Se debate el pago por calidad de la leche

Todos los sectores que componen a la lechería empezaron a actualizar alternativas para que la materia prima sea valuada por sus componentes y no por litro. Con encuentros consecutivos en estas semanas se intenta avanzar sobre una necesidad formalizada desde 2002. 

Por Elida Thiery (Agrofy News) - La lentitud en cualquier avance para el sector lechero argentino genera más dudas que certezas para los productores, a pesar de la suba de precio por litro, que sigue muy por detrás del ritmo de los costos y de los valores internacionales. 

La semana anterior se desarrolló el primer encuentro del año del Consejo Federal Lechero, convocado por la Dirección Nacional de Lechería y durante la semana los acercamientos con los diferentes segmentos industriales permitieron generar una base más sólida para empujar la puesta en marcha del pago por componentes al eslabón primario. 

Se manifestó la voluntad de impulsar el cambio en el sistema, a partir del cual el avance podría conducir a la reducción de las bonificaciones comerciales y el aumento de la remuneración proporcional por componentes y calidad higiénico-sanitaria. De esto Arturo Jorge Videla habla desde el final de su anterior gestión. 

Hace ya unos seis años, al menos, se da vueltas sobre algo escrito una y dos veces, en diferentes resoluciones sobre las que aún no se consiguió completo acuerdo, habiendo quedado en el medio otro Gobierno que no movió piezas en este sentido y se quedó en la puesta en marcha del Sistema Integrado de Gestión de la Lechería, que aporta un promedio de precios, calidades y datos para el sector.  

En 2020 la intención de la Nación era la de tener a la provincia de Santa Fe como modelo, sin embargo la idea no avanzó en medio de la pandemia. 

 

Muestreo 

 

Esta semana se dio una nueva serie de encuentros virtuales para intentar dar un paso adelante, pero cada cita tiene horas de intercambios que se alejan del tema central y que en definitiva no encuentran un cauce concreto, pero siendo la primera oportunidad en la que varias entidades se encuentran conjuntamente con el Director Nacional de Lechería. 

Con funcionarios políticos de las provincias, con representantes de industriales y también con entidades de productores, la Nación tuvo una nueva instancia para acercar el detalle de la que fuera la Resolución 229, una reversión de la antigua 189 de la propia gestión de Videla. Discutida por ser más laxa que la original, esta propone un lineamiento mínimo de cuatro, seis u ocho muestras mínimas por mes, según la escala de la industria, mientras muchas de las grandes hacen muestreos diarios, para que así se tome una referencia de la calidad de la leche y de ahí surja su pago, ya no por litro. 

Intentando agilizar el sistema de información actual, se derivará al INTI un relevamiento mayor de laboratorios que al momento son 18 los homologados para poder hacer los análisis de unos 7.300 tambos en todo el país. 

Con una aplicación móvil, los productores podrían consultar los movimientos diarios de los resultados e incluso los resúmenes mensuales de la materia prima y su calidad. 

Si bien oficialmente se reconoce que el sistema de pago por litro ha distorsionado la calidad de la materia prima, poco se ha hecho en estos 20 años para mejorar esa situación, ya que una constante pérdida por parte de los productores no permitió invertir en mejoras que se puedan encontrar en los componentes de la leche. 

Se explicó en los diferentes encuentros que el 59 por ciento de los tambos nacionales y el 45 por ciento de la leche cruda están por fuera del Código Alimentario Argentino en la definición del producto, con el parámetro de cien mil unidades formadoras de colonias y 200 mil células somáticas, además de 2,9 por ciento de proteínas y tres por ciento de grasa. 

En particular en la provincia de Santa Fe el 32 por ciento de los tambos tiene un número promedio por encima del CAA, mientras que el 48 por ciento está más arriba en el recuento de células somáticas. Lo que aún no se definen son plazos para mejorar estas cifras, estrategias nacionales o provinciales para poder acomodar los números y así garantizar que en un pago por calidad todas las explotaciones estén incluidas. 

Puede que algo de esto se proponga la semana próxima cuando se vuelvan a encontrar las provincias con la Nación, pero también la producción y luego dar paso a una nueva cita del Consejo Federal Lechero. 

También será momento para que Córdoba y Santa Fe propongan estrategias de alivio para el sector, en la consideración ya acordada para declararla economía regional. Puede entenderse que el primer pedido es la reconfiguración impositiva y con ello la liberación respecto a las retenciones, ya que para las arcas nacionales tiene poca significancia, con algo menos de 80 millones de pesos en el último ejercicio, sin embargo volcar eso en el propio sector conseguiría mejoras industriales y productivas. 

En medio de tanta confusión, en un tironeo innecesario con el campo que se vuelve a promover desde la esfera más alta del Gobierno, la lechería queda envuelta en una dialéctica que se espera no sea dilatoria y concrete un pedido que está escrito y firmado desde 2002, en el Acta de San Francisco. 

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