Los valores internacionales y locales muestran una demora que se va a complicar con la primavera.
Desde afuera y hacia adentro, vamos a repasar el mapa de los valores en el sector lechero, que afectan a la producción primaria.
Este martes, desde Nueva Zelandia, se dio una nueva subasta electrónica del gigante cooperativo lechero Fonterra, marcando los valores indicativos para los lácteos y con una vigencia de dos semanas. Una cuarta baja consecutiva generó un valor promedio entre siete productos de 2.955 dólares y un punto porcentual abajo.
Esta contracción estuvo liderada por la leche entera en polvo, la principal referencia del sector, que sigue bajando por tercera ronda consecutiva hasta los 2.884 dólares (-2%), seguida por la manteca con -1,2 por ciento y 3.334 dólares; la grasa anhídrida de leche, -0,5% (3.852); y el queso cheddar con -0,4% (3.428).
Los números positivos fueron para la manteca en polvo con 3,9% (2.356 dólares por tonelada), la leche descremada en polvo 1,8% (2.663); y la lactosa con 0,8% (1.314).
Todos estos números confirman una tendencia de inestabilidad en las cotizaciones internacionales, en el impacto en la demanda en todo el planeta con la vigencia de la pandemia y tocando las cifras que ya se habían estimado para este momento, generando en ese país una incógnita sobre lo que será el anuncio de precios a los productores que la propia Fonterra hará el próximo 18 de septiembre, con una previsibilidad que la desconoce por completo Argentina.
Mercado interno
Pero acá también hay impactos, que suman variables como la crisis económica creciente, el enfriamiento que rige sobre las actividades económicas y sociales, pero que también suma una influencia de la sequía que no la quitan los pocos milímetros sumados en este primer día del mes. El impulso de un verano benévolo hace que la cantidad de leche que se espere para cuando las flores cubran los canteros venga con una ventaja comparativa del ocho por ciento, respecto al primer semestre del año anterior.
Según los datos que publicó en un compendio el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, dependiente de la FunPEL, actualmente en nuestro país el tambo promedio tiene 3.027 litros de leche diarios producidos, en un cálculo que se hace de acuerdo a unas 8.500 liquidaciones mensuales.
Pero la clave de todo esto está en el precio al productor. A grandes rasgos y sin tener en cuenta una variación ínfima de centavos, el valor pagado por la materia prima está frenado desde marzo pasado.
En relación a lo que informan 354 empresas a través del Sistema Integrado de Gestión de la Lechería, el valor por litro promedio quedó en 18,33 pesos, mientras que la misma información de marzo representaba 17,84 pesos por litro.
El aislamiento generó una contracción en el consumo, un abaratamiento de la demanda y en esto se basa la limitación para extender el pago en el tambo.
Sin embargo, ahora con la paritaria de los trabajadores lecheros cerrada, con la primavera encima y con la búsqueda de fidelización de leche cruda que se pueda secar para preservar en tiempos de excedentes, ya algunas empresas adelantaron a los productores que sumarán algunos centavos por la materia prima que se terminó de entregar durante agosto. Una de las principales industrias lácteas ya dejó correr la intención de aumentar hasta 40 centavos por litro y esto sin ser suficiente para acercarse al precio sostén que estaría en 19,50, aproximadamente y según algunos dirigentes tamberos, al menos permite programar un poco mejor el tiempo más intenso del tambo.
Durante la larga siesta de la política para resolver problemas de ordenamiento y estructuración del sector, que podría tener alguna novedad este jueves cuando en Santa Fe se intente comenzar a debatir técnicamente la posibilidad de aplicar por completo los seis puntos del Acta de San Francisco, las vacas no dejan de dar a luz y prometer más leche, a pesar de todo lo detallado.
Que las personas estén a la altura de la naturaleza es el deseo para encarar el final de este 2020 histórico.
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