Por Elida Thiery - Con la
crisis sanitaria superponiéndose en todos los otros sectores, la lechería
enfrenta un gran desafío en este año. Siendo un producto fundamental para la
alimentación, pero con un impacto en la demanda que afecta a todos los grandes
productores y en todo el mundo, se plantea una contradicción dada
fundamentalmente por la mejora en las condiciones climáticas en esta temporada 2020/21,
que aliviarían los costos de producción, con un mayor valor para la venta de
animales con destino a carne, e incluso un ritmo exportador que no se aquieta.
Con el
foco en Oceanía, Rabobank elaboró un interesante informe en el que se puede
comenzar a ver un horizonte lechero cercano.
Se
creía que en Australia entre los años 2019/20 se producirían unos 8.400
millones de litros, sin embargo la realidad fue de una caída del 4,9 por ciento
respecto al período anterior, de todas maneras con el empuje climático ya se
estima que podría haber un fuerte crecimiento en la etapa 2020/21 que puedan
hacer crecer a la producción en 4,3 por ciento.
Australia
viene de una etapa de buenos precios y gran comportamiento exportador, con lo
cual podría soportar de mejor manera el impacto del coronavirus en el mercado y
sobre todo la demanda hogareña, local e internacional.
"La
trayectoria ascendente de los precios de la leche a finales de 2019 se había
estancado”, complicándose más la situación durante el primer trimestre de este
año en el que la pandemia se instaló y el deterioro económico fue generalizado,
explicó Michael Harvey, analista senior de lácteos de Rabobank
Advirte
también que es necesario un enfoque más cauteloso para los precios de la
exportación de leche del hemisferio sur, particularmente considerando el ciclo
de caída del mercado global, tal como se está comportando el mercado financiero
global.
El
impacto en el sector se da por el segmento HoReCa (hoteles, restaurantes y
catering), como un fenómeno mundial del aislamiento. Roabobank sostiene el
pronóstico de desaceleración de la demanda global inminente, que no se logra
compensar con la demanda hogareña. "En todo el mundo, en los principales
mercados lácteos, la demanda caerá inevitablemente a medida que aumente el
desempleo y el gasto discrecional disminuya", dijo Harvey, sin descartar
el aumento de precios al consumo, lo cual aportaría a una recesión general,
inminente.
Desde
Rabobank elevan la importancia de contar con precios sosten, sobre todo
considerados en el mix de productos básicos que llegan al consumidor directo,
para no sólo garantizar la subsistencia de los tambos, sino también la
provisión en los mercados locales.
Mensaje
positivo
En un momento en el que la
producción de alimentos no puede detenerse y es fundamental en todo el planeta,
hay sectores que capitalizan esa tarea y la comunican de muy buena manera. En
Nueva Zelandia los tamberos abren sus tranqueras y cuentan cómo es su trabajo.
Fue en el pasado mes de marzo que el gobierno neocelandés
anunció un crecimiento de las exportaciones que dejaron ganancias por 19
billones de dólares durante el año pasado, con lo cual ya no quedan dudas que
la lechería es la principal economía de ese país. Los lácteos concentran el
ocho por ciento del total de las exportaciones, a 140 países, siendo los
principales negocios la leche entera en polvo con 6,7 billones de dólares, la
manteca con dos billones, la grasa anhídrida con 1,6 billones, la caseína con
1,4 billones, y la leche descremada en polvo con 1,2 billones. Además el
paquete de exportaciones de leche fresca, formulas infantiles y yogures suman 1,1
billones.
Con 46 mil empleos directos del sector lechero, la intención
de todos ellos confluye en una sola idea para motivar al resto del país, que
como tantos otros tiene sus fronteras más aisladas, a sus habitants sin
circular y esperando que esta crisis llegue a su fin.
“Somos una nación productora de alimentos y podemos llegar a
todos”, se explica desde un sector que produce alimentos para cien millones de
personas, incluyendo a la cadena de suministro nacional.
Son varios los mensajes que se crearon con teléfonos
celulares, sin grandes tecnologías, ni guiones, pero con un mensaje poderoso,
positivo y concreto, ya lograron viralizarse de buena manera y fortalecer la
función de los propios productores y el impacto social que replican es mejor
entendido.
Elegimos un mensaje, ojalá esto se contagie por estas
latitudes y en la misma longitud.
“Querida Nueva Zelandia, sabemos que las cosas son realmente difíciles en
este momento. Las personas están preocupadas por su salud y la de sus seres
queridos. La gente está preocupada por la economía y por saber cuándo volverán
las cosas a la normalidad. Créanme cuando digo que nosotros los agricultores
también lo sentimos, pero ahora no hay tiempo para entrar en pánico.
Nuestro país puede superar esto, todos juntos. Sólo necesitamos seguir las instrucciones y quedarnos en casa, dentro de nuestra burbuja. ¡Aplanemos esta curva y detengamos la propagación de esta enfermedad, juntos!
Nuestro país puede superar esto, todos juntos. Sólo necesitamos seguir las instrucciones y quedarnos en casa, dentro de nuestra burbuja. ¡Aplanemos esta curva y detengamos la propagación de esta enfermedad, juntos!
No se preocupen porque los supermercados tengan poca comida. Hay mucha para
todos. De todos los países que podrían quedarse sin alimentos, Nueva Zelandia
no es uno de ellos. Nuestros agricultores son líderes mundiales y somos muy
buenos en lo que hacemos: producir alimentos de alta calidad.
Tenemos líneas de suministro sólidas y todos estamos trabajando duro para mantener los alimentos en la mesa para su familia y la nuestra. Los productores de leche de Nueva Zelanda producen suficiente para 100 millones de personas. Estás en buenas manos, Nueva Zelandia.
Pueden contar con nosotros para mantener la calma y seguir cultivando. Confiamos en que te quedes en casa, para mantener a nuestro país seguro. Estamos siguiendo las reglas también.
¡Podemos hacer esto! ¡Estamos todos juntos en esto! Saludos, Nueva Zelandia".
Tenemos líneas de suministro sólidas y todos estamos trabajando duro para mantener los alimentos en la mesa para su familia y la nuestra. Los productores de leche de Nueva Zelanda producen suficiente para 100 millones de personas. Estás en buenas manos, Nueva Zelandia.
Pueden contar con nosotros para mantener la calma y seguir cultivando. Confiamos en que te quedes en casa, para mantener a nuestro país seguro. Estamos siguiendo las reglas también.
¡Podemos hacer esto! ¡Estamos todos juntos en esto! Saludos, Nueva Zelandia".
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