Luego de una pauta salarial cerrada por ATE y UPCN, el gremio mayoritario del organismo solicita un acuerdo mejor que el siete por ciento, frente a la inflación actual.
En una postura acordada por las regionales Noroeste, Nordeste, Centro, Patagonia y Cuyo del sindicato que tiene una mayor representación dentro del INTA, abarcando al 90 por ciento de la planta estable, se llevaron a cabo diferentes encuentros, incluso con la actual titular del Instituto, Susana Mirassou.
Es a raíz de un encuentro virtual generado el pasado 14 de octubre, la gremial definió avanzar en la presentación de una carta ante el Ministerio de Trabajo para solicitar una medida adicional para los trabajadores del INTA.
Marcelo Piasenzotto, secretario general de Apinta en el área de Rafaela y uno de los principales referentes en la provincia de Santa Fe, cumpliendo ya su cuarto mandato, dialogó con Agrofy News al respecto.
“Los gremios ATE y UPCN que son mayoritarios entre los empleados públicos a nivel nacional aceptaron una paritaria de siete puntos para lo que va del año y arreglar en diciembre un porcentaje más para recuperar algo más respecto al costo de vida de este 2020, sin embargo nosotros lo consideramos muy insuficiente”.
Dentro del INTA hay tres categorías de referencia salarial, Apoyo, Técnicos y Profesionales, entre las que se reparten unos siete mil empleados, siendo de este total el 30 por ciento considerados trabajadores esenciales durante la pandemia, además de un 25 por ciento aproximadamente los que están por debajo de la línea de la pobreza, si se tiene en cuenta un ingreso de 47 mil pesos, para que una familia tipo no esté por debajo de ese parámetro que fija el propio INDEC.
“Nosotros venimos con una paritaria muy castigada hace muchos años, especialmente en los últimos seis años, arreglando los salarios por debajo de la inflación. Sólo para entender de lo que estamos hablando, en 2019 nuestra paritaria fue del 28 por ciento, cuando la inflación fue de casi el 54 por ciento, mientras que este año con más del 22 por ciento acumulado de inflación al momento, sólo nos ofrecen el siete por ciento de aumento”, explicó Piasenzotto.
Más allá de las cuestiones partidarias, el referente de Apinta aclara que los gremios deben posicionarse por los derechos de los trabajadores. Fue en el período de 2006 a 2010 que los salarios habían conseguido una mayor equidad, “incluso se logró en ese momento un convenio colectivo de trabajo que no lo habíamos logrado reglamentar antes. Los sueldos lograron buenos niveles y a partir de 2010 empezaron a decaer”, complicándose esta condición en estos últimos dos años.
Específicamente durante la gestión anterior, el INTA tuvo una reducción de personal de consideración, con la salida de unos 1.500 agentes en todo el país, pasando de los nueve mil a un número superior a los siete mil, incluyendo a quienes decidieron dejar su espacio en el organismo a través del esquema de retiros voluntarios.
Tal como sucede en la Estación Experimental Agropecuaria de Rafaela, se refleja en otros puntos del país, donde la falta de personal en la categoría Apoyo es muy notoria y marca una demora en la tarea del INTA y un debilitamiento de la estructura general. De la misma manera, se marca una merma en el trabajo de los becarios, que es el punto de partida para el ingreso de carrera al Instituto, mientras que lo que tiene márgenes más habituales es el esquema de becarios a través del convenio INTA-Conicet.
“Desde Apinta estamos pidiendo una paritaria sectorial, teniendo en cuenta que somos el gremio mayoritario en representación dentro del INTA, a través de una nota presentada ante el Ministerio de Trabajo que al momento no ha tenido respuesta.
Cabe destacar que en el acuerdo salarial de fines de septiembre el Gobierno Nacional accedió a otorgar un diferencial de diez puntos para el personal del Conicet y en esta misma línea estaría trabajando Apinta para lograr una condición similar para sus representados, aguardando por el momento en el que los reciba el Ministerio de Trabajo.
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