Por Elida Thiery - El drama que primero demostraran los principales puntos
lecheros de Estados Unidos días atrás, con leche derramada para amortiguar las
pérdidas en los tambos se está replicando en otros grandes productores del
mundo.
En Canadá la falta de gente en bares, restaurantes e
incluso empresas, escuelas y demás puntos de demanda de alimentos habituales,
hacen que el consumo domiciliario no pueda absorber el caudal de la oferta de
productos lácteos.
La marea paralizadora del coronavirus le está pegando
fuerte a la lechería y es por eso que la Royal Association of British Dairy
Farmers (RABDF) está pidiendo al gobierno de América del Norte una ayuda
especial, tal como ya se dispuso para otras actividades, también afectadas por
el caso inusual de un bloqueo de actividades apostando a la salud pública.
Desde el principio de esta semana también en el Reino
Unido se pudieron ver grandes tanques en las industrias ser vaciados, perdiéndose
importantes cantidades de materia prima, con casos que llegan a superar los 11
mil litros por tambo o en las pequeñas empresas.
Si
bien hace unos meses se daba el debate de la utilización en cadenas de café de
bebidas vegetales en lugar de leche de vaca tradicional, ahora el aislamiento y
el cierre de cadenas como Costa Coffee, Starbucks, e incluso la nula demanda de
aerolíneas, cruceros y todo el esquema turísitico en Gran Bretaña hacen que se
deba descartar el excedente que ni siquiera se usa para generar stock de quesos
o productos más duraderos.
El trabajo a pérdida, que se estima en dos centavos de
libra por litro se va a sumando día tras día para deteriorar un valor por litro
que cobraba el productor estimado en poco más de 29 centavos de
libra, durante el mes de febrero, cuando el mercado aún mostraba rasgos de
normalidad. Es por las complicaciones del aislamiento que muchas empresas están
difiriendo los pagos a los productores hasta el 15 de mayo, hecho inusual en el
Reino Unido.
La
política y el auxilio oficial juegan un rol preponderante en esta situación,
hecho que quizá tenga una mayor complicación en las islas en medio de la
pandemia y la decisión de dejar la Unión Europea.
En Irlanda, mientras tanto, se lanzó una campaña de apoyo a los
productores de leche, promovido por el National Dairy Council. Con 350
productos lácteos hechos en el país, sin detenerse la actividad, se pone de
manifiesto la importancia del sector y sus protagonistas.
La NDC considera que este es un momento clave para “reconectar a los
consumidores con los productos naturales”, donde los lácteos son fundamentales.
En Italia se conoció en las últimas horas la compra por parte de la
firma Newlat de la sede central de Latte D´Italia por 7,5 millones de Euros y
con una capacidad de procesar más de 119 millones de litros de materia prima al
año.
Desde la península itálica se informó que durante el mes de marzo se
vendió un cuarto de lo que se comercializa habitualmente, sólo considerando a
la leche fresca.
Con una pérdida estimada en 15 mil toneladas de leche al mes, lo que se
traduce en una merma para la actividad del -25 por ciento respecto al mismo mes
de 2019, es el cierre de los canales de venta en hoteles, restaurantes y empresas
de catering, además de bares, pizzerías y otros puestos de comida lo que no se
puede compensar desde los hogares italianos, en medio de un encierro que
seguirá firme unas semanas más.
En España la producción de leche está ganando buena
reputación, porque pocas veces en la historia se vio por parte del consumo con
tan buenos ojos la tarea de los productores y la provisión constante de lácteos
en las heladeras de los comercios de todos los tamaños.
De acuerdo a la lista de productos perecederos
esenciales de la Unión Europea, el trabajo que hacen los pueblos más lecheros
de España tienen buena demanda. Galicia provee casi la mitad de la leche para
las industrias españolas, con 7.500 tambos. Desde las Cooperativas Lácteas
Unidas ya manifestaron que en un principio del confinamiento era la leche
fluida la de mayor salida, pero con el correr de los días también se consolida
en el consumo la necesidad de mayor diversidad de productos, sobresaliendo los
yogures.
La
conciencia sobre el cuidado que se debe tener en los tambos es mucha, sobre
todo en los más chicos, ya que los propios productores saben que de enfermarse
no habría quien ordeñe a las vacas y eso significaría la necesidad de
sacrificarlas.
Finalmente, en Francia el sindicato conocido como la Confederación
Paisana reclamó en los últimos días a los tamberos que comiencen a reducir la
producción de leche para evitar una mayor saturación del mercado, a causa de la
crisis sanitaria. Se estima que al momento en este mes de abril la producción
ya se redujo 18 por ciento, en comparación interanual.
La
semana pasada de 220 millones de litros que se recolectaron en Francia,
sobraron 40 millones.
Con
claridad los diferentes países están exigiendo a la Unión Europea que organice
los stocks, para que no se depriman tanto los precios. Para Francia el mayor
impacto está dado en los quesos con denominación de origen, e incluso en el
consumo de pescado fresco, que por lo general se deriva al consumo en los
restaurantes y negocios de delikatessen.
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