Con El Profesional Tambero “la ruralidad está en marcha”


Capacitar a quienes inician la cadena lechera desde las explotaciones más pequeñas es la motivación que expresa la Ing. Scala del INTA Rafaela.

Por Elida Thiery (Agrofy News)Con el mes de mayo se pudo recuperar algo que ya es una tradición de formación en las diferentes cuencas lecheras. Cada miércoles técnicos, profesionales y tamberos se encuentran en Rafaela para desarrollar la 115º edición de un curso que cambió la forma de ver el día a día del tambo.
Impulsado por el INTA Rafaela y la Sociedad Rural de Rafaela, desde donde surgió esta idea, en 2019 y celebrando más de una década El Profesional Tambero vuelve a acompañar a quienes realmente originan el desarrollo de la lechería.
La semana anterior se hizo la primera clase práctica en el tambo modelo Campo Roca, donde la gestora de esta capacitación, la Ing. María Rosa Scala compartió la emoción de seguir capacitando al eslabón esencial del sector. “Ya terminamos la cuarta clase de un programa en el que vamos intercalando algunas clases en salón y otras a campo”, al concluir la temática de crianza de terneros que congregó además de los tamberos a quienes están encargados de las guacheras en los tambos.
Los 22 alumnos superaron el piso original del cupo para esta edición que tiene un costo aproximado de 300 litros de leche, para que en definitiva se mejore la tarea cotidiana en las explotaciones, se optimice el trabajo en equipo, los costos, e incluso la calidad de vida de quienes le dan vida a la ruralidad.
“Es muy lindo ver a las mujeres y a los hombres participando activamente, aportando sus conocimientos y también intercambiando para ampliar su aprendizaje. Siempre recibimos a quienes trabajan en los tambos, que por lo general son familias, parejas, así que los vemos participando juntos y compartiendo con el resto de la gente la forma de hacer las cosas, los problemas. Estamos felices porque hay jóvenes, hay mujeres y muchas ganas de aprender, de mejorar la práctica cotidiana”, explica una de las líderes del proyecto lechero a nivel nacional.
“Esta capacitación busca que hay una integración entre los profesionales del INTA, algunos investigadores o protagonistas de la actividad privada, que pueden acompañar en alguna clase específica, para mejorar las acciones en los tambos. La idea es que pueda multiplicarse esta propuesta de El Profesional Tambero en la distintas zonas del país, más allá de lo técnico, en todo lo que está vinculado al tambo, incluyendo consejos en la educación, en la cuestión económica para que el que hace el trabajo del campo pueda tener un futuro”, apuntalando todo desde la conciencia de la importancia del trabajo en equipo, con el acompañamiento constante del Ing. Carlos Bertone y el veterinario Fernando Arnoldt.
Scala tiene muy claro al sentir y la realidad de quien ordeña, por eso destaca esa experiencia con Claudia Gaudiño, “ya tenemos un conversatorio de todas las clases que venimos dando, los escuchamos y aprendimos con ellos,  escuchamos también su problemática en cuanto a la vida útil de un tambero, cómo hacer para ahorrar, en dónde tienen que invertir, cómo llegar a su casa propia, atender a su salud, su cuidado, su calidad de vida”.
Muchos han pasado por esta capacitación y en todos los casos la experiencia es positiva. “A nosotros como formadores nos dejan la alegría de ver a tamberos de entre dos y seis mil litros, que quizá han estado en un rango mejor, pero que por las contingencias que hemos sufrido en los últimos años han bajado su producción, pero con ganas de seguir, también a productores en seguir capacitando a su personal, empresas comprometidas que también nos están acompañando inclusive becando a tamberos para llevar adelante esta posibilidad de este curso”.
Con un promedio de 35 años entre los capacitados, se reconoce una renovación en la actividad, que a veces se hace difícil en cuanto a calidad de vida en el campo para poder vivir y desarrollar una familia. “Hay pocas mujeres que están haciendo el curso, pero se suman muchas que demuestran que trabajan en el campo, ayudando a sus maridos y es una posibilidad hermosa que vamos a seguir dando en otras clases”.
Scala se dice reconfortada personal y profesionalmente, “porque sabemos que la ruralidad está en marcha y tiene que seguir creciendo con estos tambos medianos, pequeños algunos, que son con los que convivimos todos los días y los que hacen que se genere la economía en una región”.
Con varios meses por delante, El Profesional Tambero tiene en organización nuevas ediciones en la localidad santafesina de Humberto Primo, donde se involucra la Comuna y también un grupo de Cambio Rural, pero a la vez para poder abarcar a los productores que componen al Cluster Lechero de Ceres.

Cambiar la relación

En varias de las clases Susana, que es la dueña del tambo acompañó a su tambera.
“Vengo con ella porque creo que para comprender cómo es la cuestión, los productores tenemos que saber de qué estamos hablando, incluso cuando hay que cambiar cosas. El tambo es un trabajo en equipo y como productores también tenemos que estar informados para poder acompañar al tambero, al guachero o a los otros empleados”.
Su tambo es chico, ordeña dos mil litros por día actualmente en la localidad de Eusebia, en el Departamento Castellanos, pero no pierden de vista el objetivo de duplicar la cifra. Formarse para lograrlo es clave.
Susana entiende que el curso le da crecimiento organizacional, para todos los niveles de trabajo. “Para crecer tenemos que capacitarnos porque las cosas van cambiando y si no tenemos herramientas no sabemos qué podemos cambiar, ese es el primer paso para agrandarnos”.
Estos son tiempos de precios un poco más acomodados, de no tantas pérdidas, sin embargo subyace en el criterio del productor la convicción de enenter que este marco no durará tanto tiempo. Pero el precio no lo es todo.
“Yo creo que el futuro se ve bueno, siempre y cuando nos acompañe el clima también. Nosotros en el campo tuvimos tres inundaciones y una sequía que fue tremendo, fue devastador porque bueno hubo que vender muchas vacas porque no teníamos protreros donde ponerlas. Por eso, con que nos acompañe el clima y que nosotros podamos aplicar esto que nos dan el curso para crecer, para mejorar, para evitar la mortandad que es un punto muy importante, o la mejora en las pasturas, nos da elementos para el manejo y así corregir muchos errores”.
Muchos dicen que compartir un mate con el tambero le puede dar mucha más información al productor que una ficha técnica, por lo tanto la formación y el acompañamiento en este tipo de cursos parece fundamental para seguir manteniendo viva a la actividad, consiguiendo los mejores resultados con los mismos recursos.
Susana concluye que “ya no podemos manejar un tambo de 200 vacas como lo hacíamos con 50, por eso tenemos que acercarnos y acompañarnos, mejorar la relación entre el tambero y el patrón, para entender lo que se vive todo el día en el campo”.

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