Bajan los precios y apuestan al consumo en España

Entidades de la producción advierten sobre el ingreso de queso del resto de los países de la UE, mientras se deteriora un sector productivo fundamental.

 

Por Elida Thiery – La crisis del coronavirus afecta de la misma manera a la lechería en todos los países productores. Con menor circulación de gente, el consumo no logra márgenes habituales y esa baja en la demanda termina afectando a un año que se pensaba diferente.

Claro que esto no es exclusivo de la producción de leche de vaca, sino que se incluyen las leches alternativas de oveja y cabra, que encuentran en España un pedido concreto de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, para reducir en diez por ciento la producción de esas materias primas.

En medio de la caída del consumo y el exceso de leche cruda, desde la Federación Nacional de Industrias Lácteas explicaron esta semana que están entrando a España excedentes de leche europea en forma de quesos de bajo valor agregado, por lo tanto se hizo un llamado a los consumidores españoles para que apuesten a los productos nacionales.

“Dada la complicada situación que atraviesa en este momento el sector lácteo español, es muy importante hacer un llamamiento de solidaridad a toda la sociedad para apoyar y consumir los productos lácteos de origen español, frente a los quesos europeos”, se enunció desde la entidad.

Se explicó que tras un primer escenario de almacenamiento en el inicio del aislamiento, al corroborar el abastecimiento el consumo se comenzó a contraer y a abaratar, quedando otra parte del golpe en el cese de actividades de hoteles, restaurantes y servicios de catering.

Desde Fenil recuerdan que en España el esfuerzo de la producción y la industria se inicia en la recolección total de la materia prima en los tambos, exigiendo al máximo las capacidades de proceso y almacenamiento.
“La afectación no ha sido sólo en España, sino en toda Europa, lo que se está traduciendo en excedentes de leche y de productos lácteos a bajo precio, como el queso, que encuentran salida en España. Corremos el riesgo que este problema se acentúe en los próximos meses y se produzca un desequilibrio aún mayor en la balanza comercial quesera. El año pasado ya importamos del orden de 310.000 toneladas de queso frente a las 110.000 toneladas que pudimos exportar”, explicó en un comunicado el director general de Fenil, Luis Calabozo.

Crítica

En tanto, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de España repudió esta declaración de Fenil sobre el llamamiento al consumo de queso español. Determinó como “hipócrita” la postura de la Federación industrial, ya que para producir en el país importan leche.

Desde la filial de los agricultores en Castilla y León sostuvieron que “no es de recibo que los dirigentes de Fenil pidan consumir productos que elaboran ellos en España apelando al patriotismo ciudadano, cuando nunca han tenido reparos para importar leche de países excedentarios europeos estrangulando así a las ganaderías españolas e impidiendo su rentabilidad”.

La entidad de productores agregó que la producción de leche española cubre solo dos terceras partes del consumo y que la industria se las paga con un diferencial de entre tres y cinco centavos menos que el precio medio europeo.
“Con estas condiciones si entran productos importados de fuera, es únicamente porque la industria láctea nacional no es competitiva y se han limitado a sobrevivir a costa de pagar poco al ganadero, hasta el punto de que las marcas más señeras han sido sancionadas”.

En la región de Castilla y León quedan 980 tamberos con ganado vacuno que producen cerca de un millón de toneladas de leche anuales.

Según el Observatorio de Precios Lácteos de la Comisión Europea, en abril la leche se pagó a 32,33 euros cada cien litros, al alemán a 34,91, al francés a 35,43, y en el conjunto de la Unión Europea se pagó a 34,23 euros por cien litros.

En España esta es la cuarta baja consecutiva, sin embargo es el número más alto desde el mes de marzo de 2014, cuando los precios estaban en 0,391. En el acumulado, este año el alza del valor ya trepó cinco por ciento, el mismo margen que el total de la producción en volumen, llegando a 657.422 toneladas de materia prima durante marzo.

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