Entre los meses de diciembre y enero se relevó la opinión de los productores, encontrando que el 63 por ciento de los productores tuvieron problemas para reclutar en los últimos cinco años a personal idóneo. Esto representa un aumento del 51% en 2016 y del 40% en 2014, cuando el RABDF encuestó por última vez a los agricultores sobre temáticas laborales.
El 80 por ciento de los encuestados dice que la contratación de personal es algo que los preocupa y casi un tercio (32,5%) dicen que considerarían dejar la industria debido a la falta de mano de obra lechera. Con horas de trabajo solitarias, de poco vínculo con otras personas, lo cual explica el 28 por ciento de las respuestas vinculadas a las renuncias en los cargos de cada tambo.
A pesar que el 77 por ciento de los empleadores dicen que han realizado cambios en su explotación para hacer el lugar de trabajo más atractivo la tendencia está consolidada, más allá de la creación de instalaciones dedicadas al personal; ofrecer más tiempo libre y no trabajar los fines de semana; atractivos para la compra de vivienda y facilidades en las futuras pensiones, por ejemplo.
La dificultad para contratar trabajadores nacionales ha hecho que se mantenga la dependencia de la mano de obra extranjera 42,1 por ciento de los casos relevados, con un crecimiento del fenómeno en los últimos cinco años, sin embargo con el Brexit y las fronteras más rígidas se complicará más aún el acceso a ese personal.
El Director Gerente de RABDF, Matt Knight, dijo que “a pesar de los repetidos llamamientos al Gobierno para que intente incluir a los trabajadores lácteos en la Lista de ocupaciones por escasez del Comité Asesor de Migraciones o como trabajadores calificados, no hemos tenido suerte. Necesitamos acceso a estos trabajadores calificados, especialmente a corto plazo hasta que se encuentren soluciones a más largo plazo al problema del empleo lechero”.
Es alentador que la mitad de la mano de obra empleada en los tambos (54%) tiene entre 16 y 34 años, con 75 por ciento de los empleados menores de 49 años, muy por debajo de la edad promedio nacional en la agricultura de 65 años.
Los aprendices constituyen una parte valiosa de la fuerza laboral con más de la mitad (57,5%) de los encuestados que emplean a uno y el 86,5% dicen que considerarían contratar a una persona para estos cargos iniciales.
Knight agrega, “hay mucho trabajo por hacer en torno a la imagen de la producción lechera para atraer nuevos participantes y trabajadores a la industria. De todas las encuestas que ha realizado el RABDF durante los últimos siete años, cada una ha puesto de relieve un problema fundamental con la imagen de la ganadería lechera. Las horas largas y poco sociales parecen ser los principales factores limitantes a la hora de contratar personal en las granjas lecheras”.
En tanto, “estamos buscando soluciones que incluyen trabajar con universidades terrestres para promover cursos específicos de lechería y trabajar con grupos de jóvenes para promover la ganadería lechera como una carrera para los no agricultores, por ejemplo”.
“Sin embargo, también es importante que consideremos prácticas laborales alternativas para hacer que las horas de trabajo sean más sociables y atraer a más trabajadores a las granjas. Seguiremos esto en los próximos meses con consultas de la industria ".
El responsable de la RABDF se explica que "todas estas iniciativas toman tiempo, por lo que hemos escrito nuevamente al Gobierno este mes destacando los resultados de la última encuesta y solicitando que reconsideren la inclusión de los trabajadores lácteos en la Lista de Ocupaciones por Escasez o como trabajadores calificados".
Resumen
El 79,4% de los agricultores que completaron la encuesta eran
agricultores, el resto eran administradores en campos de agricultura 12,4%,
ganaderos 6,6%.
Más de la mitad de los que respondieron la encuesta (67,22%) tenían más
de 250 vacas, y la cohorte más grande tenía entre 250 y 500 vacas (38,5%).
El 94% de los relevados consume productos lácteos.
Casi la mitad de los encuestados (42,1%) emplea a trabajadores
extranjeros en su explotación. De ellos el 74% dijo que lo hacían porque no
pueden contratar personal del Reino Unido. Otras razones incluyeron su
flexibilidad para trabajar horas de actividad social (66%) y tener una mejor
ética de trabajo (58,5%).
La mayor parte de la mano de obra empleada por los encuestados se
clasificó como calificada (64%), y el 33% empleó una combinación de mano de
obra calificada y no calificada.
Más de la mitad de la mano de obra ocupada tiene entre 16 y 34 años
(54%) y el 75% de los empleados tiene menos de 49 años.
El 63% de los encuestados dijo que ha tenido dificultades para
contratar personal en los últimos cinco años. Más de la mitad (58%) dijo que
les tomó entre cuatro semanas y 12 semanas o más para contratar personal.
El 80% de los encuestados dijo que la contratación de personal era algo
que los preocupaba.
El 32,5% dijo que consideraría dejar la industria láctea por falta de
mano de obra
Las redes sociales y el boca a boca fueron dos de las principales
formas en que los agricultores contrataron personal, 31,3% y 29,6%
respectivamente.
La mayoría de los solicitantes tendrían alguna experiencia práctica con
vacas (74%).
El 95% de los empleadores ofrecen capacitación al personal, la mayoría
de las cuales consistió en capacitación en el trabajo y cursos de capacitación
locales.
El 57,5% había contratado a un aprendiz y el 86,5% dijo que consideraría
contratar a alguien inexperto, siendo la falta de tiempo una limitante.
El 77% dijo que había cambiado algo en su tambo para hacerlo más
atractivo para los empleados.
El 31% del personal permaneció empleado en las granjas durante cinco
años o más y el 61% estuvo empleado durante dos años o más.
Más de una cuarta parte (28%) del personal renunció debido a horas de
trabajo poco sociables.
Más del 81% de los empleados pagaron a su tambero un salario promedio de 26 mil libras
(casi 36 mil dólares) o más; y el 12% pagó más de 36 mil libras (casi 50 mil
dólares).
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