La
situación se da en la previa del mes de marzo que históricamente es el de
mayores registros pluviométricos.
Por
Elida Thiery – Cada final de primavera y durante el verano, en el extremo norte
de la pampa húmeda, los temores por lluvias de magnitud se renuevan. En un
ciclo de cinco años de inundaciones, cortados en 2018 por la sequía, permiten
entender que estos meses de marzo y abril pueden, al menos, repetir series
históricas de precipitación que necesitan que las mínimas obras hidráulicas que
hay en el centro-oeste santafesino, estén en condiciones de cumplir con su
función.
Por
Elida Thiery – Cada final de primavera y durante el verano, en el extremo norte
de la pampa húmeda, los temores por lluvias de magnitud se renuevan. En un
ciclo de cinco años de inundaciones, cortados en 2018 por la sequía, permiten
entender que estos meses de marzo y abril pueden, al menos, repetir series
históricas de precipitación que necesitan que las mínimas obras hidráulicas que
hay en el centro-oeste santafesino, estén en condiciones de cumplir con su
función.
Mientras
se sigue esperando un avance concreto en la mejora considerable del Canal
Vila-Cululú, que desagota el corazón de los departamentos Castellanos y Las
Colonias en Santa Fe, abarcando a unas 200 mil hectáreas, el resto de los
trabajos tampoco se aceleran.
Con 102
kilómetros de largo precisa 25
puentes, una mayor profundidad que requerirá 1,5 millones de metros cúbicos de
tierra y depende todo de una inversión postergada de 400 millones de pesos, que
en los últimos dos años se han tironeado entre Nación y Provincia.
El caso del Vila-Cululú es el emblema de las
necesidades de la región.
En estas horas estuvimos en el canal Calaveras
Sur, sobre la ruta provincial 13, hacia el norte de Presidente Roca, donde el
cruce del curso por debajo de la calzada es amplio, pero todo el trayecto tiene
pastos crecidos y ningún tipo de mantenimiento para esta época del año, donde
de forma repentina se puede necesitar el desagote de los campos. Es en la zona
donde los Comités de Cuenca no han avanzado en las obras que respeten el
declive natural del terreno, los pocos canales menores que ya existían y los
muy escasos que se hicieron en los últimos años están en similares condiciones
de descuido.
Como para estar al tanto, todos los productores
agropecuarios pagan de forma bimestral unos 25 pesos por hectárea para que los
comités cumplan con su función constante, tal como se dispuso esta organización
por regiones en la década del ´80 en territorio santafesino.
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