En
un encuentro organizado por Uncoga y Coninagro, se analizaron las variables del
mercado nacional e internacional
Encabezando el encuentro estuvo el presidente de la entidad cooperativa nacional, Carlos Ianizzotto, junto a Roberto Trossero, presidente de la Federación de Cooperativas Agropecuarias Coop. Ltda (UNCOGA), Rubén Burkett, gerente general del frigorífico Sodecar y su presidente, Roberto Candelero.
La apertura estuvo a cargo de Ianizzotto que destacó que “la solución de la Argentina está en el agregado de valor, en la conversión de la materia prima en alimentos para el ser humano”. Manifestando que “Uncoga trabaja en ese sentido y es un ejemplo a imitar. Es un modelo que necesitamos, porque sirve tanto para el mercado interno, como el externo”, es este ejemplo local “lo que pregona Coninagro”.
El mendocino insistió en que “en la Argentina hay un problema sistémico, porque no hay más movilización social. Ese fue el país que uno tanto añora, el de la gente que de ser humilde, podía convertir a su familia, con un mejor pasar. Eso no se ve ahora, menos con la pandemia”.
“Estamos convencidos que tiene que haber un sistema financiero a favor de la producción”, explicó el dirigente mirando hacia las alternativas que hay y cómo multiplicar el crédito cooperativo, pero entendiendo que “debe haber una política fiscal y financiera diferente para nuestras pymes”, trabajando la entidad en un documento que detalle estas necesidades y alternativas, para que el productor pueda seguir trabajando y agregando valor, apostando siempre al “esfuerzo”, “sin asistencialismo”. Actualmente se ve que desde el INAES hay “una vocación de mirar más a la producción y no como antes que sólo miraba al consumo”.
Coninagro viene desarrollando el semáforo de las actividades para ver el comportamiento de la producción, entendiendo que “la ganadería es una de las naves insignias que tiene el país”.
Ianizzotto concluyó que “tenemos que ver si este Gobierno nos mira con más cariño y nos saca el pie de encima. A pesar de todo hay resoluciones complicadas, como la de hoy que perjudica a la compra de insumos”, en la eterna disputa del dólar oficial, las retenciones y el dólar ligado a la Bolsa, que es el que marca las operaciones cotidianas del campo.
Coninagro participa en el Senasa, el INTA, el Renatre, el IPCVA, “clavando en donde ponemos el talón, pero siempre con contenido”, porque “somos muchos, estamos unidos y tenemos a empresas muy fuertes dentro de nuestro sistema”.
Contracción
La
Ing. Agr. Milagros Sobredo expuso sobre el contexto de la ganadería, en un
trabajo liderado por Silvina Campos Carlés, del área de economía de Coninagro,
junto a Globaltecnos.
En
nuestro país el stock ganadero tiene una caída del uno por ciento, entre 2019 y
2020, con 500 mil animales menos, sumando 54,5 millones de cabezas, donde la
pérdida de hembras se dio el mayor impacto, compensados de alguna manera con
más nacimientos de machos. Este es el primer año de caída después de un
crecimiento gradual en los últimos años.
Buenos
Aires, Santa Fe y Córdoba son las principales provincias ganaderas, consiguiéndose
una eficiencia del 63,5 por ciento en promedio para la productividad, superando
Buenos Aires este indicador con más del 80 por ciento.
Con
más stock y más capacidad de producción, sumado a una liquidación mayor se dio
una faena más elevada, mientras que durante los primeros cinco meses del año el
equilibrio es lo que marca el comportamiento del productor.
Las
expectativas de precio son muy buenas en el mercado interno, pensando que
pueden acompañar la inflación que superaría el 45 por ciento. Con un consumo
afectado, el precio del novillo de consumo tuvo en estas semanas una
contracción a 85 pesos por kilo, revirtiendo la tendencia que hasta marzo venía
en alza.
Del
mismo modo, el novillo de exportación también cayó hasta poco más de 90 pesos
por kilo. El comportamiento actual sigue en caída, aún por encima de 2018 que
fue el peor año, de todas maneras en esta última semana la perspectiva mejoró.
Los
precios de los terneros si están acompañando la inflación, obedeciendo a una
acción de resguardo que está tomando el productor, entre tanta incertidumbre
donde se prefiere conservar el producto, antes de arriesgar con los precios.
Al
momento se acompaña la estacionalidad del precio, que baja en el invierno (mayo
a julio) y repunta en la primavera, aunque con una variabilidad que sorprende
en los últimos años. Este año la salida de terneros es más lenta de los campos,
con lo cual se puede influir en los precios, retrayendo la oferta, pero con una
demanda caída.
En
el mercado interno se consumen por año 109 kilos de proteína por persona,
siendo 51 kilos de carne vacuna, 43 kilos de pollo y 15 kilos de cerdo (la
mitad se consumen como fiambres), con un nuevo equilibrio, a pesar del impacto
de la inflación en el bolsillo y una estimación de la caída del PBI en siete
puntos porcentuales en promedio.
Sólo
el 26 por ciento del total de la carne argentina se destina a exportación,
representada con el 30 por ciento de la faena en diciembre, que al momento
tiene una merma significativa hasta el 24 por ciento. China capta el 75 por
ciento de los envíos (143 mil toneladas en diciembre a 5.500 dólares la
tonelada y una contracción actual del 53 por ciento en la pandemia, con 21
puntos menos en precio hasta 4.200 dólares), la Unión Europea (con el doble de
valor por tonelada que China, 9.500 dólares), Chile, Israel, completan el podio
de ventas.
Se
espera que este año la carne tenga mayor demanda en los platos chinos, llegando
cerca de los siete kilos de consumo de carne bovina por persona al año en ese
país, con una mayor participación de la proteína animal y este año con una
mayor importación de todas las carnes, teniendo ya el 20 por ciento del total
del negocio internacional.
La
Cuota Hilton tuvo hasta abril el 89 por ciento del cumplimiento, conservándose
como uno de los acuerdos más interesantes para el sector.
La
cuota a Estados Unidos es de 20 mil toneladas sin aranceles; y luego sí van
sumando, pero es la gran oportunidad ganadera, con un valor promedio
interesante de 5.300 dólares. Mejor
precio tiene Brasil con 8.400 dólares, pero sólo se lleva el dos por ciento de
las ventas externas.
La
carne es el quinto producto exportado desde Argentina y si bien hay caídas este
año, es el que menos se vio afectado por el contexto de pandemia. Con
decisiones que puedan ser flexibles, seguir produciendo y apostando a la
actividad puede ser la clave para afrontar las nuevas circunstancias que se
vayan presentando.
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