Italia lucha contra el coronavirus y preserva sus alimentos


Existe un trabajo profundo para conservar la producción y consumo de lácteos italianos, que venían de un marcado crecimiento en enero y ahora la crisis sanitaria podría dañar con profundidad.

Por Elida Thiery - Italia está asolada por el Coronavirus y es interesante analizar como evoluciona el sector agropecuario, la producción de alimentos y sobre todo la lechería en medio de esta crisis de la salud pública, la economía y el movimiento social.
Con algunas campañas en marcha que son concretas e inéditas para Argentina, el campo italiano promueve con buenos resultados #campagnaAmica (campo amigo) y #mangiaItaliano (coma italiano). Sin cesar en esta promoción que defiende a las principales riquezas de ese país, sacando a la cultura y el turismo, que son la comida y el vino, se tiende a fortalecer la compra en los negocios de cercanía que tienen en claro que la distancia entre cada cliente no puede ser menor al metro de distancia y esto se anuncia en cada uno de los ingresos, e incluso hay casos de ingresos de a una persona por comercio, con filas que se forman afuera para esperar el turno de compra.
Si bien el agroturismo está cancelado por varias semanas, otra de las cuestiones que Argentina jamás pudo desarrollar, no se deja de vender en el mismo esquema de siempre, frutas, verduras, carne, pescado, pan, quesos, salame, pastas y productos enlatados, principalmente, e incluso se comenzó a promover la entrega a domicilio, sobre todo para personas mayores de 65 años, para que no pierdan la costumbre del consumo de productos frescos, asegurando medidas de seguridad en el envasado y transporte.
Cabe destacar que el 59 por ciento de los italianos compra una vez al mes de manera directa a los agricultores, abarcando todo tipo de explotaciones y productos.
Durante el mes de enero en Italia había crecido 6,8 por ciento la producción de alimentos y bebidas en enero, lo que significó una cifra récord, pero a la vez garantiza la provisión para el consumo de manera absoluta, gracias al trabajo en 740 mil granjas, 70 mil industrias y una amplia red de distribución entre almacenes, supermercados y mercados. Son 3,8 millones de personas vinculadas al sector que representa el 25 por ciento del PBI italiano, con un movimiento de 538 mil millones de euros al año.
Lo que intentan los productores, industriales y comercios es que la menor circulación de gente no deteriore a este importante sector. De todas maneras, con los puertos cerrados, son más de 12 mil industrias del sector pesquero las que se ponen en riesgo.

Resguardando a la lechería

Incluso se conoció una declaración del dirigente de una de las mayores organizaciones agropecuarias del país, para resguardar valores de productos, al consumo y en el campo.
E
l presidente de Coldiretti, Ettore Prandini, señaló que existen actualmente "solicitudes insostenibles de una reducción en el precio pagado a los tamberos, justo cuando se vacían los supermercados y se sigue ordeñando, para garantizar la producción y los suministros en las despensas italianas".
Las restricciones sociales impuestas por el primer ministro italiano se intentan usar como pretexto para rescindir contratos por parte de empresas que procesan materias primas, entre las que se destaca la leche.
"Desafortunadamente, hay quienes intentan explotar su poder de negociación, para pagar precios rebajados por alimentos perecederos como la leche, cuya producción no puede detenerse en los tambos. Un movimiento vergonzoso de quienes, violando también el principio básico de solidaridad nacional en tiempos de crisis, intentan llenarse los bolsillos aprovechando las dificultades del país".
La confederación Coldiretti advierte "no lo permitiremos", porque se toma a esta actitud como una "alta traición contra familias y empresas". 
El dirigente explica que "En juego existe el futuro de un sector que produce más de 12 millones de toneladas de leche de vaca cada año, gracias a unos 30 mil tambos repartidos por toda la Península, que garantizan la primacía tricolor en Europa en la producción de quesos con denominación de origen protegida". 
En un trabajo que se extenderá con el gobierno italiano, ya se comenzaron a monitorear los casos a nivel nacional para evitar mayores complicaciones, básicamente ligadas a los precios.
Por otra parte, la Compañía de Agricultores de Molise, en el centro-este italiano, entiende que “este es el momento para favorecer la compra de productos lácteos locales y reducir las importaciones”.
El titular de la entidad, Donato Campolieti manifestó que “es totalmente inaceptable la actitud de quien compra por estos días leche importada, por eso le pedimos a las autoridades molisanas que replanteen los convenios y que se mejore la compra de leche fresca de nuestra región”.

Recortan exportaciones
Con el trabajo de Made in Italy, en la península se mueven 44.600 millones de Euros al año, sin embargo la pandemia comienza a recortar negocios y ya es una de cada dos empresas italianas las que recibieron cancelaciones en los pedidos desde el extranjero. Es por esto que se comienza a trabajar en una campaña comunicacional fuerte, para contrarrestar la desinformación o las noticias maliciosas.
Italia vende el 63 por ciento de sus alimentos exportados a la Unión Europea, habiendo conseguido en 2019 una expansión del 3,6 por ciento de los negocios, siendo el principal destino Alemania con 7.200 millones de Euros, mientras que mientras se renegocia con Gran Bretaña el intercambio, Estados Unidos conserva el 11 por ciento de esas ventas, donde principalmente son vinos los que se demandan por 6.400 millones al año.
En esta contexto, días atrás se manifestó que "se necesita una intervención decisiva de la Unión Europea para apoyar el tejido productivo, trabajar y reconstruir un clima de confianza", según el presidente Coldiretti. Prandini también reclama por la reconsideración de aranceles por parte de Estados Unidos y Rusia, para responder a esta situación.

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