Santa Fe no esperará a la Nación para activar la ayuda a tamberos

FALTAN RESPUESTAS SOBRE EL PRÉSTAMO DE 250 MILLONES QUE COMPROMETIÓ BURYAILE


Por Elida Thiery - La historia reciente de la lechería argentina indica que desde el inicio de este Siglo, jamás el sector encontró su rumbo. Falta de renta, inexistencia de políticas, desaciertos, malas intenciones, hubo de todo en el camino de la anterior y de la actual gestión a nivel nacional, que en definitiva es la responsable de comandar al segmento en sus líneas directrices. Más allá de debatir punto por punto, en este arrastre lo concreto es que hoy el sector está muy deteriorado. Desde productores inundados, a industrias en quiebra, con todo el arrastre del caso, se precisa una mirada mucho más contemplativa que la de soñar con la robotización del sector primario, de planificar diversificación de mercados que aún no están concretados, e incluso hablar de valores que todavía están lejos de cubrir los costos.
Lo que hoy se necesita es un toque de realidad y una ayuda concreta para que quienes se están por ir de la producción, resistan, una vez más. Para los que ya se fueron, en la inundación de abril, o en esta, ya es demasiado tarde.
Desde el reciente fenómeno climático, CASTELLANOS viene anticipando que la Provincia está decidida a activar ayudas excepcionales, porque sabe del impacto que tiene esto en lo social y económico. No solo es lo que se deja de producir, calculado en un promedio de 1,8 millón de litros de leche cruda diaria menos en caudal total, sino lo que traerá aparejado esto a lo largo del año, con falta de movimiento comercial, éxodo de los pueblos, e incluso merma absoluta en la recaudación impositiva.
Es por esto que de una cifra inicial más abultada, quedó en unos 400 millones de pesos la necesidad de auxilio, de los cuales serán 150 los aportados por Santa Fe en lo inmediato. Mientras tanto, la Nación sigue pensando si ayuda o no, en los tiempos que ni siquiera agiliza la próxima campaña electoral, tal como sucediera en 2016, con una ínfima cifra para intentar salvar a miles de productores. Fue Ricardo Buryaile, muy ocupado en su futura candidatura al Congreso Nacional, el que ya vio vencer el plazo por el mismo autoimpuesto de diez días, hace ya dos semanas, para poder dar una respuesta sobre los 250 millones que la Nación le prestaría a Santa Fe. Un préstamo, no un aporte, ni siquiera en parte. La respuesta no llega y los tamberos siguen padeciendo, incluso hasta este fin de semana con lluvias de hasta 65 milímetros en el oeste del departamento Castellanos.
Ayer, a su paso por Rafaela el Gobernador fue muy claro. Más allá de confirmar el avance de los proyectos para las obras hídricas, indicó ayer "hay un compromiso del Ministro de Agroindustria de darnos un préstamo de 250 millones, para que con otros 150 que va a aportar la provincia podamos hacer un fondo de 400, para darle asistencia directa, no a través de bancos, a más de 1.200 tamberos del Departamento Castellanos. A los productores quiero llevarles la tranquilidad que aunque no llegue ese dinero, o se demore, vamos a arrancar en estos días con la parte que le corresponde a la provincia", admitiendo que "no queremos demorarnos más, asumimos un compromiso con los productores y sabemos que los tamberos que están inundados no pueden esperar más. La próxima semana vamos a poner en marcha esa operatoria y espero que en los próximos días recibamos el aporte de la Nación".
Santa Fe apura sus propios plazos, pero no logra convencer a la administración nacional de la urgencia de quienes perdieron dos veces consecutivas todo su trabajo. ¿Será tan complejo de entender esto o solo las ayudas inmediatas se orientaron a quienes sufrieron los incendios, mientras aquí el agua castigaba?.
Quedan unos días para activar una suerte de fideicomiso que se podrá devolver con un año de gracia y a una tasa bajísima de un dígito. Quien lo pueda tomar, tendrá una nueva oportunidad. Ojalá la política acompañe, en su más amplio espectro.

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