Mientras se espera la llegada de los 250 millones para los
tamberos inundados hace más de diez meses, repasamos los aportes ínfimos del
año anterior que totalizan las ayudas para una provincia en completa situación de desastre durante más de cuatro campañas consecutivas.
Por Elida Thiery - ¿Habrá algo
más importante que una ayuda en un momento de debilidad? Aplicado a cualquier
ejemplo, este gesto es fundamental, pero recayendo en las falsas promesas o los
salvavidas pinchados, ese auxilio hunde más a aquel que tanta necesidad
demostró.
Este es el juego que emplea la Nación, no sólo con Santa Fe. En la
gestión vigente las declaraciones nacionales de emergencia salen fácil, luego
que las provincias activan su pedido, la Nación apura la declaración, pero
aletarga las ayudas económicas.
Era abril de 2016, el corazón santafesino se tapaba de agua, llegaba el
Presidente de la Nación a Rafaela, estimaba ayudas hasta para las escuelas
rurales y nada de eso se concretó efectivamente. Luego, hace una año, una manga
de granizo arrasaba a lo ancho del territorio provincial, se hablaba de
erogaciones de aquel y de este presupuesto vigente de la emergencia
agropecuaria. Nada llegó.
Concretamente hoy, a diez meses de la última promesa de colaboración
por las inundaciones de enero, la Nación se resiste a entregar el dinero que
Santa Fe deberá devolver. Son 250 millones destinados al auxilio de 1.300
tamberos, a los que en los últimos meses se añadieron otros 300, surgidos de
400 millones en total, para los que la provincia fue adelantando pagos.
Buryaile se están yendo, porque asumiría el 21 de noviembre el sucesor Luis
Etchvehere en Agroindustria, pareciendo que las gestiones deberían volver a
retomarse ante la nueva gestión. Primero la excusa fue no tener de dónde sacar
el dinero, para eso se reflotó el Fondagro, ahora el tema es querer una
rendición de lo que van a ser algún día cinco pagos de 50 millones. El dinero
no llega, los tamberos siguen padeciendo en la espera.
Algún funcionario sugiere que ayudas anteriores a Santa Fe recayeron en
otros destinos, sin embargo los aportes nacionales fueron escasísimos teniendo en cuenta que en 2015 se extendieron
los plazos y terminaron superponiéndose las declaraciones para 2016, que se
asemejaron a las de 2017, en todo el territorio provincial, con excepción del
departamento Nueve de Julio.
Tomemos a estos últimos dos años. Una provincia en emergencia, con
paralización de pueblos e incluso ciudades, miles de toneladas de granos
perdidos, una producción lechera contraída por millones de litros, tambos
liquidados, concentración de actividades y sólo 55 millones entregados por el
Poder Ejecutivo Nacional. El Fondo de Emergencia Agropecuaria que seguirá siendo
de 500 millones de pesos durante 23018, según el proyecto del Presupuesto
Nacional, otorgó en 2016 55 millones de pesos a la provincia de Santa Fe.
Este es uno de los motivos del malhumor para negociar otras deudas,
incluso entre el Gobernador y el Presidente. Mucho aporte, mucha necesidad,
ínfima ayuda.
Vamos al detalle de 2016. De la siguiente manera se gastaron los únicos
55 millones recibidos.
Todos por emergencia recibieron 40 millones los productores lecheros
(Dec. 1566/16); cuatro millones los productores de carne (Dec.1566/16); tres
millones para los productores apícolas (Dec. 1566/16); 1,5 millones los
porcicultores nucleados en la Fundación Campo Rural Santafesino (Resol.636/16).
Fueron 3,5 millones para los horticultores y pequeños productores agropecuarios,
pymes y pequeños comercios del sector ADER (1,5 para frutilleros, un millón
para productores de zanahorias y 1,5 millones como capital de trabajo pyme).
Además, 2.480.000 millones según la resolución 1077/16 para la compra
de herramientas de pesca de seis cooperativas del rubro. Por la resolución
1207/16 se adquirieron insumos , hubo reparaciones y se contrataron servicios
de tres asociaciones de pescadores más, por 340 mil pesos. Finalmente por 120
mil pesos se adquirieron insumos y servicios propios de la Cooperativa de
Trabajo Fisherton Pueblo Esther Ltda.
Si el problema es la rendición de cada cuota de 50 millones que
supuestamente llegaría antes de fin de año, no parece ser un inconveniente
mayor para la combinación de los ministerios de Producción y Economía santafesinos,
quizá el conflicto esté en no seguir estirando el enfrentamiento político, que
se antepone a las necesidades de la gente y embarra más un terreno muy
conflictuado.
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