La “Chocleada Solidaria” en Esperanza cumplió sus objetivos

Entre la Sociedad Rural de Las Colonias, la Cooperativa Guillermo Lehmann y la UNL cosecharon a mano y terminarán con maquinaria cinco hectáreas de maíz que se donaron a casi diez comedores e instituciones del centro santafesino. Se acercó de buena forma al campo con la ciudad. 

Por Elida Thiery (Agrofy News) - Una decisión que se tomó mucho antes del inicio de la campaña gruesa tiene ahora sus resultados y llega a quienes más necesitan alimentos. 
En un abril cálido, con muchas lluvias, a pesar de las nubes de mosquitos que visitan los campos en estos días la cosecha manual se concretó en el predio de la Sociedad Rural de Las Colonias, a la vera de la Ruta 70 en Esperanza, en parte de las cinco hectáreas de maíz que protagonizaron la “Chocleada solidaria”. 

Mayco Mansilla de la institución detalló la iniciativa que se llevó a cabo junto a la Cooperativa Guillermo Lehmann.

“Se nos ocurrió darle una utilidad a estas cinco hectáreas que tiene la Rural en su predio y convocamos a otras instituciones vinculadas al agro como nuestro Ateneo, la Cooperativa Guillermo Lehmann, a la Juventud Agropecuaria de La Lehmann y al Centro de Estudiantes de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Litoral”. 

Con donaciones de las entidades, pero también de los productores de la región, “conseguimos los insumos, sembramos en enero y ahora terminamos teniendo unas 300 mil plantas de maíz, que empezamos a levantar con una cosecha manual en la que intervinieron unas cien personas”. 

Si bien se iba a cumplir con este evento entre sábado y domingo, las lluvias lo fueron corriendo hasta este martes y miércoles, cumpliendo con protocolos sanitarios y con mucha voluntad para sacar a mano choclo a choclo que fueron llenando bolsas para ser donados de manera directa, porque la entrega de este alimento se fue haciendo a medida que se completaba la chata de cada camioneta. 

“Esto se está destinando a siete merenderos, dos organizaciones sociales y a la Cooperadora del Hospital de Esperanza”. En Pilar se repartieron más de 24 mil choclos a diferentes entidades de la localidad.
Mansilla explicó que las dimensiones son grandes y la mayor parte de la cosecha se hará con máquinas en los próximos días, estimando un rendimiento de seis toneladas por hectárea. 

“Estamos muy contentos con la cantidad de gente que nos acompañó, con quienes se inscribieron para recibir las donaciones. La idea que estamos cumpliendo es la de trabajar con fines solidarios”. 

Esta iniciativa en la que además de los insumos y los servicios tiene una entrega del tiempo de cada uno de los que interviene permite iniciar un interesante camino. “Queremos fortalecer el trabajo y la capacitación para quienes quieren empezar a fortalecer el programa de huertas familiares en la zona. Entregaríamos semillas y herramientas para que puedan hacerlo en sus casas, también en los comedores y espacios de cada institución”. 

Existe una apertura en las entidades del campo que se ve entre sus representantes más jóvenes y Mayco Mansilla lo traslada de esta manera. “Muchas veces existen brechas importantes entre el campo y la ciudad, sobre todo en las localidades más grandes. En el Departamento Las Colonias, por ejemplo, quizá todo se siente más cercano al sector rural, por cómo se tracciona la economía. El sector agropecuario colabora muchísimo en el desarrollo a través de la generación de empleo y a través de los recursos que se aportan al Estado, no sólo por retenciones, sino con el resto de los impuestos, para sostener a muchas acciones del Estado”. 

Del mismo modo, “en el ámbito rural hay mucha capacidad para poder generar este tipo de iniciativas. Esto se hizo muy fácil porque hubo mucha ayuda y todas las personas se pusieron a disposición desde el principio”. 

Una particularidad del lote es que en el medio se intentó generar un cultivo sin aplicaciones más que en la siembra, para contrastar métodos tradicionales ante los denominados “agroecológicos”. 

“Juntamos en media hectárea unos cien choclos, que sobrevivieron a las malezas y a los insectos. Las plantas quedaron mucho más bajas y eso nos da el claro ejemplo de poder hacer las producciones orgánicas a pequeña escala, en grandes superficies es imposible”. 

Como ingeniero agrónomo agregó que “hoy Argentina lidera el conocimiento y la tecnología que se aplica a la agricultura. Se pueden producir alimentos de forma sustentable, sin riesgo para la salud humana y el medio ambiente si se cumple con las buenas prácticas agrícolas. Sabemos cómo hicimos esta producción y estamos seguros de estar trabajando adentro del lote y también de comer los choclos sin problemas”. 

La limitante de la mano de obra es otra de las variables que sumada al rendimiento hacen que el replanteo como una alternativa económicamente viable de las huertas orgánicas no pueda contrastarse con el trabajo bien hecho de la agricultura tradicional. 

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