Comienza una “chocleada solidaria”

En un lote de la Sociedad Rural de Esperanza, la Cooperativa Guillermo Lehmann y la UNL sembrarán maíz, para que unas 200 mil unidades sean donadas allá por el mes de abril.

Por Elida Thiery - Esta semana y aprovechando el buen impulso de las lluvias que está dejando la lluvia en el centro de la provincia de Santa Fe, la Sociedad Rural de Las Colonias anunció que destinará un lote de tres hectáreas que tiene en su predio de remates y exposiciones sobre la Ruta 70, en el límite oeste de la ciudad de Esperanza, para que se siembre maíz y su resultado sea donado a comedores y entidades de bien público que los necesiten para alimentar a las personas a las que asisten habitualmente.
Esta iniciativa de la entidad está acompañada por los jóvenes de su Ateneo, el Centro de Estudiantes de la Facultad de Agrarias de la Universidad Nacional del Litoral y la Cooperativa Guillermo Lehmann, que donará las semillas y los servicios para este lote.
Con la planificación de la siembra en marcha para concretarla en las próximas semanas, el trayecto hasta la trilla en el mes de abril tendrá una tarea interesante de por medio y que sale del lote, que es la de recibir en la Sociedad Rural de Las Colonias las propuestas o pedidos para que la producción sea donada a comedores barriales, merenderos o instituciones intermedias de la ciudad de Esperanza o el departamento Las Colonias que precisen este aporte de alimentos.
“Sabemos que vamos a tener una gran cantidad de producto, pero todo va a ser donado. Tenemos una estimación de sumar unos 200 mil choclos, ya que se calcula un total de 60 mil choclos por hectárea, confiando en que muchas de las plantas de más de un choclo”, explicó Juan Pablo Luna, el coordinador de sucursales de La Lehmann, en Esperanza, San Agustín, Llambi Campbell y San Jerónimo.
Pero la convocatoria también supera a la actividad productiva en sí, porque para abril, cuando la campaña termine se necesitarán muchas manos para poder hacer la cosecha. Una forma muy especial de acercar al campo a quienes más lo necesitan y mostrando de qué se trata la producción.
Esto tiene directa relación con la responsabilidad social que las entidades ligadas al campo tienen, en tiempos en los que es más habitual en nuestro encontrar una transformación negativa del rol de los productores de alimentos, que entender la verdadera función que cumplen y más aún en comunidades en las que el campo es base fundamental de la vida socio-económica.
“Esto se hace con un fin solidario que además mostrará a la comunidad que el sector agropecuario es esencial en la generación de alimentos”, concluyó Luna, pensando en algo que cotidianamente no vemos pero que es simple y concreto, detrás de cada plato de comida está el campo y poder generar producciones cada vez mejores, accesibles y sustentables es una responsabilidad que tiene que compartir la agroindustria, pero también los consumidores y destinatarios de esos alimentos.

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