Desde la llegada de dinero del Gobierno Nacional, pasando
por la venta de la planta de Centeno y hasta la transformación en sociedad
anónima se sigue hablando de la Cooperativa entre puras conjeturas que aún no
tienen certezas.
Por Elida Thiery (EDairyNews) - El año comenzó difícil para la lechería y para SanCor el
tránsito hasta aquí se complicó aún más. Entre la combinación de deficientes
administraciones, las crisis climáticas, los vaivenes políticos y la influencia
mediática en el caso, la cooperativa presenta su rostro más preocupante, no
sólo por la realidad, sino por las decenas de conjeturas que derivan hacia las opciones de solución.
Partiendo de descartar cualquier tipo de presentación
judicial por parte de AFIP, así como de otros acreedores a una convocatoria
para el pago de deudas, al menos al momento y mucho menos a partir del primer
día de diciembre, hay bastante que aclarar, además de la inexistencia del juez
que sea capaz de decretar la quiebra de la firma, tal como lo venimos
esgrimiendo hace meses en este espacio.
Mientras desde la Nación se dice que ha comenzado a
cuentagotas el pago de los 250 millones de pesos del fondo autorizado a
principio de año, en SanCor no se confirma la continuidad de esta arteria que
inyectaría dinero en cuotas de 50 millones para oxigenar un tanto a la empresa
que ya dejó de estar en el uno-dos de la lechería nacional. También hay
versiones mediáticas en las que se confunden los aportes solidarios con otros
formatos de pago, que se deberían terminar en diciembre, luego del primer
acuerdo entre Gobierno y Atilra, para mejorar las condiciones sectoriales, más
allá de la Cooperativa en sí y que aliviaron de alguna manera la carga más
pesada de futuros controles para el líder de la gremial lechera.
Son también las versiones confusas de la empresa La
Tarantela las que enturbian el panorama. En la planta de Centeno no se hicieron
más que pruebas técnicas y operativas a nivel industrial, para que sigan
adelante las negociaciones por este espacio para la producción de quesos y así
darle continuidad a las tratativas que aún no llegaron a una conclusión. Desde
la empresa confirman que no hubo aún transferencia de activos, ni cesión de
instalaciones, ya sea transitoria o definitiva, por lo tanto la gestión tampoco
está trasladada a este posible comprador y la situación de la planta y sus
trabajadores continúa igual y con expectativas.
Al hablar de esto vuelve a saltar la opción de venta total
de la Cooperativa en general, esa por la que muchos ya dieron su palabra de
hecho en reiteradas oportunidades desde el inicio de 2017 y aún no hay nada
claro sobre la mesa. A partir del tironeo en el Gobierno Nacional por las
ayudas o el empujón para la venta, con todos los intereses del Gobierno
santafesino en el medio, vale la pena aclarar el panorama. Fonterra sigue en
tratativas, pero es sin dudas el tema de los recursos humanos y el vínculo con
un gremio viciado el que frena avances, mientras hay otra láctea que también
quiere su oportunidad y no se baja a la hora de seguir con las reuniones,
mientras que es un fondo (pero no norteamericano), el que busca también su
oportunidad, en un negocio globalmente difícil.
No existe agenda sobre ninguna reunión de consejeros para
este próximo martes, por lo tanto no hay definición posible, sobre todo porque
cualquier cambio en la composición accionaria, de denominación legal, la tiene
que tomar una asamblea de socios y no queda en manos de quienes de alguna
manera los representan en lo más cotidiano.
Pero el ovillo de SanCor es interesante para jugar y enredar
conclusiones, por lo tanto esto sigue impactando en el día a día de la
recolección de leche, como primera instancia, pero sobre todo siendo funcional
a quienes pretenden un negocio más debilitado para la Cooperativa y más
favorable para la especulación, pero lo que es concreto es que sobre la empresa
no habrá novedad alguna en este sentido, al menos hasta el inicio del próximo
año.
Con una lenta recuperación de litros, un apaciguamiento en
lo mediático y las versiones que caen como granizo constante ante un desamparo
político, SanCor resiste cada empujón e intenta la mejor alternativa para
frenar su devaluación que hoy por hoy lo puede eludir sólo con la marca y su
logo, más allá de las propiedades, plantas, o capital humano.
Comentarios
Sancor nunca fue sustentable y se le viene el final de esa orgìa lactea que siempre vivio
Daniel