Es para la Isla de Sark que quiere tener rodeo vacuno y leche propia,
para dejar de importar y fabricar productos lácteos.
Por Elida Thiery - Desde hace mucho tiempo, la comunidad de la Isla de Sark está importando
leche y productos lácteos, por la falta absoluta de vacas y de un tambero en
este punto del Canal de la Mancha.
Un lugar minúsculo de la Europa insular, tiene unos cinco kilómetros de
largo y dos y medio de ancho, con poca luz eléctrica, sin autos y entre acantilados que
reúnen a 500 personas. La última persona que se dedicó a la lechería fue
Christopher Nightingale, que cerró el tambo 2017 debido a los costos
crecientes, ya que la isla de Sark terminó con el sistema feudal en 2008, pero
sigue bajo las órdenes de un “dueño”, Christopher Beaumont, quien alquila las
tierras por plazos muy cortos, limitando los proyectos de inversión.
Del 89 por ciento de los hogares británicos que en 1980 tenían leche fresca
entregada en los domicilios, hoy sólo el tres por ciento conserva esa forma de
compra, por lo tanto los pequeños productores deben trabajar jugando por debajo
de los costos de producción. Lo que es un fenómeno global, entre 2005 y 2015
dejaron a la mitad de los tambos fuera del sistema en Inglaterra.
Es Richard Axton el hombre que promueve la búsqueda de un tambero intrépido
para hacerse cargo del tambo-fábrica que se proyecta para el lugar, pero que
además del recurso humano precisa a los animales.
La economía local depende principalmente del turismo, por lo que se espera
que el nuevo productor genere un atractivo más para la isla, con lácteos de
calidad, que se puedan sumar a las postales de playa que caracterizan al lugar.
Si algún argentino entrenado en crisis y desafíos quiere mudarse, puede
contactar a la empresa de chocolates que está motivando la búsqueda (info@caraghchocolates.com).
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