En la apertura del 4º Outlook Lechero de FunPEL los ministros del área productiva de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba hablaron de perspectivas sectoriales. En tanto, la necesidad de exportar más le brinda oportunidades a la lechería.
Por Elida Thiery
La apertura estuvo a cargo del presidente de la entidad, el Ing. Miguel Taverna, quien destacó “la profesionalidad de todos los eslabones, para mantener a la actividad”, además de remarcar el apoyo de todo el sector para poder llevar a cabo esta actividad que originalmente estaba planificada para cumplirse de manera presencial y para el inicio del mes de abril.
El evento que tiene a Agrofy News como socio en la comunicación, con un panel de ministros comenzó la actividad virtual. Fue Javier Rodríguez, a cargo de la cartera de Desarrollo Agrario de Buenos Aires quien resaltó la importancia de la lechería abarcando “muchos puestos de trabajo y encadenamiento productivo”.
Con una bajada política sabida y que se aleja de todos los factores que afectaron a la lechería en estos últimos años, destacó que hoy continúan en su territorio el 20 por ciento de los tambos del país y el 44 por ciento de las industrias.
“Este año revirtió la tendencia, en producción y exportaciones”, dijo Rodríguez, lo cual no se atribuye a política alguna, sino a la consecuencia de un verano calmo y al arrastre de buenos precios en el tambo durante 2019, frenados desde el mes de marzo. Aunque aludió a una recuperación del consumo interno, por las ayudas sociales, es destacable que la demanda muestra cada vez parámetros de menor valor económico.
“Cuando asumimos nos planteamos la discusión del Impuesto Inmobiliario Rural” resultando aprobada la excepción para los tambos de menos de cien hectáreas.
También puso de relieve la facilitación de créditos y aportes que se están habilitando desde el Banco Provincia de Buenos Aires.
Sergio Busso, el ministro de Agricultura y Ganadería de la provincia de Córdoba, fue concreto “desde hace mucho tiempo venimos sin acertar un proyecto de lechería nacional y no logramos acertar en una política única”, en una reflexión que abarca más de 15 años en los que los tambos van optando por cerrar y dedicarse a otras actividades, dejando de lado su función fundamental para el desarrollo territorial.
“Necesitamos a nivel nacional saber qué modelo productivo tenemos. Sabemos que no se puede producir mucho con pocos productores”, sostuvo reconociendo al mismo tiempo que el sector sostiene un margen de mucha informalidad.
“La ecuación económica va en contra de la subsistencia de los pequeños productores” y esto afecta a un avance necesario en innovación tecnológica, aplicando conocimiento científico, que es algo que se viene trabajando en la provincia y logrando en muchas explotaciones familiares.
“El año pasado pudimos terminar un censo y por eso sabemos que tenemos 2.832 tambos”, lo cual permite aplicar con detalle políticas públicas. “A veces a la lechería se la deja librada a su suerte. Se necesita una regulación por parte del estado, no una intervención”, entendiendo que acompañar al sector que juega un rol fundamental dentro de los agroalimentos debe ser esencial. “La Nación tiene que fijar reglas de juego claras y previsibles en el tiempo, pero las provincias podemos trabajar en la infraestructura rural, caminos pavimentados y mejorados, cuencas hídricas, resolver el trabajo en el suelo y los recursos naturales”, dijo mientras que Córdoba está avanzando con sus leyes ambientales para poder dar licencias a los tambos en este sentido.
Finalmente, Daniel Costamagna, el ministro de la Producción de Santa Fe apuntó que la lechería “es el corazón de la provincia en muchos aspectos”, partiendo de un producto “emblemático y noble”, donde hoy FunPEL “es una expresión genuina de toda la cadena”.
El funcionario de la provincia que produce más del 20 por ciento de la leche en el país y participa en el 50 por ciento de las exportaciones, habló de la preponderancia de las exportaciones para el sector, para marcar una “viabilidad”, en tanto propone en su territorio acompañar la calidad de la materia prima en el tambo, los procesos de transporte, pensar en el tema de pago por sólidos, avanzar en controles de progenie y el control lechero, apuntalar los procesos científico-tecnológicos, e incluso poder generar cambios en viviendas rurales y caminos para el traslado de leche cruda sin inconvenientes.
En contexto
Abriendo el primer bloque, el abogado, analista y director de DNI Consultores, Marcelo Elizondo, ofreció un marco internacional apuntado al comercio que deja en claro las necesidades y oportunidades de Argentina para crecer.
“De todo lo que se exporta en el mundo de base agroproductiva la Argentina explica el 2,05 por ciento, mientras que de todas las exportaciones mundiales significa el 0,31 por ciento”, siendo ese el sector en el que más competitivos somos, ya en el período comprendido entre 2000 y 2020 se creció el 191 por ciento en este aspecto y la expansión puede seguir adelante.
“Es el único rubro en el cual jugamos en las grandes ligas. En ningún otro sector se juega con esta significancia”, sostiene en referencia a lo agroproductivo, siendo el décimo segundo país en la lista de exportadores a nivel global, quedando Argentina relegada por detrás de la quinta decena en cuanto al comercio exterior en general, en un ránking mundial.
“Los bienes que se exportan en el mundo valen cada vez más por los intangibles que contienen”, valen mucho más de lo físico explica Elizondo, mientras recuerda que “la política va a afectar el escenario de los negocios. El Mercosur en particular con la discusión que está teniendo marca esto de que por razones no comerciales se va a ver modificado el panorama”, en una senda de acuerdo con Europa que Argentina no promueve como sí lo hace Brasil.
“Hay nuevos patrones en los acuerdos económicos internacionales”, hay más exigencias con normativas, reglas, cuestiones ambientales, por lo tanto se debe tener en cuenta que “ya más de la mitad de las exportaciones ocurre entre los países que están dentro de los acuerdos de libre comercio y Argentina tiene que ser parte de esto. Se suma a esto que como país no podemos seguir protegiéndonos con aranceles altos”.
Europa es el mayor comprador de alimentos del mundo (concentra el 45 por ciento de las importaciones) y por eso hay que considerar que es un mercado posible, aunque para Argentina Asia es el mercado más relevante actualmente.
En la actualidad “hay una prevalencia de empresas y organismos internacionales”, “hay una desaparición de los límites productivos, una multi-industrialización”, una mayor vinculación de sectores.
Elizondo enfatiza que “para que las empresas puedan exportar más, hay que producir más. En el país hay pocas empresas agroindustriales que tienen grandes volúmenes de exportación” y es eso lo que se debe promover a través de nuevos atributos, desde los intangibles, la reputación, la marca, desarrollo de adaptabilidad, la estrategia comercial, tendiendo a la “certificación de estándares y cumplimiento de normas que van a ser crecientes en los productos y los procesos productivos para el sector lechero, particularmente”.
Finalmente, en el panel de consultas agregó que “eliminar los derechos de exportación normalizaría el funcionamiento, además de mejorar el precio por tonelada con más inversión. Las retenciones son una mochila en la dificultad de reasignar recursos dentro de cada cadena”.
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