OCTUBRE LLEVA YA SUPERADO SU PROMEDIO HISTÓRICO DE 80 MILÍMETROS, CON 130 ACTUALES EN LA REGIÓN
Por Elida Thiery - En la ciudad, los primeros rayos de sol hacen olvidar una noche de tormenta. Pero nada de esto sucede en el medio del campo.
Después de un fin de semana con precipitaciones que sumaron casi 60 milímetros, los productores esperaban que los pronósticos de más precipitaciones no se cumplieran, o al menos se espaciaran un poco más, sin embargo la naturaleza no regala nada e hizo su voluntad.
De lo que fuera una garúa el martes por la noche, con un cielo amenazante, terminó convirtiéndose en una lluvia de primavera, aunque sin la temperatura un poco más elevada. Ráfagas intensas y gran caída de agua, durante unas seis horas, depararon 35 nuevos milímetros en la medición tomada en las afueras de Rafaela y con ello un promedio similar en las localidades de la región, que resultan en campos que vuelven a anegarse y a tener los malos recuerdos del otoño.
A simple vista, durante la mañana de ayer no solo en los patios de la ciudad se veían los encharcamientos, sino que en los campos la cuestión era más compleja. Lotes sembrados y no, con grandes manchas de agua que se tomarán un tiempo de consideración en ser evaporadas y absorbidas, complementaron el panorama habitual de la zona.
Campos con rastrojos, que se alistaban para recibir a la campaña gruesa, deberán esperar un poco más y quizá modificar la voluntad de quienes pretenden tener una etapa de no tantas pérdidas. Claro que esto en el tambo tiene otro condimento, teniendo en cuenta el anegamiento de los caminos, las complicaciones para retirar la leche cruda, e incluso la elevación del nivel de stress en los animales, para su monótona cotidianeidad.
Diario CASTELLANOS quiso conocer de cerca los datos de la realidad productiva. El geólogo Rubén Tosolini del INTA Rafaela confirmó una abrupta suba del nivel de las napas en la región.
"Veníamos con bajantes del nivel freático parejo hasta el día 15 de octubre, dejando a 1,17 metros de proximidad a los niveles, pero de ahí en más empezamos a tener indicios de ascenso hasta este miércoles que las mediciones en el INTA nos indican que la napa está a 83 centímetros de la superficie", aseguró en cuanto a los controles constantes que se hacen en la Estación Experimental Agropecuaria local, pero que tienen una correlación directa con el comportamiento en el resto de los lotes productivos en la zona compartida.
Entre una altura elevada de napa y suelos colapsados ya para la absorción, los espejos de agua se multiplican. "En muchos lugares lo que estamos observando es que al tener niveles freáticos a 80 centímetros, existe una franja capilar en la que los poros están todos ocupados por el agua, que tienen una saturación total entre 40 y 50 centímetros más, con lo cual dan las condiciones que generan lotes con agua en superficie", explica el especialista que no duda que en muchos de los casos el paso de las horas vayan minimizando el fenómeno, pero no cabe duda que "la permanencia de agua a la vista en los lotes, habla de napas muy cercanas a la superficie".
Hay casos de lotes con cultivos finos que pudieron sacar de sus perfiles bastante humedad, hay otros que directamente esperan la gruesa y cultivos como la soja o el maíz, pero en todos los casos, cualquier acción demandará más tiempo del inicialmente creído. "La espera en cada caso, para trillar o sembrar, va a estar en función de la humedad que tenga el suelo, porque hay casos muy dispares, dependiendo mucho de cómo siga el clima en los próximos días, porque veníamos de días con tasas de evaporación muy altas, por lo tanto es factible que si hay una semana con una ventana de una semana de buen clima, muchos de los fenómenos se van a revertir, pero la napa va a seguir a una profundidad muy cercana y con eso, cualquier lluvia que escape a lo normal, algunas consecuencias nos va a traer". Se apunta así a los registros que superen los 20 milímetros, por ejemplo, para no tener casos de agua en superficie, e incluso altas temperaturas en lotes con trigo, que puedan derivar en casos de hongos, por ejemplo.
Tosolini remarca que desde el INTA ya se dieron más de una veintena de charlas sobre anegamientos en toda la región, e incluso se pone mucho énfasis en la difusión de una acción simple y fundamental como es la medición en cada campo del nivel freático, como uno de los deberes fundamentales que tiene cada productor.
De todas maneras, la herencia de abril no está curada, las obras no se hicieron, tampoco se habían hecho años atrás, con cuatro emergencias consecutivas, pero se debe entender de una vez por todas que este, el de los excesos hídricos es un tema de todos, del productor a la nación, pasando por comunas, municipios y por la provincia. Las acciones tienen que llegar, a pesar de pronósticos de temporada alentadores, a pesar de nuevas precipitaciones que podrían llegar en menos de una semana, porque es fundamental reflexionar sobre los 130 milímetros que ya han caído en la región, por sobre un promedio de 80 en los registros históricos.
Si el alerta no se recibe, si no se decide sobre esto, el verano llegará sin recuperaciones, arribará con los retrocesos de un caso repetido que no se comprende.
Después de un fin de semana con precipitaciones que sumaron casi 60 milímetros, los productores esperaban que los pronósticos de más precipitaciones no se cumplieran, o al menos se espaciaran un poco más, sin embargo la naturaleza no regala nada e hizo su voluntad.
De lo que fuera una garúa el martes por la noche, con un cielo amenazante, terminó convirtiéndose en una lluvia de primavera, aunque sin la temperatura un poco más elevada. Ráfagas intensas y gran caída de agua, durante unas seis horas, depararon 35 nuevos milímetros en la medición tomada en las afueras de Rafaela y con ello un promedio similar en las localidades de la región, que resultan en campos que vuelven a anegarse y a tener los malos recuerdos del otoño.
A simple vista, durante la mañana de ayer no solo en los patios de la ciudad se veían los encharcamientos, sino que en los campos la cuestión era más compleja. Lotes sembrados y no, con grandes manchas de agua que se tomarán un tiempo de consideración en ser evaporadas y absorbidas, complementaron el panorama habitual de la zona.
Campos con rastrojos, que se alistaban para recibir a la campaña gruesa, deberán esperar un poco más y quizá modificar la voluntad de quienes pretenden tener una etapa de no tantas pérdidas. Claro que esto en el tambo tiene otro condimento, teniendo en cuenta el anegamiento de los caminos, las complicaciones para retirar la leche cruda, e incluso la elevación del nivel de stress en los animales, para su monótona cotidianeidad.
Diario CASTELLANOS quiso conocer de cerca los datos de la realidad productiva. El geólogo Rubén Tosolini del INTA Rafaela confirmó una abrupta suba del nivel de las napas en la región.
"Veníamos con bajantes del nivel freático parejo hasta el día 15 de octubre, dejando a 1,17 metros de proximidad a los niveles, pero de ahí en más empezamos a tener indicios de ascenso hasta este miércoles que las mediciones en el INTA nos indican que la napa está a 83 centímetros de la superficie", aseguró en cuanto a los controles constantes que se hacen en la Estación Experimental Agropecuaria local, pero que tienen una correlación directa con el comportamiento en el resto de los lotes productivos en la zona compartida.
Entre una altura elevada de napa y suelos colapsados ya para la absorción, los espejos de agua se multiplican. "En muchos lugares lo que estamos observando es que al tener niveles freáticos a 80 centímetros, existe una franja capilar en la que los poros están todos ocupados por el agua, que tienen una saturación total entre 40 y 50 centímetros más, con lo cual dan las condiciones que generan lotes con agua en superficie", explica el especialista que no duda que en muchos de los casos el paso de las horas vayan minimizando el fenómeno, pero no cabe duda que "la permanencia de agua a la vista en los lotes, habla de napas muy cercanas a la superficie".
Hay casos de lotes con cultivos finos que pudieron sacar de sus perfiles bastante humedad, hay otros que directamente esperan la gruesa y cultivos como la soja o el maíz, pero en todos los casos, cualquier acción demandará más tiempo del inicialmente creído. "La espera en cada caso, para trillar o sembrar, va a estar en función de la humedad que tenga el suelo, porque hay casos muy dispares, dependiendo mucho de cómo siga el clima en los próximos días, porque veníamos de días con tasas de evaporación muy altas, por lo tanto es factible que si hay una semana con una ventana de una semana de buen clima, muchos de los fenómenos se van a revertir, pero la napa va a seguir a una profundidad muy cercana y con eso, cualquier lluvia que escape a lo normal, algunas consecuencias nos va a traer". Se apunta así a los registros que superen los 20 milímetros, por ejemplo, para no tener casos de agua en superficie, e incluso altas temperaturas en lotes con trigo, que puedan derivar en casos de hongos, por ejemplo.
Tosolini remarca que desde el INTA ya se dieron más de una veintena de charlas sobre anegamientos en toda la región, e incluso se pone mucho énfasis en la difusión de una acción simple y fundamental como es la medición en cada campo del nivel freático, como uno de los deberes fundamentales que tiene cada productor.
De todas maneras, la herencia de abril no está curada, las obras no se hicieron, tampoco se habían hecho años atrás, con cuatro emergencias consecutivas, pero se debe entender de una vez por todas que este, el de los excesos hídricos es un tema de todos, del productor a la nación, pasando por comunas, municipios y por la provincia. Las acciones tienen que llegar, a pesar de pronósticos de temporada alentadores, a pesar de nuevas precipitaciones que podrían llegar en menos de una semana, porque es fundamental reflexionar sobre los 130 milímetros que ya han caído en la región, por sobre un promedio de 80 en los registros históricos.
Si el alerta no se recibe, si no se decide sobre esto, el verano llegará sin recuperaciones, arribará con los retrocesos de un caso repetido que no se comprende.
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