Por Elida Thiery - Ya conocida la quiebra de la principal industria estadounidense, Dean Foods Co., con un pasivo que ronda los diez mil millones de
dólares, de los cuales unos 850 millones le corresponden a Rabobank, como uno
de los tantos afectados por la situación financiera que no impide la
continuidad en el procesamiento de materia prima, la lechería enfrenta uno de los mayores cambios de los últimos años.
Los problemas se acrecentaron cuando la cadena de hipermercados Walmart, que
era el principal cliente de la láctea, construyera una planta propia para la
elaboración de productos, sumado esto a la suba en el valor de la materia prima
que fueron erosionando las ganancias, a lo que termina añadiéndose la competencia
que hoy significan las bebidas de cereales o frutos secos, pero también las
pequeñas empresas e incluso los tambos fábrica que reducen costos con la
llegada directa a los comercios.
Mientras las acciones ya
registran una caída de 79 por ciento en lo que va del año, se comienza a
barajar la posibilidad de vender la compañía a la mayor cooperativa lechera de
Estados Unidos, Dairy Farmers of América Inc.
El debate está puesto en la adquisición de parte o de todos los
activos de la empresa con sede en Dallas. Claro que pesa en esto la legislación
bien detallada del país del norte en la que se contemplan aspectos vinculados
al monopolio.
Dean Foods es el mayor cliente de la cooperativa que cuenta con unos
14.500 miembros, en su amplia mayoría agricultores familiares es por eso que
toda acción está atada a asegurar el mercado para todos los productos.
En Estados Unidos el 94 por ciento de la población compra leche,
el queso y la manteca tienen los márgenes de venta más altos de la historia con
subas que superan el dos por ciento interanual, mientras que el negocio de los
lácteos se estima en una valuación de cien mil millones de dólares.
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