Las cotizaciones internacionales no ayudan en el inicio de nuestra primavera. El temido piso de los tres mil dólares fueron perforados en la leche en polvo.
Por Elida Thiery - No son buenos los indicios para el sector lechero internacional que surgen de la última subasta electrónica de Fonterra. Una tercera baja consecutiva y en índices muy marcados demuestran que esta es la venta más débil de los últimos meses.
Fue del 3,5 por ciento la caída de los precios en general para los ocho productos ofrecidos, siendo esta una contracción que resume la baja dada durante todo el mes de octubre, con dos eventos de -1 y -2,4 por ciento.
La mayor baja desde enero tendrá consecuencias en el cierre del año lechero, no sólo en Nueva Zelandia, sino también en estas latitudes.
Fue la manteca la que ganó valor, con un salto positivo de 7,2%, mientras que la contraparte fue dada por la leche entera en polvo (-5,5% para 2.852 dólares por tonelada, en el mismo nivel del 21 de marzo de este año, cuando cotizaba a 2.855; y muy cerca de los valores de septiembre y octubre del año anterior) y la caseína se retrajo cuatro puntos porcentuales, como lo más remarcable.
La perforación del piso de los tres mil dólares es una acción desalentadora. Quienes ya pensaban en algún excedente para secar y vender, ahora tienen que volver a calcular todo. De igual manera, las marcas sobre exportación que tiene Argentina en los últimos dos años son ínfimas, porque no se lograron consolidar nuevos mercados, todas las promesas de gestión internacional no quedan más que en el viaje de los funcionarios y no se ven los movimientos deseados entre quienes pueden empezar a acomodarse en otros destinos, tal como se pensaba al inicio de esta gestión ejecutiva. Los malos precios y los cambios en la conducción de Agroindustria vienen a desalentar a quienes la semana anterior se envalentonaron con el cambio de apellido, de Buryaile a Etchevehere, quien deberá sacar toda la chapa para conseguir algún acuerdo que realmente pueda cambiar a una lechería que sigue arrastrándose en los mismos términos de años anteriores, aunque con más datos oficiales y algunos toques en cuanto a lo sindical se la quiera pintar de otro color.
En este marco, mientras en nuestro país aún no se termina de digerir el nuevo acuerdo laboral entre empresas y Atilra, Oceanía con un sólo paro de 24 horas, la disputa de 290 trabajadores con la firma Kerry Group está puesta en un reclamo de aumentos del 3,5 por ciento multiplicados en cuatro años, que estarían llegando a un acuerdo, a través de un diálogo civilizado.
Por Elida Thiery - No son buenos los indicios para el sector lechero internacional que surgen de la última subasta electrónica de Fonterra. Una tercera baja consecutiva y en índices muy marcados demuestran que esta es la venta más débil de los últimos meses.
Fue del 3,5 por ciento la caída de los precios en general para los ocho productos ofrecidos, siendo esta una contracción que resume la baja dada durante todo el mes de octubre, con dos eventos de -1 y -2,4 por ciento.
La mayor baja desde enero tendrá consecuencias en el cierre del año lechero, no sólo en Nueva Zelandia, sino también en estas latitudes.
Fue la manteca la que ganó valor, con un salto positivo de 7,2%, mientras que la contraparte fue dada por la leche entera en polvo (-5,5% para 2.852 dólares por tonelada, en el mismo nivel del 21 de marzo de este año, cuando cotizaba a 2.855; y muy cerca de los valores de septiembre y octubre del año anterior) y la caseína se retrajo cuatro puntos porcentuales, como lo más remarcable.
La perforación del piso de los tres mil dólares es una acción desalentadora. Quienes ya pensaban en algún excedente para secar y vender, ahora tienen que volver a calcular todo. De igual manera, las marcas sobre exportación que tiene Argentina en los últimos dos años son ínfimas, porque no se lograron consolidar nuevos mercados, todas las promesas de gestión internacional no quedan más que en el viaje de los funcionarios y no se ven los movimientos deseados entre quienes pueden empezar a acomodarse en otros destinos, tal como se pensaba al inicio de esta gestión ejecutiva. Los malos precios y los cambios en la conducción de Agroindustria vienen a desalentar a quienes la semana anterior se envalentonaron con el cambio de apellido, de Buryaile a Etchevehere, quien deberá sacar toda la chapa para conseguir algún acuerdo que realmente pueda cambiar a una lechería que sigue arrastrándose en los mismos términos de años anteriores, aunque con más datos oficiales y algunos toques en cuanto a lo sindical se la quiera pintar de otro color.
En este marco, mientras en nuestro país aún no se termina de digerir el nuevo acuerdo laboral entre empresas y Atilra, Oceanía con un sólo paro de 24 horas, la disputa de 290 trabajadores con la firma Kerry Group está puesta en un reclamo de aumentos del 3,5 por ciento multiplicados en cuatro años, que estarían llegando a un acuerdo, a través de un diálogo civilizado.
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