Se supo hoy con datos oficiales del INDEC que en Producto Bruto Interno
cayó -1,1 por ciento en el cuarto trimestre de 2019, cayendo un punto completo
en comparación con los tres meses previos, en tanto que en el final del año las
actividades vinculadas a la Agricultura, ganadería, caza y silvicultura
treparon 1,1 por ciento.
En el balance anual, el PBI cayó -2,2 por ciento, contrapuesto con la
actividad agropecuaria que durante 2019 creció 21,5 por ciento, siendo el único
con este comportamiento de dos dígitos, el de mayor expansión, como parte de
las siete positivas, de las 17 desagregadas.
A esto se pueden sumar los datos de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, a
través del Indice Compuesto Coincidente de Actividad Económica de la provincia,
correspondientes al primer mes del año, al cual lo denominaron como “el peor
enero de los últimos diez años”.
Esta consideración se da porque la economía santafesina continúa
profundizando la recesión, iniciada a comienzos de 2018.
Comparando el nivel de actividad registrado en cada enero, 2020
presenta el valor más bajo de los últimos diez años. El ICASFe se ubicó en
155,7 puntos, presentando una variación mensual de -0,3% respecto al mes de
diciembre de 2019. La tasa interanual de la actividad económica provincial (ene
de 2019/ene de 2018) fue de -1,7%.
En enero de 2020 se registró una tasa mensual del -0,3% en la actividad
económica provincial. La recesión actual acumula una caída del 8,6% y una
duración de 25 meses; ambos guarismos ya superan a los de la recesión
2008/2009.
De las catorce series que componen el ICASFe sólo cuatro presentaron
una variación mensual positiva durante el primer mes del año; dos mantuvieron
el nivel, y las restantes continuaron en baja. Por su parte, en relación a
enero del año pasado, seis sub-indicadores registran tasas positivas.
Para arriba
Entre las series que registran incrementos interanuales se destaca la
faena de ganado bovino y porcino con una tasa del 18,8%, luego del crecimiento
registrado durante todo 2019. Sin embargo, durante el primer mes del año
presentó una disminución del 1,0%, derivado tanto de las condiciones del
mercado internacional como interno.
Situación similar presentó la utilización de hidrocarburos para la
agroindustria y el transporte, cuyas tasas fueron de 6,8% y -1,6%, respectivamente.
La producción láctea registró una tasa mensual de expansión del 0,1% en
el contraste con el mes de diciembre, mientras que en la comparación interanual
fue del 5,4% el crecimiento, en un verano que no se caracterizó por
temperaturas tan elevadas, como el precedente.
Para la molienda de oleaginosas las mismas fueron de -2,3%, y -4,4%,
respectivamente.
Para abajo
La actividad de la construcción no logra repuntar. El consumo de
cemento disminuyó un 1,5% mensual, acumulando una caída del 15,3% en relación a
enero de 2019. El patentamiento de vehículos nuevos también se ve fuertemente
afectado, con tasas del -1,7 y -17,5%, respectivamente.
El consumo de energía eléctrica del sector industrial se mantuvo
estable en relación a diciembre de 2019, con una recuperación del 4,6% con
respecto a enero de igual año. Por su parte el consumo de gas registró un
incremento mensual del 1,2%, pero se ubicó un 7,6% por debajo en la comparación
interanual. Los puestos de trabajo registrados (altas netas) no presentan
cambio mensual en enero, aunque registran una caída del 1,0% interanual. Para
la demanda laboral las tasas fueron de 0,3% y 17,2%, respectivamente.
Las remuneraciones reales registraron un leve incremento mensual del
0,2%, pero la pérdida de poder adquisitivo del conjunto de los trabajadores
formales en relación a enero de 2019 es del 6,0%.
Respecto al consumo minorista, las ventas en supermercados de las
grandes superficies instaladas en la provincia registraron una caída mensual
del 0,3%, e interanual del 4,4%. Para los recursos tributarios de
disponibilidad de la administración provincial el retroceso se estima en 1,5% y
-6,8%, respectivamente.
Nueva coyuntura
La variación interanual del ICASFe fue del -1,7% en enero de 2020, y la
silueta muestra un vuelco hacia la zona de valores negativos que dan cuenta del
agudizamiento de la recesión. Esta situación de franco retroceso en la que se
presenta la actividad económica a comienzos de 2020 se configura como una base
frágil para hacer frente a los efectos de la pandemia relativa al COVID-19.
Las principales actividades productivas ya se encontraban afectadas por
situaciones de índole interno, como la disminución del consumo y las
complicaciones de índole financiero propias del contexto macroeconómico
nacional.
En los próximos meses se irá configurando una nueva coyuntura nacional
e internacional que no favorecerá a la recuperación de la actividad económica
provincial. La situación agregada de la provincia dependerá, en gran parte, de
la reacción que tengan los mercados vinculados al agro y al sector alimentos,
base de la economía de nuestra región.
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