Esto se desprende del Indice de
Actividad Económica que elabora la Bolsa de Comercio de la capital provincial,
con una contracción del 3,4 por ciento en el primer trimestre de este año.
Como cada mes, la Bolsa de Comercio de Santa Fe elabora el Indice
Compuesto Coincidente de Actividad Económica de la provincia, a partir del cual
se puede desagregar cada uno de los rubros y su comportamiento. Durante el mes
de marzo, incluyendo al inicio del aislmamiento social, preventivo y
obligatorio, con su consecuente restricción de actividades no esenciales, se
ubicó en 150,2 puntos el ICASFE, presentando una variación mensual de -1,7%
respecto a febrero de 2020. La tasa interanual de la actividad económica
provincial, comparando los meses de marzo de 2020 y 2019, fue de -5,4%. La
variación acumulada en 2020 se estima en -3,4%, para el trimestre inicial del
año.
El ICASFe constituye un indicador de periodicidad mensual que se
utiliza para conocer la evolución del nivel de actividad. Su principal objetivo
es determinar el movimiento cíclico de la Economía y fechar el
inicio/finalización de las recesiones y expansiones de la provincia de Santa
Fe, Argentina; así como su duración, amplitud y difusión. Como fuente de
información representa un medio confiable y oportuno, idóneo para la toma de
decisiones de instituciones públicas y privadas.
El análisis del Centro de Estudios y Servicios indica que entre enero y
marzo de 2020 se agudizó la recesión que registra la provincia desde comienzos
de 2018, siendo que en el tercer mes del año la actividad económica se contrajo
un 1,7%, alcanzando así los 26 meses consecutivos de recesión.
De las catorce series que componen el ICASFe, sólo tres presentaron
variaciones levemente positivas en marzo. Una se mantuvo constante y las diez
restantes se ubicaron en terreno negativo. En la comparación interanual, seis
indicadores mostraron mejoras relativas.
La faena de ganado bovino y porcino lidera el ranking de las
variaciones, tanto mensuales como interanuales, con tasas del 1,2 y 16,9%,
respectivamente.
Dentro de los indicadores de la agroindustria la acompaña la producción
láctea con tasas del 0,4 y 6,3%.
La molienda de oleaginosas registró una caída del 1,4% mensual,
ubicándose prácticamente en el mismo nivel de marzo de 2019. Las ventas de maquinaria agrícola disminuyeron un 0,5% mensual y 10,6%
interanual.
El consumo de hidrocarburos para la agroindustria y el transporte las
tasas fueron del -5,1 y -3,6%, respectivamente.
El consumo de energía eléctrica por parte de la industria se contrajo
un 0,5% en marzo, aunque creció en la comparación con igual mes del año
anterior, al 2,6 por ciento.
En cuanto al consumo de gas del sector, se estimó una variación mensual
prácticamente nula, y una caída interanual del 15,0%.
El consumo de cemento y el patentamiento de vehículos nuevos
continuaron a la baja, ubicándose en la base de ambas tablas. El primero con
variaciones del -12,6 y -44,9%, mensual e interanual, respectivamente. Mientras
que para el patentamiento las mismas fueron de -16,8 y -44,1%.
Los puestos de trabajo registrados (altas netas) cayeron un 0,3%
mensual, y se posicionaron un 1,4% respecto a su parámetro interanual. En la
demanda laboral las tasas fueron de -4,3 y 1,3%, respectivamente. La serie de
remuneraciones reales indicó pérdidas del poder adquisitivo para el segmento de
empleados registrados, del 0,2 y 1,8%, mensual e interanual. Respecto al
consumo minorista, las ventas en supermercados de las grandes superficies
instaladas en la provincia registraron un leve incremento del 0,5% mensual, y
del 0,4% interanual.
Por último, los recursos tributarios de disponibilidad de la
administración provincial perdieron -4,5% de su valor con respecto a febrero, y
8,1% en relación a marzo del año anterior.
La variación interanual del ICASFe intensificó el ritmo de caída hacia
marzo 2020, presentando una tasa del -5,4%. Esta situación se manifiesta con
mayor claridad al comparar el resultado de los tres últimos trimestres.
Asimismo, a 26 meses de iniciada la fase recesiva, sigue destacándose la baja
en indicadores de inversión en bienes durables, los cuales presentan tasas
negativas de dos cifras tanto en la comparación mensual como interanual.
Las series que se mantienen en terreno positivo fundamentalmente
representan a la agroindustria, un sector que viene resistiendo pero también
exterioriza dificultades de rentabilidad debido a la carga impositiva, menores
precios internacionales y retraso cambiario. Se espera que la recesión se
agudice todavía más debido a los efectos negativos del aislamiento en el plano
económico.
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