Un poco más de presencia Holando para Palermo 2018

Serán 33 ejemplares, algo más del doble que en la edición anterior, los que representen a la raza en la arena de la Sociedad Rural Argentina, el viernes 27.

Por Elida Thiery - Aunque no es la referencia lechera, ni de la raza, claramente la pista de Palermo marca la agenda de muestras para los criadores de Holando Argentino.
La exposición número 132 de la Sociedad Rural Argentina permitirá en esta oportunidad y luego de dos años sin conseguirlo, volver a tener junto al resto de los grandes campeones de la raza algo de cuero blanco y negro en el acto inaugural, allá por el 28 de julio.
Aunque el Presidente de la Nación no va a estar presente, por un viaje a Sudáfrica en esa fecha, al menos se conseguirá tener el orgullo de sumar algunos animales más para la jura, que se hará el día anterior, a cargo de un talento de la zona más lechera, Gabriel Miretti.
De acuerdo a los datos a los que accedimos de la Asociación de Criadores de Holando Argentino, en esta oportunidad serán 33 ejemplares los que se presenten seis cabañas y que ingresarán con el resto de las razas vacunas y otros animales al predio de Palermo, para ser exhibidos durante las dos semanas de la exposición.
No es que algo haya mejorado en el sector, sino todo lo contrario, pero son los criadores los que no quieren dejar un lugar histórico y harán el esfuerzo económico de presentarse con el corazón del lado de los animales, aunque la pérdida en el tambo sea cada vez mayor y el acompañamiento en las decisiones estructurales, nulo.
Desde este espacio les habíamos contado la que fuera la edición más triste, la cual ilustra esta nota, cuando en 2016 en Palermo sólo entraban nueve holandos. El año pasado casi duplicada la cifra, con 15 animales de dos cabañas se logró cubrir una esquina de un galpón, pero no poner a un animal coronado en la pista inaugural.
Lo que pueden parecer datos superficiales son la muestra del ánimo de un sector productivo fundamental. Si bien las cabañas no son directamente proporcionales a la cantidad de tambos, sí padecen lo cotidiano de la lechería y en ese contexto dejarán traslucir una vez más la debilidad que desde lo económico hacen palpar lo endeble de una actividad que a puro mugido pide ayuda.

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