¿Qué pasó en SanCor en estos cuatro años?

A raíz de una amenaza de paro nacional de Atilra por un conflicto que no se dilucida y con el señalamiento del malestar de la cooperativa que generaría un paro nacional en las industrias, repasamos cuál fue el camino de la superación de la mayor crisis de esta industria insignia. 

Por Elida Thiery  (Agrofy News) - Muchas variables se habían combinado para que en abril de 2017 SanCor tocara fondo. De haber sido la empresa que más leche recibiera en un momento, rozando los seis millones de litros en un día, pasó a tener una paralización que ameritó una rápida reacción y delineamiento de algo que se conoció como el Plan SanCor. 

Presentado ante el Gobierno Nacional de ese momento, con la anuencia de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina. 

Desde Sunchales, la localidad donde se hizo fuerte el sindicato y de donde es oriundo su secretario General, Héctor Ponce, se avanzó en una reestructuración financiera, productiva y societaria. 

La intención fue racionalizar que no podía tener la cooperativa el tamaño gigante que llegó a tener, por cuestiones vinculadas a la administración deficiente de los últimos años, pero también por la relación productiva-laboral y algo no menor, por el deteriorado mercado de la lechería argentina. 

La primera decisión y concreción fue la venta de siete plantas. Centeno, Charlone y Coronel Moldes, en una primera instancia. Luego Arenaza y Córdoba a Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima, junto al centro de distribución de Córdoba, además de dos marcas y en definitiva el negocio completo de la fabricación y comercialización de productos frescos.
Finalmente, dos marcas y dos plantas a Adecoagro, Chivilcoy y Morteros. 

Se vendió también la participación en el negocio de Afisa, el 50 por ciento de las acciones que tenía SanCor quedaron en manos de Arla Foods, para seguir explotando la planta de suero en Porteña. 

También se cerraron algunas sucursales y puntos de venta en diferentes provincias, para mejorar la ecuación económica y en definitiva para destinar todos los recursos a la cancelación de pasivos. 

Se logró el Acuerdo Preventivo Extrajudicial, a partir del cual se homologó la deuda que tenía SanCor con prestadores de servicios, productores, algunos con pagos pendientes, e incluso con los diferentes estamentos de las provincias y la nación, para resolver el endeudamiento impositivo. 

Hubo una reducción de socios, pero además de la reestructuración societaria, también se dio un replanteo del estatuto y organigrama gerencial, además del recorte de 12 a seis integrantes del Consejo de Administración. 

 

Algunos números más 

 

En ese abril de 2017 había 5.100 empleados, luego de un proceso de retiro voluntario, son hoy 1.800 trabajadores dentro de la Cooperativa.  

Esta reducción tuvo la anuencia de Atilra, la aceptación de las condiciones de liquidación del personal, donde se incluye a un amplio grupo con mayoría en la provincia de Buenos Aires, donde por cese laboral quedaron sin salario y se sostiene un aporte mínimo, luego de no aceptar la indemnización correspondiente al 50 por ciento por ley laboral. Este tema está concluido para el gremio, aunque los trabajadores le siguen reclamando reacción. 

También con el aval sindical, desde 2016 los salarios se pagan en cuotas semanales, donde se incluyen los ajustes paritarios correspondientes, e incluso los aguinaldos en cuotas mensuales. 

Ese destino no lo corrieron los 21 trabajadores que SanCor tenía en Arenaza con el Mendicrim, luego de mudar la producción a Devoto, por una estrategia de la seccional Lincoln de Atilra que logró ingresarlos en la órbita de Arsa. 

Con el comercio doméstico muy orientado a negocios minoristas, de cercanía por una mayor rentabilidad y mejor organización en la logística, ya sin la urgencia diaria de los frescos, existen negocios sólidos en Brasil, con filial propia en San Pablo, pero también en Paraguay, Bolivia y Perú. 

De Venezuela queda un pendiente muy importante. De aquel salvataje de base, que se cerrara en 2008, terminaron agregándose otros negocios directos, sobre los que hoy quedan 18 millones de dólares por cobrar, por parte del gobierno “Bolivariano”. 

Además de haber hecho mejoras durante este verano en la planta de Sunchales, para una mayor calidad de producto, donde se incluye la leche maternizada, actualmente el proceso de materia prima está por sobre los 500 mil litros diarios, habiendo llegado en primavera a más de 700 mil. Esta cantidad está compuesta en su mayoría por la materia prima de los productores socios, además de la leche cruda que se compra por fuera y se paga al precio que rige en el mercado, hoy en un promedio cercano a los 27 pesos, pero siguiendo con el pago por calidad. 

Si bien se había avanzado en la venta de la marca Tholem, la acelaración de la crisis dejó en espera este traspaso a Savencia (Milkaut) y mientras tanto SanCor sigue produciendo el queso fundido. 

Lo que necesita la cooperativa es incorporar capital de trabajo, para poder transitar cada temporada de una manera más relajada, entre los picos productivos, para crecer en materia prima y acceso a insumos y así poder lograr un establecimiento en torno al millón de litros diario y luego 1,5 millones. 

 

Golpear a la política 

 

Después de haber cerrado una paritaria hace algo más de una semana con el 30 por ciento de aumento en el tramo anual, a revisar el ritmo inflacionario en octubre, se agregaron en el acuerdo un bono de 12.500 pesos para los trabajadores y 15 mil para Atilra. 

El gremio que declarara en los últimos años siempre en favor de SanCor, que se pusiera a disposición para negociar financiamiento, no tuvo ningún inconveniente con que la cooperativa se entrometiera en la definición de una difícil paritaria allá por enero de 2020. 

Cuando el Gobierno Nacional afrontaba su primer tramo de gestión, enfrentaba un virulento acuerdo salarial con paros y bloqueos, que terminó con una diferencia entre el CIL y Apymel, que terminó cuando Atilra forzó a un representante de SanCor en una suerte de “laudo” por las condiciones de las grandes empresas y así unificar el criterio de pago, por fuera de los plazos legales de homologación del acuerdo. 

Ahí la cooperativa y todo lo que se venía avalando no molestaba en nada, sino que ayudaba a la causa de la conducción. 

Con un mensaje poco claro, en tiempos muy complejos en cuanto a crisis económica, social, e incluso la sanitaria, el conflicto no puede ser la alternativa y menos aún frente a una situación que no tuvo detonante alguno. Pero Atilra quiere un paro nacional para los próximos días y seguramente, no se podrá evitar. 

Agrofy News consultó a una altísima fuente del Gobierno de la Provincia de Santa Fe, para corroborar nuevamente que no existió ninguna manifestación contra el gremio y mucho menos contra SanCor. 

En la mismísima Casa Gris aseguran que no existió ningún inconveniente que pueda promover semejante reacción del sindicato. 

Jamás hubo duda alguna sobre la importancia del funcionamiento de SanCor en el ámbito provincial, pero tampoco dentro del Gobierno Nacional. 

Claro que al manifestar en el comunicado que “resulta nefasto que un sector político provincial identificado, la considere una fuente de trabajo inviable, exhibiendo una vergonzosa claudicación ética, moral y política, y una ausencia total de compromiso ciudadano. No les interesa el cooperativismo ni el destino del pueblo a quien deben servir”, se instala un malestar inesperado. 

En Santa Fe no se comprende la reacción, pero sí se entiende que existía un vínculo de diálogo que ahora podría resquebrajarse por decisión unilateral, sin embargo, esto no mella ninguna alternativa de disponibilidad para la negociación o acompañamiento a la Cooperativa en la búsqueda futura de financiamiento y la llegada a la Nación. 

El interrogante está en la ligazón que Atilra pueda tener de manera reciente con algún sector político que tenga aspiraciones a la conducción provincial, sin embargo es todo tan incipiente que no parece pesar, más aún sin fecha cierta de elecciones legislativas y más aún con un plazo mayor a dos años para una renovación dirigencial en los ejecutivos. 

 

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