El Ministerio de la Producción actualizó los valores de la materia prima
estándar en la provincia.
Desde el año 2002 quedó establecido en la famosa “acta de San Francisco” este tema como lo fundamental, la definición de una calidad de leche en particular, para un pago específico. Una leche de referencia con su precio.
Como no toda la materia prima es igual, no corresponde darle el mismo valor y es por eso que allá por septiembre de 2009 en la provincia de Santa Fe se había logrado un Decreto (1.532/2009) que pueda avanzar, al menos, en la información de la leche de referencia. Esto se tuvo activo un tiempo y luego se discontinuó, casi sin ninguna molestia del sector que nunca logra presionar para su mejora, al tiempo que la política sigue gestando normas que no se ocupa de cumplir.
Arrancando recién ahora, el Ministerio de la Producción de la provincia informó hoy los valores correspondientes al mes de marzo y su correlación con febrero y enero para esta leche de referencia.
La información confidencial que se ingresa hasta el 25 de cada mes permite tener un criterio real del valor de la materia prima en el territorio provincial, aportado esto por las industrias y operadores lácteos instalados en el territorio santafesino, correspondiendo a la materia prima con menos de 400 mil células somáticas, hasta cien mil unidades formadoras de colonias, libre de tuberculosis y brucelosis, enfriada. De esto deriva el valor del kilo por grasa y proteína.
Este criterio puede generar una leche estándar con 3,2 por ciento de proteína y 3,4 por ciento de grasa, con lo cual concluir un precio de referencia real y no promedio.
Se copiaría así el esquema de referencia que tienen otros mercados, como por ejemplo la carne con sus categorías, o las calidades de los cereales para poder ser considerados en las diferentes pizarras, hecho que se corrobora en laboratorios de referencia.
En este sentido, la información de las empresas en la provincia se asemeja a lo que se conoce hoy como el Siglea, que debería evolucionar a esta referencia y dejar de ser un promedio, establecido en marzo como 18,08 pesos por litro a nivel nacional, lo cual ahora tendrá una tendencia de retracción como lo contábamos el viernes.
En Santa Fe, durante el mes de marzo la leche de estándar tuvo un estimado de 22,79 pesos por litro, mientras que la industria abonó 18,16 pesos. El kilo de grasa butirosa tuvo 282,55 pesos, mientras que las proteínas se pagaron por kilo 396,93 pesos.
Con el estado mediando en esta transacción que se dá entre privados y esgrimiendo la potestad que le otorga la Ley de Lealtad Comercial para pedir y publicar precios, es simple la consulta que se hace para saber cuánto se pagó por determinada calidad de leche.
No deja de existir en el sector primario una cierta desconfianza sobre la manera en la que se toman estos datos, sin embargo muchos son los que valoran esta disponibilidad de cifras, al menos para tenerlas como objetivo.
Lo que aún no tiene publicación es el esquema de mix de productos que aportaba una orientación al tambero para entender de qué manera podía cobrar en relación a la venta de productos al consumo. Esto que se conocía como bandas de precios aún no tiene cifras, ni siquiera un detalle de los productos a considerar en la ecuación, donde se podría desagregar, incluso, el mercado interno y el externo.
Reclamo
Desde Confederaciones Rurales Argentinas hace años que se reclama el funcionamiento correcto de esta forma legal de contemplar el precio de la leche en Santa Fe, pero también trasladarlo a la Nación.
Eduardo García Maritano, representante de lechería de CRA, es el que dá la pelea dentro del sector e incluso con la política en el medio. “Nunca entendimos por qué teniendo los recursos en los últimos años no se pudo generar información en el Siglea de la manera correcta y no sólo quedándose en un promedio. Lo que pedimos es comparar las liquidaciones de igual precio en función de los sólidos y calidad higiénico-sanitaria y en función de eso armar el precio y no como se sigue haciendo que es sumar todos los promedios”, explicó.
La pelea entre bonificaciones y calidades es algo que sigue intacto y no se consigue hacer valer a la leche por su composición, venga del tambo que sea.
“Lo que nosotros manifestamos es basarnos en un cuerpo legal vigente, porque a partir de eso podemos construir un mercado que pueda usar todas sus herramientas, desde la forma de pago, hasta el formato de los contratos, que de ninguna manera pueden ser obligatorios, en su forma, para no caer en lo que se conoce como una posición dominante”.
Es entendible que en un momento en el que no se cuenta con referente alguno en la política nacional para poder volver a tratar estos temas, queda esto en cuestiones teóricas o en la confianza sobre los métodos que puedan aplicar provincias como Santa Fe, que tiene una legislación innovadora pero olvidada.
Argentina precisa mejorar su estructura para poder realmente competir a nivel internacional. Sin precios ciertos no puede haber evolución de la producción o los mercados globales y esto depende del control de la informalidad en todos sus sentidos.
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