Intentando reacomodarse, pero sin evitar trascendidos que dañan el proceso, la cooperativa continúa en medio de una crisis con componentes propios, nacionales e incluso internacionales.
Por Elida Thiery – De repente muchos analistas se hicieron
especialistas en la problemática de la lechería, aunque están muy lejos de
acertar en las interpretaciones, tantos otros hablan de SanCor sólo sabiendo
que es una marca de productos lácteos y entre tanto, los detractores de la
mayor cooperativa argentina aprovechan para sacar rédito, o directamente,
perjudicar aún más a esta empresa que inició un camino de reestructuración.
Desde adentro de la láctea se filtran datos y también es el
propio Gobierno Nacional el que deja trascender detalles de reuniones clave en
el camino de la consecución de un ajuste, para así poder brindar un aval en la
búsqueda de un crédito internacional que pueda sustentar el caso, en medio de
la crisis internacional lechera y tantos otros arrastres de errores políticos
en cuanto al sector y medidas que aún se prolongan. En concreto, la información
que trasciende a veces es incompleta y preocupa más de lo que debería.
En los últimos días de la semana anterior una captura de
pantalla de un correo electrónico interno comenzó a circular en ciertos
círculos la imagen en la que se advertía que desde hoy se libraba de la jornada
laboral a varios sectores, ya sin contar como licencia esto. Lo real es que de
esta manera se comunicaba de manera interna que se extendían las situaciones
laborales vigentes, entendiéndose esto como que quienes estaban con algún
régimen de descanso no electivo, seguirían en esa situación, por la cual
perciben el 75 por ciento de los sueldos. Esto se genera por los motivos
económicos de la cooperativa ya conocidos y que se vienen trabajando hace
mucho, antes que esto llegue a los medios de difusión masiva nacional, pero que
se agravó con la crisis climática y los excesos hídricos que redujeron la
producción de materia prima, en la cuenca central.
Con el aval del gremio lechero en este tipo de medidas,
SanCor intenta ordenar todos sus segmentos y cifras para avanzar los más rápido
posible en la consecución de una línea económica de auxilio que permita una
salida los más sana posible de una historia repetida de dificultuades, donde
los motivos estructurales son fundamentales, pero también la herencia compleja
de sucesivas administraciones irregulares.
Aun no se entregó ni un solo telegrama de despido, a pesar
que se sabe que a esa situación se va a arribar a partir de la segunda mitad
del año, tema en el que el exceso de personal tiene relación directa con las
exigencias anteriores de la gremial, que hoy fueron reconsideradas.
Claro que esta senda es para poder sostener a una estructura
original cooperativa y no puede venderse una empresa de estas características
si no se llega a una convocatoria de acreedores y al decreto de una quiebra,
para la cual pareciera no haber juez dispuesto a poner su apellido en eso. Si
hay alguna venta, será sobre alguna línea de producto específico, como ya se
hiciera tantas otras veces y de la forma más reciente el año anterior, con el
segmento de frescos que quedara en manos de Vicentín, en su primera incursión
en el negocio lechero.
Son muchos los que hablan, son más los que “chusmean”, son
pocos los que saben y los que realmente trabajan para que esta situación se
encamine, tratando de eludir todo tipo de intereses, siempre presentes y tan
influyentes.
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