La región padeció una cola de tornado, granizo y más lluvias

Marini y Fidela, en el centro-oeste santafesino, se llevaron la peor parte, en la tarde de ayer.


Por Elida Thiery - Casi 40 milímetros cayeron ayer después del mediodía en Rafaela, colmando algunos desagües por momentos, pero sin mayores inconvenientes. Sin embargo, en la región, sobre todo hacia el oeste del Departamento Castellanos la situación no fue sencilla.
En todo el sector anegado desde el domingo pasado, más lo acontecido a mediados de la semana, se añadieron un promedio de 60 milímetros que volvieron a cubrir calles de algunos pueblos, como Ramona, que ya se habían empezado a desagotar en la zona urbana.
Casos como el de Saguier, San Antonio, que todavía se mostraban complicados, desde la tarde de ayer vieron crecer más aún el caudal, incluso dentro de muchas viviendas, retornando incluso un nivel mayor en los caminos de campo.
A este cuadro calamitoso con el que comenzó el año, fue el sector de Fidela y Marini el que se llevó la parte más compleja, con lo que se informó desde Defensa Civil de la Provincia, e incluso ya comenzó a hacerse el relevamiento desde la EPE. Lo cierto es que con una intensa precipitación en unos 50 minutos, además de nuevas inundaciones, tuvo el acompañamiento de granizo y lo que se termió evaluando como una cola de tornado, con vientos muy intensos que dejaron a las localidades sin energía eléctrica, por la caída de múltiples postes, en la zona rural y urbana.
Del mismo modo, Tostado y Vera también sufrieron el mismo fenómeno y ya se trabaja en el restablecimiento de los servicios, habiéndose anunciado ya un trabajo más intenso con las cuadrillas desde primera hora de este lunes.
Toda la estructura provincial intenta dar respuestas a estos sucesivos fenómenos, mientras se aguarda la posibilidad para poder empezar a movilizar maquinaria en caminos rurales y canales.
En el mismo sentido, esta semana será momento de cumplir con la firma del Decreto de extensión por 180 días de la emergencia agropecuaria en casi todo el territorio provincial, por parte del gobernador Lifschitz, para avanzar en la homologación nacional de lo que ya había vencido el 31 de diciembre.
Según pudo saber CASTELLANOS, ya se está gestionando un sistema de ayuda excepcional para los 900 tambos que están transitando esta situación de desastre, 600 de los cuales están en nuestro departamento y el resto se reparten en la franja central provincial. La intención es poder gestionar a la vez una ayuda excepcional, no a modo de crédito, sino para poder compensar las sucesivas pérdidas, la baja del 40 por ciento en la producción de materia prima, con lo cual se recorta en más de 1,2 millón de litros diarios la entrega de leche cruda.
De todas maneras, a nivel nacional el conocimiento de lo que está sucediendo en esta parte del país es muy escueto, la falta de presencias, e incluso declaraciones de los principales funcionarios da a entender que existe cierto desinterés, mientras avanza la venta de animales de tambo para faena, la intención de cierre de explotaciones, e incluso las pérdidas absolutas de lotes con diferentes tipos de granos, de la campaña gruesa. Hoy cuando amanezca se tendrá una nueva perspectiva sobre el nuevo fenómeno y con ello, se mensurará nuevamente el esquema de necesidades, pérdidas y reconfiguración de obras.

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