Vuelve la pelea por el precio de la materia prima

El valor del litro no sube, mientras los costos disparan por encima del 17 por ciento.


Por Elida Thiery - Todos los tamberos hablan de lo mismo en estos días, el precio sigue igual.
La inflación sigue sin control en todos los rubros, ya hay charlas sobre paritarias en los gremios, pero para el tambo la economía sigue desarticulada, el valor de la materia prima está estancado, mientras los costos de producción no cesan en su ascenso.
Al pie verán cuadro de comparación de aumentos de costos de productos, insumos y servicios más utilizados en los establecimientos tamberos en los últimos meses.
"Desde el sector del Gobierno nos piden bajar costos…
Sres. gobernantes somos tomadores de costos y no ponemos el precio al producto que producimos. Dígannos como seguimos para poder permanecer produciendo y no desaparecer en el intento", enfatiza la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, al emitir un informe de costos para un tambo promedio de 2.500 litros diarios en la cuenca central.
Todos los valores de productos y servicios están elevados, superando un alza del 17 por ciento en promedio, sin cortar la racha entre el año anterior y el inicio de este, mientras las industrias ya informaron por lo bajo el sostenimiento de valores por litro.
Entre Santa Fe y Córdoba se habla de valores entre 5,55 y 5,80 pesos por litro, repitiéndose las liquidaciones anteriores en lo que van a ser los pagos por las entregas de enero. 
El planteo de los productores apunta a dos cuestiones fundamentales. En primer término la combinación de inflación, que ronda el dos por ciento mensual, además de la escalada del dólar rozando los 20 pesos, como referencia para un ajuste en alza. Por el otro lado, si bien la leche en las góndolas está blindada en precio y se consigue al valor de un dólar para el público, sigue elevándose los precios de productos como quesos, incluidos los cremosos que son la base referencial, además de otros productos más específicos para el consumo, de remarcación constante.
Sin políticas activas para la lechería, sin horizontes positivos, el temor en la actividad primaria es entendible y lo más preocupante es el vacío en las decisiones que existe y no de ahora, tampoco de hace dos años, sino de un arrastre actitudinal que achica y concentra cada vez más al sector.

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