Apymel rechaza el nuevo paro de Atilra

En virtud de los últimos acontecimientos y negociaciones paritarias, llevadas a cabo en la mesa de negociación colectiva, frente al paro por cuarenta y ocho horas convocados por el Gremio, efectuamos el siguiente comunicado.
En primer lugar cabe destacar que de parte de la totalidad de la Industria lechera, se ha venido gestando y ejecutando, una intención de negociar de BUENA FE, con la contraparte sectorial, es decir el gremio de ATILRA, en el marco de una actualización salarial. Como mencionamos más abajo, se han consensuado y abonado varios aportes.
Lamentamos afirmar y reconocer, que no ha sido la misma intención, la de ATILRA, quien contraviniendo los parámetros, índices y variables de negociación mantenidos con otros sindicatos y uniones de trabajadores, irresponsablemente, ha fijado “unilateralmente” condiciones que además de su imposible cumplimiento, llevarían al menos a nuestras industrias Pymes, a un virtual quiebre financiero, en razón de los siguientes datos.
Así vemos que el básico conformado de CAT “B” de diciembre de 2018 es de $31700.00 y el ofrecido por la industria es de $49.173, es decir, un 55.11%.
Nuestra oferta, va más allá,  porque respetando las negociaciones llevadas a cabo, el cálculo se toma como base Abril 2019, y el Básico conformado CAT “B” es de, $34.874,-, y así proponemos cerrar en Febrero 2020 con $54.055.- un 55% por encima de la inflación anual y reconociendo el atraso que se esgrime del año 2018.
Adicionalmente, la industria láctea, realizando un gran esfuerzo en el actual contexto económico-financiero pagó a sus trabajadores el bono de $ 5.000 fijado por el Decreto 665/19, aspecto que el Gremio ha decidido ignorar por completo. Vale recordar que la cifra mencionada representó incrementos de entre el 11% y el 16% sobre el básico conformado de abril 19, según las categorías del escalafón del CCT 2/88.
Las industrias no pueden solventar la ineficacia administrativa del Gremio, en materia de obra social y prestaciones a los empleados. Para ello, cuentan con dos aportes convencionales (arts. 65 y 67 CCT 2/88), cuyo monto resultante, en virtud de los altos salarios que perciben los trabajadores, se encuentra muy por encima de los aportes que realizan otros sectores y actividades empresarias.
El gremio requiere un nuevo aporte extraordinario a la entidad sindical de $7.500.
Debe recordarse que en el primer tramo de la paritaria 2019, firmado el 1º de agosto del corriente, se estableció, con carácter extraordinario y por única vez, un aporte a ATILRA de $ 8.500 en tres cuotas a aplicar en agosto, octubre y diciembre. Se pactó expresamente que no habría expectativa de repetición alguna y que este aporte no generaba precedente para el futuro.
Según datos oficiales de Superintendencia de Riesgos del Trabajo, en agosto del corriente (último dato disponible al momento), la remuneración bruta promedio de los trabajadores de la industria láctea alcanzó los $69.490. Esa remuneración promedio resulta: a) 36% superior al promedio de la Industria de Alimentos y Bebidas; b) 33% superior al promedio de la Industria Manufacturera, y c) 65% superior al promedio de la Economía argentina.
El Gremio, no es ajeno, ni mucho menos desconoce los datos supra invocados, lo que confirma que la arremetida final del Sindicato no hace más que confirmar que, desde el inicio de este último tramo de la negociación, la intención de la Secretaría General es la ruptura: en un cambio total de las pautas sobre las que se venía negociando, ahora el gremio cambia a la suba la base de los cálculos y pone sobre la mesa más pretensiones.-
Por ello, los ofrecimientos de actualización salarial efectuados, deberían haber sido considerados seria y  responsablemente por los dirigentes gremiales, porque no sólo cubre de manera completa la inflación anual proyectada acumulada hasta diciembre del corriente (+/- 55%), sino que compensa en su totalidad la brecha “pendiente” de 2018.
De allí que resulta incomprensible, que  la última propuesta sea rechazada sin siquiera ser transmitirla a sus bases, ni considerarla entre su dirigencia.
Por el contrario, los dirigentes decidieron obviarla y cambiar el eje de la discusión, condicionando a sus bases, a través de sucesivos y virulentos documentos y comunicados, para predisponer al conflicto, inmiscuyendo en el medio de la negociación aportes patronales, cuya discusión no solo ya ha sido zanjada judicialmente, sino que además de agravar la economía y finanza de la industria, en nada benefician a los trabajadores.
Por todos estos motivos expuestos,  para sostener las fuentes de trabajo, debemos velar por el saneamiento de la actividad y el mantenimiento de las empresas que posibilitan tal relación laboral. Ello constituye nuestra responsabilidad: no ceder a las presiones gremiales, principalmente, frente aquellos irrazonables parámetros planteados por ATILRA, cuyas pretensiones paritarias además de excesivas, reiteramos, superan ampliamente la media, de aquellas planteadas por otros sindicatos.
Las medidas de fuerza convocada, no solo es abusiva del derecho constitucional consagrado como derecho  a la “huelga”, sino que constituye un modo efectivo de presionar y forzar una decisión en medio de una “negociación”, en total contraposición a principios de la OIT y espíritu de la propia ley 14.250, que ATILRA debe velar y respetar.-
Al respecto, no se pueden imponer medidas de “hecho”, cuando las partes están transitando cuestiones de “derecho”, en el marco de una discusión o mesa de negociación colectiva.
Pero del mismo modo, el paro convocado, es violatorio de otros derechos constitucionales, tales como:
libre circulación de bienes y personas de trabajar violación de la propiedad privada, además de otros perjuicios a los propios dependientes en virtud de la ilegalidad de la medida, y los daños a terceros (cadena de proveedores, tamberos, transportistas, etc.), entre otros.-

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