Sólo dos productos tuvieron márgenes positivos, quedando de ese lado la leche entera en polvo, con 2,1 por ciento con 2.761 dólares por tonelada, con una recuperación importante para el producto más esencial del sector. Claramente fue la manteca en polvo la que pudo compensar las otras caídas, con 9,4 puntos porcentuales en alza y 2.344 dólares por tonelada en la subasta electrónica con base en Nueva Zelandia.
Por otra parte están los resultados negativos, entre la leche descremada en polvo (-0,5%; 2.350 dólares); la lactosa (-4,1%; 1.279 dólares); el queso cheddar (-5,3%; 3.520 dólares); la manteca (-4,4%; 3.631 dólares); y la grasa anhídrida de leche (-2,9%; 3.960 dólares).
Esta pelea del mercado, ante la baja del consumo a nivel global permite que los lácteos sostengan su valor de referencia y permitan ir elevando las proyecciones de futuros, que en comparación de lo que venía ocurriendo hace más de un mes, en pleno pico de infección en los principales países productores de leche, ya se pueden estimar mejoras de consideración. En esta larga oscilación de corto desplazamiento en los valores durante cuatro años, la lechería intenta volver a un piso.
Como para tener un parámetro, el mayor proveedor de ingredientes ligados a los lácteos para la salud, la alimentación y las industrias de nutrición de Australia y Nueva Zelandia, dio a conocer hoy su estimación mensual de la actividad sectorial.
Tal como lo publicó el sitio DairyReporter, el director de compras de la empresa, Dustin Boughton, explicó que mayo fue un mes de quiebre en la tendencia sectorial, porque la demanda tuvo un repunte en varias regiones que venían aisladas y frenadas, mientras que Estados Unidos y Europa ya muestran cierta reducción de la producción primaria y las ayudas estatales están colaborando para alivianar el impacto en las explotaciones.
Con más confianza en el consumo y la cadena HoReCa activándose ya se nota una alza en la demanda de queso y todo indica que en unos meses se podría recuperar la actividad, aunque con los recortes lógicos que supone un turismo que seguirá afectado y esto seguirá restringiendo la venta en parámetros habituales.
Aunque los precios de leches, manteca y quesos continúan por debajo de los parámetros en los que venían, confirman esa tendencia al alza que ya en el tercer trimestre de 2020 podrían normalizar las ecuaciones de la cadena.
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