La manifestación corresponde al presidente de Rafaela Alimentos, Carlos Lagrutta. La empresa cerró temporariamente hasta fin de mes su planta de Casilda, destinada por completo a la exportación. El daño al sector productivo se agiganta y los productores con la industria así lo sienten.
Por Elida Thiery (Agrofy News) - Antes de definirse el paro ganadero que comenzó en las primeras horas de este jueves y que se extenderá hasta el viernes 28, el frigorífico Rafaela Alimentos tomó la decisión de cerrar temporalmente la planta que tiene en la localidad de Casilda. Orientada por completo a la exportación, licenció a 600 empleados que hasta fin de mes estarán en su casa y cobrarán parte del salario por la paralización que dispuso el Ejecutivo Nacional del sector cárnico.
“El paro va a ser acatado en gran medida, porque hay un componente psicológico en el productor de acatarlo o no”, comenzó comentando a Agrofy, Carlos Lagrutta, el presidente de la empresa.
La suma de variables hacen que la falta de movimiento de hacienda, sumada a la nebulosa de la decisión del Gobierno de no dejar vender carne al exeterior, por la supuesta influencia en los precios internos, hacen que el deterioro de toda la cadena ya se empiece a sentir.
“Todo lo que exportamos sale de la planta de Casilda, que tiene todas las habilitaciones para China y para la Unión Europea”, siendo una planta que en los últimos años recibió muchas inversiones para poder cumplir con todas las condiciones sanitarias que requieren los mercados internacionales y que cuenta con mano de obra especializada para atender la demanda internacional.
Lagrutta explicó que “el cese de faena se da por este mes y vamos a retomar las actividades el 1° de junio”, con la expectativa de recuperar el movimiento comercial en el tiempo adecuado, según lo manifestó el Presidente de la Nación.
Alberto Fernández comunicó la idea inconsulta al consorcio exportador ABC el lunes por la tarde y el martes por la mañana la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias llamó al cese de movimiento de hacienda que recibió el apoyo de todo el sector agroindustrial y que según este empresario “tendrá un alto acatamiento”.
Manteniendo la planta de la ciudad de Rafaela en funcionamiento, porque es la que abastece al mercado interno, explicó que “no nos dejan exportar ni siquiera lo que tenemos producido, eso es una barbaridad, coloca a las empresas en un gran problema financiero. Lo que fue producido en los últimos 15 días no se puede embarcar y se genera un caos en la comercialización y la Argentina queda completamente mal con los clientes de afuera, porque los negocios que tenemos cerrados y producidos no se pueden entregar”.
“Nosotros tenemos más de 700 toneladas que fueron producidas en los últimos 15 días y no nos dejan exportarlas y a eso deberíamos malvenderlo en el mercado interno, es un desastre no sólo financiero, sino económico”.
La tonelada exportada hoy tiene un promedio de cinco mil dólares, en un cálculo de la moneda a 90 pesos por el valor oficial menos el diez por ciento de retenciones.
Copiando el comportamiento de la industria frigorífica en general, Rafaela Alimentos tiene “más del 80 por ciento de lo que producimos se destina a China y ese es un destino que ha quedado bloqueado por el Gobierno argentino. Se deja embarcar Hilton y otros destinos cuotificados, que nosotros no tenemos, pero que nos representa muy poco”.
A raíz de la misma medida aplicada en 2006 y que recortó el rodeo ganadero en 12 millones de animales, Rafaela Alimentos había sacado al mercado interno en ese momento esos cortes congelados que no tenían salida internacional.
En concreto, “lo que está preparado para China, tiene una característica totalmente diferente a lo que se consume en el mercado local. Cuando pasó esto mismo en 2006 no está China como cliente, entonces lo que estaba vedado de exportarse eran cortes parecidos a lo que se consumían en el mercado local, aunque estaban congelados. No fue dificil en ese momento poder venderlos en el mercado interno, a pesar de la diferencia de sabor”.
Lagrutta entiende que “ahora la mercadería que lleva China, en términos de lo que consume la Argentina no es buena, es algo que para el consumo argentino lo tendríamos que salir a regalar, no es una opción viable. Sería una pérdida enorme”.
Hay que entender que “China lleva mercadería que para la Argentina no es interesante, vacas flacas, otro tipo de animales que no se consumen acá”, por eso es interesante el negocio con ese país, para aprovechar todo el rodeo nacional y para lo cual la industria frigorífica se preparó durante años, con un cuidado proceso sanitario y productivo que cumpla con las expectativas y exigencias del que es hoy el principal motorizador del consumo de alimentos a nivel global.
“Si esa carne se vuelca al mercado interno, puede que por un momento baje el precio, pero con productos que acá no gusta, se va a malvender y todo será a costa de fundir a los frigoríficos exportadores. No tiene goyete lo que están haciendo”.
Sin resortes
“El Gobierno de la Provincia de Santa Fe salió a hablar mal de esta medida, lo cual es muy bueno”, comenzó aludiendo sobre la manifestación en twitter que hiciera el gobernador santafesino, Omar Perotti, la cual le habría valido un intercambio con el propio Presidente.
“Hay muy buena voluntad, preguntando qué es lo que se puede hacer, pero desde Santa Fe no hay resortes para esto, más no pueden hacer, pero tenemos el apoyo de ellos, sin embargo este es un problema nacional”, lo cual lo lleva a entender que “lamentablemente estamos en contra del Gobierno Nacional, al cual no le importa nada el caos al que expone a las empresas”
Como una de las voces del sector explica que “esta situación hace que los frigoríficos entremos en un problema financiero muy grande de manera inmediata, que deriva en problemas de pago en el mercado local, al dueño de la hacienda”.
Entonces siempre terminan siendo los productores los primeros que sufren el impacto.
“Ni siquiera dieron un plazo para que podamos embarcar lo que ya teníamos producido, tenemos que salir a regalar la carne y no vamos a poder salir a cubrir nuestras cuentas”.
“Esta es una agresión al sector gigantesca, eso va a hacer que el productor se indigne. Es una agresión sin razón al sector del campo, de la agroindustria”. Carlos Lagrutta es el responsable de una empresa que tiene una trayectoria que iniciara en 1915 Luis Fassoli, un italiano que con su mirada innovadora y emprendedora construyó una empresa que es insignia del centro-oeste santafesino. Lejos de ese empuje, el actual responsable de la empresa concluye con angustia que “la agresión del Gobierno al sector productivo es enorme”, planteando un futuro incierto para la producción en todos sus eslabones.
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