Trump y las materias primas

Por Elida Thiery. Tal como nos sorprendimos en la madrugada del miércoles con los resultados de las elecciones que indirectamente definieron al futuro presidente de Estados Unidos, el mismo impacto lo tuvieron los mercados financieros y los que aportan cifras a las principales materias primas a nivel global.
El primer impacto en los commodities, que son 31 repartidos en categorías como metales, energías, granos, carnes y suaves, fue negativo con bajas, no tan drásticas, pero sí notorias, las cuales podrían durar varios días.
Aunque la volatilidad es la palabra más utilizada y será algo con lo que habrá que convivir hasta la asunción de esta nueva figura que se instala en la política, desde el lugar más preponderante a nivel global, se entiende que habrá pautas que puedan ir acomodando variables como las del oro, el petróleo y el carbón.
Existen dudas sobre la continuidad de acuerdos comerciales con China, por ejemplo, pero no se habla de altos riesgos en cuanto a lo dado con Chile desde hace años. Los objetivos centrales de lo que será una gestión de cuatro años están claras y es Méjico uno de los más preocupados, no solo por un muro, sino por la recuperación de empresas estadounidenses allí radicadas. Para Argentina, los mayores temores están puestos en los recientes acuerdos sobre carnes y limones, e incluso algo sobre quesos, sin embargo no se presume ya la caída de estos reingresos en ese mercado.
Si bien no hay datos de un futuro gabinete, lineamientos claros, se entiende esta primera reacción con la baja de precios en las materias primas. De todas maneras, la realidad no será la misma para el petróleo que para los granos.
Con una soja sostenida se supone que la línea de comportamiento económico siga en estos términos, al menos así lo mostraron ayer los futuros en Chicago, pero también en Rotterdam o el mismísimo mercado de Rosario.
No es menor que el voto rural, en los condados de mayor relevancia en este sentido en los estados del centro estadounidense hayan apoyado la propuesta republicana, encontrando en ella un sustento de importancia hacia adelante, tanto en la producción de alimentos, como en su industrialización, pero también en el entorno vinculado al campo.
Sin descartar subsidios, la idea nacionalista hará fuerte a una nación que está normalizada, aunque con un crecimiento ínfimo, de todas maneras el impacto en los mercados será según la demanda internacional que no va a colapsar con este resultado.
En casos como la leche, que tiene hoy en Estados Unidos su mayor fortaleza, la consecuencia se podrá medir la semana entrante con la cotización de los lácteos desde Nueva Zelandia. El tiempo hará correr la línea de realidad necesaria para tener certezas en lo que será ya un 2017 diferente, con otro orden mundial, incluso desde la Argentina, que tendrá un recorrido más concreto de este Gobierno y encarará campañas electorales legislativas que modificarán actitudes generales.
De todas maneras, como el futuro señor Presidente de Estados Unidos, entre emprendedor exitoso, millonario caprichoso y personalidad cuestionadísima aflojó el tono en su primer mensaje luego de conocer los resultados, también se puede esperar que no sea tan drástico como en campaña y se deje despeinar por la realidad, respetando la línea de comportamiento americano, tal como lo hiciera el conductor televisivo Jimmy Fallon hace algunas semanas.
No todo es tan dramático y con un personaje como este al mando, hasta quizás pueda tener algunos detalles hilarantes. Que sea para bien.

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