Al cierre de 2020 se reveló que fueron
algo más de ocho mil toneladas las vendidas durante el último mes de diciembre.
De acuerdo al relevamiento realizado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, un tambo promedio tuvo en diciembre una facturación negativa del -1,5 por ciento en diciembre respecto de noviembre (-4,7% en el promedio diario), mientras que en la comparación interanual fue de 1,2 por ciento el valor, con un acumulado anual del 2,3 por ciento, teniendo en cuenta que para el mes de mayo se igualó la facturación con el año anterior 2019, entre junio y octubre comenzó a ser inferior y se recuperó sólo en noviembre y diciembre últimos.
El aumento interanual acumulado del 7,4% en la producción nacional de leche, con 9,8 por ciento en la producción del tambo promedio, compensó el crecimiento atenuado del precio y el efecto negativo del proceso inflacionario, con caída de precios en moneda constante.
Si se analiza el año 2018 en comparación con 2020 en pesos constantes, sería de un 30,2% superior, pero quedando mucho más atrás de la mitad de los valores inflacionarios.
En cuanto a la variación en dólares se registró una merma intermensual entre noviembre y diciembre de -0,9%, con -4,1% en el promedio diario, -0,2 por ciento en el contraste de los meses de diciembre de 2019 y 2020, mientras que el acumulado anual fue de -1 por ciento. En abril se igualó la facturación del año anterior, entre mayo y septiembre fue inferior y entre el trimestre de octubre a diciembre fue prácticamente igual al año anterior.
Fue así que el aumento interanual de la producción no alcanzó a compensar el leve crecimiento del precio en pesos y la aceleración en el proceso devaluatorio del tipo de cambio, haciendo que el acumulado del año fuera de un punto porcentual inferior al año anterior. El año 2020 fue 10,6 por ciento superior en facturación en dólares que el año 2018.
Al exterior
En este contexto, las exportaciones de lácteos durante el último mes del
año, con datos provisorios y sin el desagregado de los “productos
confidenciales” se dividieron por valores
en dólares en 51,7 por ciento para la leche
en polvo, 23,4 puntos para los quesos en sus diferentes pastas, 16,7 por ciento
para dulce de leche, manteca, aceite butírico, suero, entre otros y el 8,2 por
ciento restante en productos confidenciales como lactosa, caseína, yogures y
demás.
La caída fue significativa,
una contracción del -39,1 por ciento en volumen y -37,7 por ciento en valor, en
la comparación de diciembre con el mes de noviembre últimos. El contraste
interanual también se inscribió en rojo con -31,6 por ciento en volumen y -31,7
por ciento en cuanto a los valores.
Desde el OCLA se explica que las ventas al exterior de leche en polvo entera que venían a un ritmo de
crecimiento interanual muy importante con un acumulado de 74 por ciento hasta noviembre,
tuvieron en el cierre del año una caída de -56,4 por ciento respecto al mes
anterior, mientras que el descenso fue de 51 puntos a diciembre del 2019,
siendo los volúmenes más bajos en los últimos 11 años, tomando los
décimo-segundos meses de cada ciclo.
En litros de leche
equivalentes, las exportaciones representaron para este año el 25,1 por ciento
de la producción total, siendo el 20,6 por ciento el año pasado, absorbiendo
las exportaciones unos 660 millones de litros de leche adicionales respecto a
2019.
En 2020 hubo 770 millones más
de producción y 103 millones de litros equivalentes de mayor stock inicial, con
lo que las exportaciones captaron en su mayor proporción la oferta agregada (el
75%) ya que el consumo interno fue casi igual al año anterior, cubriendo la
diferencia el cierre con menores stocks.
Los litros de leche exportados
implicarán un incremento en la participación relativa de Argentina en el
comercio mundial de lácteos, pasando del 2,6% en 2019 al 3,3% en el 2020, sin
considerar en estos números las transacciones comerciales dentro de la Unión
Europea.
Los precios de nuestro principal
producto de exportación, la leche entera en polvo, tuvieron una importante
caída en los precios a causa de la pandemia por Covid-19, que se fueron
recuperando parcialmente en el segundo semestre.
El volumen exportado de LPE se
incrementó 7,4 por ciento por la necesidad de colocar la mayor producción, a
pesar de precios internacionales no tan atractivos y con la vigencia de los
derechos de exportación. La industria colocó volúmenes adicionales en las
exportaciones para no sobre ofertar al mercado interno.
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