Siguen las lluvias y la pesadilla productiva de 2017 se prolonga

Nuevas precipitaciones hicieron crecer los anegamientos en campos, caminos y pueblos del centro-oeste santafesino y llegarían a mil los tambos afectados. Ya se analizan más estrategias de ayuda.


Por Elida Thiery - La sensación es la de esas pesadillas repetitivas, las que no te dejan casi respirar. Detras de una tormenta otra y más pronósticos de agua que hacen que los sentimientos sean cada vez más angustiantes.
En el campo santafesino se vive así hace tres semanas.
Desde la Nochebuena la lluvia no deja de estar presente, los anegamientos crecen cada día y las pérdidas se multiplican con las horas.
Ayer por la mañana, mientras llovía en nuestra región, parte del Gabinete provincial actualizaba los datos de lo ocurrido el fin de semana en esta franja de la provincia y horas después en el Ministerio de la Producción ocurría algo similar, teniendo en cuenta que con nuevas precipitaciones, todas las cifras relevadas la semana anterior deberán ser recontempladas, sobre todo, por las lluvias que comenzaron a ocurrir más al norte en el mapa, afectando localidades como Vera y San Justo, con diferentes intensidades.
De los fuertes vientos que levantaron techos el domingo, en la zona de Marini y Fidela, a más registros importantes de lluvia, que están cerca de los 500 milímetros en menos de tres semanas (476 mm. en Rafaela), al momento se tiran números de pérdidas económicas, pero nada está calculado con precisión. Lo que sí se sabe es que de los 900 tambos que anticipaba CASTELLANOS en su edición del viernes que estaban afectados por la inundación, los últimos fenómenos harían crecer ese número hasta una cifra cercana a los mil. Los años de pérdidas constantes, la falta de impulso de políticas lecheras a un año de la firma del acuerdo de Venado Tuerto, las confusiones nacionales respecto a las necesidades y alternativas del sector, todo hace que la provincia entienda que sin una ayuda importante y extraordinaria por fuera de la emergencia, el sector va a caer y como nunca antes.
Hay ideas, números y valores contemplados que deben ser debatidos en detalle, en un intercambio interno que recién comienza, pero en el que sin dudas debe intervenir la Nación, que parece desentendida de estos temas, con un Ministro Buryaile visitando La Pampa, toda quemada y remarcando que se va a ayudar. Ojalá que no sea como lo que se dijo en abril pasado, en la anterior inundación en Rafaela, que no terminó de llegar nada concreto. Esto sucede luego del silencio de la semana anterior, pero con una presencia en la mesa de Mirtha Legrand, el sábado por la noche, que dejó mucho que desear al explicar la situación de la crisis lechera.
Emergencia, más auxilio extraordinario es lo que hay que poner en marcha, pero sobre todo las máquinas, ni bien baje el agua, porque la deuda política se paga de esa manera, cumpliendo con lo que tantas veces se dijo. Sin canales y obras hidráulicas adecuadas, esta circunstancia va a ser repetitiva y los pendientes tienen nombres y apellidos, de quienes siguen merodeando en cargos, ilesos e indemnes, mientras la producción es la que tiene que luchar para poder seguir sacando la cabeza afuera del agua. Si esto no se entiende rápido, no será posible superarlo.
Aún no sabe cuando, pero en algún momento llegará el Subsecretario de Lechería de la Nación a esta zona, pero en la jornada de hoy visitará Porteña y Arroyo Cabral. En tanto, durante este mediodía estará en el INTA Rafaela el presidente a nivel nacional de la entidad, visitando el tambo robotizado, pero a la vez evaluando la situación que rige y afecta a la actividad insignia.

Demasiado tibios

En tanto, salvo dirigentes zonales, las entidades agropecuarias están ausentes en el acompañamiento de sus productores. Tristemente calladas, protegiendo ciertos intereses.
El titular de la Sociedad Rural Argentina, Luis Etchevehere es consultado por grandes medios, como si tuviera agua en su campo, mientras la realidad es otra. Falta consistencia en la dirigencia gremial agropecuaria, fue el problema de envalentonarse con el cambio de Gobierno y dejar de ver el transcurso de la realidad y las carencias que se seguían dejando de lado.
Deben alzarse las voces, pner en claro qué no se hizo, dejar de hacer lugar a los oportunistas que empiezan a trotar en un año de campaña electoral y poner de relieve las necesidades de un sector que tan golpeado, pondrá en riesgo no solo a las provincias en emergencia, sino a toda la economía nacional. Más aún si se cumplen los pronósticos de insesantes temporales, en un verano que ya es para el olvido, pero que no nos deja cerrar los ojos con calma y esperar que amaine, sino todo lo contrario, con alertas constantes y preocupaciones crecientes.

Senasa agiliza

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) facilita los movimientos de hacienda en las zonas de las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro afectadas por incendios y de Santa Fe y Córdoba que sufren inundaciones. En estas, además, efectúa recomendaciones para prevenir enfermedades zoonóticas.
El organismo adecuó, rápidamente, la aplicación de sus normativas y autorizó realizar movimientos de hacienda bovina desde los establecimientos afectados, exceptuando requisitos sanitarios tales como: vacunación de brucelosis bovina en terneras, revacunación antiaftosa de las categorías menores (terneros/terneras primo-vacunados), vacunación de egreso a categorías mayores con destino a otras estrategias, serología negativa a brucelosis bovina en reproductores mayores de 18 meses.

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