A pesar de un comienzo difícil, el sector lechero a nivel global está cerrando un año de expansión que podría moderarse en 2021. Estas son las previsiones de Rabobank, que está cerrando el balance productivo en todas las actividades, entre las cuales la lechería es uno de los ejes fundamentales.
Mientras los siete grandes productores a nivel global, incluyendo a Nueva Zelandia, Brasil, Argentina, Uruguay, Unión Europea, Estados Unidos y Australia se expandieron en el tercer trimestre del año y algo menos en el cuarto segmento de 2020, pero sumando unos 4.500 millones de litros, en tanto las perspectivas indican una expansión total del 0,8 por ciento para 2021 que estarían representados por 2.700 millones de litros.
Con más materia prima los mercados globales se mantuvieron resistentes según la mirada de Mary Ledman, estratega global de Rabobank, en un seminario web organizado por la American Dairy Coalition.
"El crecimiento en el suministro de leche para el tercer y cuarto trimestre ha sido manejable, y nuestra perspectiva de un mayor crecimiento en 2021 es moderada frente a 2020", en referencia a un crecimiento interanual inferior a mil millones de litros por trimestre.
Rabobank espera un aumento de 2.700 millones de litros para todo 2021, considerablemente menos que el aumento de 4.500 millones de litros de este 2020.
“Aún no se ha determinado si los mercados se mantienen en equilibrio. Hay enormes incertidumbres a medida que continuamos ajustándonos al impacto de la pandemia en la economía global”, incluyendo los diferentes esquemas de apoyo de los diferentes gobierno en Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido o Europa, sin embargo no se conoce qué impacto puedan tener los programas de ayuda alimentaria durante el próximo año, pero también la influencia que tendrá el Brexit, o las relaciones de estadounidenses con China.
Mejorando las previsiones de comienzos de 2020, el comercio aumentó cinco por ciento interanual hasta septiembre, en gran parte debido a la importante demanda en China, aunque cayeran las demandas en Argelia, Indonesia, Malasia, Filipinas y Vietnam, que tuvieron el impacto paralelo de la menor facturación de los negocios vinculados al petróleo.
“Esta es realmente una situación en la que el deseo de seguridad alimentaria superó las malas condiciones económicas internas", sin embargo “estamos observando esto de cerca porque una caída prolongada en el comercio no sería buena incluso a la luz de nuestro modesto aumento en la producción mundial de leche", dijo.
China sigue siendo el mayor importador de lácteos del mundo, habiendo aumentado hasta octubre 19 por ciento y continúan siendo sólidas, con gran influencia del aumento del 46 por ciento en los negocios vinculados al suero para la industria porcina, en recuperación luego de la peste africana.
También fueron buenas las importaciones de leche en polvo de China, sumando quesos y manteca, mientras que para Estados Unidos la relación inestable con México, que tuvo un año de debilidad económica y sanitaria, tuvieron una merma del 21 por ciento anual para las ventas de lácteos.
Por su parte, el analista de productos lácteos de Rabobank, Michael Harvey, dijo que "la Unión Europea y América del Sur deberían experimentar las mayores desaceleraciones el próximo año, con la producción en Oceanía sin cambios", sosteniéndose proyecciones de demanda estables y que un fortalecimiento del desempeño minorista a raíz del Covid-19 que respaldaría aún más los precios de las materias primas.
"En Europa y Estados Unidos las existencias de productos lácteos anteriores están llegando a los canales comerciales, lo que es una buena noticia para los precios".
La recuperación económica y el impacto de una menor intervención gubernamental determinarán la fortaleza de la demanda global de lácteos hasta principios de 2021, y los gobiernos de todo el mundo tendrán que reducir inevitablemente tanto las compras de lácteos como los pagos en efectivo que apoyen a los consumidores, según el informe, mientras se consolidan las alternativas de vacunas en todo el mundo para mejorar las condiciones, atendiendo a la pandemia.
El último informe de Rabobank también advirtió que La Niña en el hemisferio sur, si bien ofrece el potencial para fortalecer la temporada australiana, ya está generando sequía en el sur de Brasil y Argentina, y la gravedad del evento podría afectar la producción láctea de la región.
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