo de 18% en diciembre de 2019.
El ministro Ricardo Buryaile justificó la medida en la realidad social, y en que el impacto de las medidas que ha tomado el Gobierno, como la eliminación de todas las retenciones al agro, excluida la soja, con particularidad en las economías regionales. A partir de esto se decidió la creación de un Fondo de Fortalecimiento de Economías Regionales por $ 7.100 millones, "que favorecerá a productores de frutas, miel e incluso de leche", según dijo el Ministro de Agroindustria, pero sin mayores detalles, que encabezó el anuncio junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña y al titular del Plan Belgrano, José Cano.
En tanto, como si fuera otro resarcimiento, dijo, "tenemos economías regionales a las que aún les está costando y queremos ayudarlas para que tengan las herramientas de financiamiento como precio para alcanzar los mercados de exportación, sumado al compromiso para alcanzar limitaciones sanitarias y fitosanitarias. Hemos tenido problemas de acceso a los mercados", lo cual es lógico, por la falta de calidad en insumos, por ejemplo, derivados de la falta de cobertura de costos básicos. Lo que quiere la Nación es seguir trabajando para abrir nuevos mercados, "queremos duplicar la producción de alimentos. Lo estamos haciendo bien. Hemos vuelto a exportar trigo, carne, leche en polvo. Por suerte hay buena apertura a la Argentina".
En esas palabras hay algunas disonancias, porque por ejemplo, leche en polvo no se había dejado de exportar sino que la merma estaba dada por la falta de demanda global, por los bajos precios, e incluso por la falta de materia prima por causas climáticas en las principales cuencas nacionales.
El ahorro fiscal, que se había estimado en unos $ 15.000 millones el próximo año, se derivará a dar asistencia a los productores de las economías regionales, comenzando con los radicados en las diez provincias alcanzadas por el Plan Belgrano, e incluso dar asistencia al Senasa.
Fue Ricardo Buryaile el que detalló que el 1 de marzo de 2017 se reintegrará el cinco por ciento del impuesto a la exportación a los productores de Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del Estero, pasará de 30 a 25% y desde el 1 de enero de 2018 se sumarán al régimen de recorte gradual, hasta llegar al nivel de 18 por ciento.
Además, el 1 de enero de 2018 comenzará a aplicarse un cronograma general de reducción por mes en 0,5 puntos porcentuales de las retenciones para el resto de los exportadores de soja, se reglamentará por decreto, hasta llegar a un valor fijo de 18% en diciembre de 2019.
El ministro Ricardo Buryaile justificó la medida en la realidad social, y en que el impacto de las medidas que ha tomado el Gobierno, como la eliminación de todas las retenciones al agro, excluida la soja, con particularidad en las economías regionales. A partir de esto se decidió la creación de un Fondo de Fortalecimiento de Economías Regionales por $ 7.100 millones, "que favorecerá a productores de frutas, miel e incluso de leche", según dijo el Ministro de Agroindustria, pero sin mayores detalles, que encabezó el anuncio junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña y al titular del Plan Belgrano, José Cano.
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