El presidente de Coninagro comentó los alcances de la reunión con Macri
en la que se detallaron los alcances del futuro acuerdo. El campo ve
oportunidades, la política debe acompañar.
Por Elida Thiery (Rafaela Noticias) - Tapizado de críticas a pesar de no conocer el detalle de sus alcances,
la posibilidad de acceder a un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la
Unión Europea, se convierte en un condimento más de oportunidades para el
campo, el comercio y la industria nacional.
Si bien todo depende de cómo la política maneje esta alternativa, en las
últimas horas el presidente Mauricio Macri desarrolló diferentes encuentros con
representantes de los sectores que pueden ser alcanzados por este vínculo para
aclarar ciertos detalles, antes que en el Congreso se pueda tratar la
aprobación, mientras los empresarios de todos los rubros ya reclamaron que se
aliviane la carga impositiva nacional, provincial y municipal, para poder
afrontar una mayor y mejor producción, con la consecuencia lógica de la
expansión de actividades de la mano de la contratación de mano de obra.
Uno de los presentes en el encuentro con el primer mandatario y parte de
su Gabinete, como Marcos Peña, jefe de ministros, e incluso el secretario de
Agroindustria, Luis Etchevehere, fue el titular de la Confederación Intercooperativa
Agropecuaria Limitada, con quien dialogamos.
“En el encuentro nos dieron algunos detalles, a la
mayoría ya los teníamos, pero nos sirvió para afianzar de qué se trata el
acuerdo, para que desde las organizaciones empresarias estén dispuestas a ver
de qué manera podemos aprovechar este horizonte, esta oportunidad que se ha
abierto. Este es un desafío y también una amenaza, pero todo depende de cómo
trabajemos, cómo podamos satisfacer a 800 millones de consumidores” destacó
Carlos Ianizzoto, destacando que la agroindustria y las economías regionales
han sido tenidas en cuenta en la negociación previa.
El presidente de Coninagro pone de relieve que desde la
entidad se ve al acuerdo como “auspicioso”, sin embargo “hay que entender que
para el Gobierno con esta situación macroeconómica la oportunidad se puede
convertir en algo difícil, por lo tanto hay conciencia que se tienen que
cambiar las condiciones, para poder ser competitivos, para acceder a la
tecnología y la innovación, mientras que otros sectores más avanzados necesitan
que se quiten trabas como pueden ser las retenciones para poder agregar valor a
los productos”.
Claro que el regreso de las alícuotas extraordinarias
para el agro y las exportaciones son la piedra de mayor demanda en este
contexto.
Tres o cuatro pesos por cada dólar exportado, de acuerdo a un producto
elaborado o materia prima, respectivamente, deberán terminar con el año 2020. “El Presidente fue muy concreto una vez más, con el plazo de
finalización. Aunque nunca se sabe lo que va a pasar porque este país es una
sopresa, sin embargo se sometió al compromiso que ojalá se honre, para que se
quiten las retenciones y se devuelvan con los reintegros que es uno de los
elementos más genuinos que tenemos para la exportación, porque no podemos
exportar impuestos”.
La alusión de Ianizzoto tiene relación con lo sucedido
en 2018, cuando en un encuentro Macri se comprometió a seguir sin alícuotas de
excepción y luego la situación crítica de la economía llevó a reimplementarlas,
en contra de la prédica de esta administración nacional, respecto al mandato
anterior.
En la entrevista concedida a FM Galena, el dirigente
rural oriundo de Mendoza reconoció que “en tiempos electorales es muy difícil
bajar a la tierra”, sin embargo “lo que escuché teniéndolo en frente al
Presidente es que está bajando la inflación, bajando las tasas, sabemos que
esta situación no puede seguir así y estamos haciendo todo el esfuerzo posible
para que se normalice financiera y tributariamente. Macri está consciente y lo
menciona. Ojalá lo pueda instrumentar porque hay una coyuntura muy difícil,
para la agroindustria, para el ciudadano en general y el mercado interno que
está sumamente resentido”. Entre el impuesto a las ganancias, la unificación
del IVA entre 10,5 y 21 por ciento, la búsqueda de una mejora en formas de pago
y de comercialización, la necesidad de incorporar innovación y tecnología, los
seguros agrícolas, el trabajo en el cuidado del ambiente, son materias
pendientes.
Con nueva conformación la Comisión de Enlace de
Entidades Agropecuarias se ha fortalecido en los últimos meses y no solo por el
aporte del campo a las arcas nacionales, sino porque con una actitud de
apertura y diálogo se encamina hacia diciembre a la espera de encontrar en los
referentes políticos un entendimiento sobre las necesidades del sector. La
semana próxima y durante la ExpoRural de Palermo las entidades del campo harán
un punteo de necesidades para el sector para el desarrollo en la próxima década
de la política agroindustrial. “Se apoyarán a las fórmulas y personas que se
comprometan en apoyar lo que es esencial para la producción”, definió camino a
las urnas, habiendo convocado a todos los candidatos a vincularse con el
sector.
Los productos vinculados al agro
Partiendo
de la liberación del 99 por ciento de las importaciones agrícolas del Mercosur
por parte del viejo continente, será el 81,7 por ciento el que consiga una
total eliminación de los aranceles, dejando para los restantes 17,7 puntos una
cuotificación, que se restringiría a cien productos.
Una
vez que se ponga en vigencia el acuerdo, de ser aprobado por nuestro bloque,
dejarían de tener aranceles la harina de soja y poroto de soja, aceites para
uso industrial (soja, girasol, maíz), despojos comestibles de especie bovina,
porcina, ovina, algunos productos de la pesca (merluza), menudencias, grasas,
semen bovino, manzanas, peras, duraznos, cerezas, ciruelas, legumbres, frutos
secos, pasas de uvas, uvas de mesa, maní, infusiones (café, mate y té),
especias,bebidas (agua mineral, cervezas, espirituosas), productos de la pesca:
Merluza, Vieiras y Calamares.
Deberán esperar de cuatro a diez años para ser desgravados los
langostinos y conservas de pescado, hortalizas, plantas y tubérculos
alimenticios, frutas Cítricas (Limones, naranjas y mandarinas), frutas Finas
(arándanos, frutillas), harina de maíz, almidón, arroz partido, aceites
vegetales (soja, girasol y maíz), biodiesel (por el que ya había habido
controversias con Argentina), preparaciones alimenticias y pastas, golosinas,
mermeladas, jaleas y otras preparaciones en base a frutas, hortalizas en
conserva, helados y alimento para mascotas.
Respecto a los lácteos, el beneficio inmediato permitiría una
cuotificación de exportación recíproca de 30.000 toneladas de
queso, 10.000 toneladas de
leche en polvo y 5.000
toneladas de fórmulas de leche infantil.
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