Atilra lanza un nuevo paro inminente

Sin fecha ni duración definida, el conflicto se plantea durante dos semanas y con una intensidad inesperada.

Por Elida Thiery - Tal como lo anticipáramos anoche a través de las diferentes cuentas de redes sociales, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina definió extender por una semana más las medidas de fuerza que viene realizando desde el pasado sábado y que se iban a extender en primera instancia hasta este domingo 23.
Después del paro del día martes y sin haberse presentado a seguir negociando la paritaria el día miércoles, momento en el que sólo presentaron una carta de intención ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, el humor dentro de la gremial fue modificando las posturas y al momento se definió llevar a un total de dos semanas la falta de trabajo de francos y horas extra, en caso que las empresas no accedan a pagar 15 mil pesos para los trabajadores y una cifra idéntica por trabajador pagadera a Atilra. Esto sólo se consiguió al momento en dos empresas que son las que no vieron resentida su labor.
En las últimas horas los transportistas comenzaron a reclamar demoras en su propia labor, precisando casi tres veces más de tiempo para la descarga de la materia prima de los camiones, hecho que incluyó una manifestación en Bella Italia, provincia de Santa Fe, en las puertas de la planta principal de Sucesores de Alfredo Williner. En otras plantas el reclamo se hizo llegar a los delegados lecheros por parte de los propios transportistas, que respetan la protesta, pero que no quieren ver afectado su trabajo.
Horas más tarde de la extensión de la protesta, Atilra también comunicó de una manera algo confusa que "nos somos mercancia a la que pueden comprar, nosotros a través de nuestro gremio decidiremos cuál es el punto exacto donde vamos a recuperar la dignidad que nos quieren arrebatar".
Parecía que esta situación iba a quedar en una nebulosa, sin embargo trabajadores e industriales sospecharon lo que se conoció este viernes hace minutos.
Atilra llama al estado de alerta y movilización a sus afiliados, para una "inminente profundización de las medidas de fuerza que incluirán la paralización de actividades".
Se aclara que al ser los empresarios los dueños de las plantas es de ellos la responsabilidad sobre la materia prima. No se sabe cuántos días serán de paro, pero se entiende que si el martes se estuvo cerca de tirar leche, con la demora que imponen las medidas de fuerza acumuladas, el riesgo crezca y en este sentido el gremio se desentiende del tema. 
A la opinión pública no hace falta hacerle creer nada como se alude en el texto, sino que saca de por sí sus conclusiones, en un contexto de emergencia económica, alimentaria y sanitaria y llevándose a cabo el desarrollo de una paritaria.
El comunicado finaliza aceptando la intención del Centro de la Industria Lechera y de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas de comenzar a pagar los ajustes salariales en alza que ya se habían acordado con el gremio, aunque no se cerró la paritaria.
El debate sigue puesto en un aporte para la obra social por todos los afiliados de Atirla, aunque no usen Ospil; y por este dinero que el sindicato precisa para su funcionamiento, de manera extraordinaria a los aportes habituales, e incluso por fuera del conocido aporte solidario que rige con 1.500 pesos por trabajador de las grandes empresas y 750 en las pymes, hecho que se propuso el miércoles en el Ministerio como instancia a negociar entre otras, para que el gremio defina sus prioridades. 



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