Las
leches derivadas de almendras, soja, o avena entre otras, que copiaron el nombre al producto de animales avanzan en los mercados más segmentados.
Por Elida Thiery - Aunque
en Argentina el acecho está lejos, por la falta de selección en el consumo y
también por los precios, las leches que no lo son avanzan en los mercados del
primer mundo. Hoy un litro de la bebida derivada de la almendra, envasada y en
un comercio se encuentra alrededor de los 140 pesos.
Son
los tamberos los que se indignan con la avena, la almendra, e incluso el
girasol que se convierte en un líquido blanco. Sin embargo, ya son muchos los
que en Estados Unidos sacan leche de vaca y producen también bases agrícolas
para hacer estas bebidas alternativas.
Es HP
Hood, una de las industrias más tradicionales americanas la que lanzó Planet Oat, una leche de avena que es
distribuida por la cooperativa láctea Organic Valley, junto con otra leche de
almendras que produce New Barn Organics, envasada en una línea de producción
netamente lechera. Estos productos se presentan como sustitutos no lácteos de las tradicionales leches y tiene diferentes sabores, presentaciones e ingredientes.
“Les
cuesta mucho llamarlo leche. Eso realmente, realmente les
molesta. Pero entienden que estamos pensando lo mismo en valores orgánicos
y más profundos", explicó sobre los tamberos Ted Robb, el titular de New
Barn.
Sin
embargo, para la industria láctea siguen teniendo mayor valor los productos
derivados de las vacas, aunque los americanos estén tomando un 40 por ciento
menos leche de vaca que en 1975, aunque los precios estén en baja para el
consumo. Por otra parte la venta de leches alternativas un ocho por ciento el
año pasado, siendo los quesos y yogures de origen vegetal los que más expansión
demostraron.
La
Federación Nacional de Productores de Leche está entusiasmada con la Ley de Orgullo Lechero,
una normativa que ingresó al Congreso americano por el Senado, para obligar a
la Administración de Drogas y Alimentos a etiquetar de manera correcta a los
alimentos, sacando palabras vinculadas a leche o lácteos de los productos que
no provienen de animales.
Esta
pelea viene lenta en Argentina, pero debe ya el sector estar preparado para
este empujon naturalista que en el mundo ya se lleva millones de ganancias que antes
eran netamente de la cadena lechera.
En
los supermercados de los países del primer mundo la intención es disponer de
todo tipo de productos, para consumidores más selectivos y que gasten más
dinero por cada producto, adaptado al gusto y la necesidad de cada uno.
Fuente:
Bloomberg.
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