La Nación no entrega ayuda a tamberos santafesinos pero ofrece otros créditos

La promesa del saliente ministro Buryaile aún no se efectiviza ni en los cinco pagos de 50 millones acordados, que deberán ser devueltos por Santa Fe, lo antes posible, de todas maneras, ya se ilusiona el Ejecutivo en prestar a través del Nación y así utilizar una nueva herramienta presentada esta semana.


Por Elida Thiery – Miércoles por la tarde en la ciudad de Santa Fe, una vez más el Ministro de Economía de la provincia de Santa Fe confirma que el dinero de la Nación no llegó. Gonzalo Saglione no se refiere al cúmulo de la coparticipación adeudado y avalado por la Corte Suprema de Justicia, sino a los 250 millones prometidos en enero para los tamberos inundados. Una provincia que comenzó a adelantar más fondos de los que inicialmente había comprometido, hace pocas semanas y como anticipábamos aquí cedió recibir los valores en cinco cuotas de 50 pesos, sin embargo, aún no hay desembolso.
La confirmación de la deuda pendiente a la que accedimos casi que se desvanece como noticia, pero no así como información, si se contemplan otras variables que se tiran a la hora de intentar armar una política lechera nacional. Claro que del mismo monto para SanCor, tampoco se sabe nada.
El martes por la tarde en la sede del Ministerio de Agroindustria de la Nación, productores e industriales estuvieron en un encuentro más, camino a conformar una Mesa Lechera, que a principios de diciembre se reúna con Mauricio Macri para tratar de encaminar alguna decisión para el sector que lo único que ganó en estos casi dos años, fue más disponibilidad de datos oficiales.
Pero en ese encuentro, hubo una visita bien recibida, que derivó en otro anuncio vinculado al Observatorio Lácteo y al Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina. Así en el encuentro encabezado por el secretario de Agricultura, “Ricky” Negri –que parece haberle ganado la pulseada a Buryaile que ya se retira del Ministerio, porque el 21 o 22 de noviembre asumiría Luis Etchevehere en su lugar- además del subsecretario de Lechería de la Nación; Alejandro Sammartino; y del jefe de Gabinete de Agroindustria, “Willy” Bernaudo, se invitó a Javier González Fraga.
Será entonces que a través de un certificado oficial del SIGLeA, que se comenzará a extender desde la semana próxima a los usuarios de la cadena, se tendrá un nuevo recurso para la obtención de créditos del Banco de la Nación Argentina, como las líneas 400 y la 700 "Carlos Pellegrini", para destinar a capital de trabajo e inversiones. Lo que se explica oficialmente es que “a través del SIGLeA, con previa autorización del productor, el Banco podrá acceder a datos de facturación, producción y stocks del mismo, lo que facilitará la actualización de información a las entidades otorgantes de crédito en nuestro país y facilitando el acceso al crédito para el productor. Desde la cartera nacional se estima que son alrededor de 8.700 tamberos los que estarían hoy en condiciones de acceder al certificado”. Sin prendas o mayores condiciones que hasta ahora obstaculizaban este financiamiento, parecería ser una alternativa viable y que promueve la formalidad en la cadena láctea.
Más allá de esto, falta bastante cumplimiento de la palabra por parte de la Nación, no sólo en este sentido, sino de manera saliente en compromisos preadquiridos, como para no jugar tanto con la credibilidad y la paciencia de los productores.

Diez puntos

Más allá de esto, en el encuentro se pudo tener un ínfimo avance, camino al encuentro con el Presidente de la Nación, que pretende encuentros sectoriales para conocer las necesidades fundamentales-.
La Demanda, es el primer punto, traccionar la demanda interna y externa. Estimular el consumo interno. Equilibrar las diferencias de consumo con los sectores más vulnerables. Reducción de impuestos al consumo. Compra y coordinación de leche estatal. Plan de leche escolar. Mejorar mercados como Brasil y Méjico, mientras se abren nuevos mercados.
En segundo término, la infraestructura, mejorando caminos y accesos a tambos, generando consorcios camineros, para una mejor y mayor conectividad.
También mejora de la competitividad industrial con fines de exportación y reducir la brecha productiva entre tambos, promoviendo clusters regionales.
Para una mayor transparencia, un acuerdo de buenas prácticas con el sector comercial, más fiscalización y conocimiento de la estructura de costos, además del monitoreo del volumen entre industrias.
Sobre el financiamiento, apuntalar el leasing, la gestión del riesgo y mejorar las condiciones del impuesto a los sellos por contratos y prenda ganadera.
Queda ampliar más detalles sobre la presión fiscal, la desburocratización, los costos laborales y sociales para reemplazar la figura del tambero mediero, reduciendo el costo laboral. Se debe mejorar la imagen sectorial para promover las inversiones; y sobre todo se deberán institucionalizar los mercados.

La intención es tamizar la lista, apuntar a las principales prioridades y avanzar hacia un encuentro que se espera más próspero que lo que fuera la última experiencia de Macri con el sector, en aquella visita a Venado Tuerto cuando se firmó el olvidado “Acuerdo Lechero” de enero de 2016.

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