La empresa que comercializaba los yogures, postres y flanes con marca SanCor ya no conduce los negocios. Sin poder venderse por la vinculación con Vicentin a través del fondo BAF, ahora está cedida a otro protagonista de la lechería bonaerense y corrieron a sus gerentes de los últimos años.
Por Elida Thiery (Agrofy News) - Si bien el camino se inició en 2016 con un trabajo compartido, las complicaciones en este esfuero de dos hicieron que en octubre de 2018 SanCor empezaba a caminar hacia el traspaso completo de su negocio de frescos, que en marzo de 2019 se concretó de forma completa con el uso de la marca y el desarrollo de postres, yogures y flanes en manos de Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima.
Era el fondo BAF Capital, el que había intervenido en SanCor tiempo atrás y el que en la figura de Ricardo Ciani encaraba la iniciativa de producir en la planta de Arenasa y se hacía cargo del centro de distribución y también la planta de Córdoba.
BAF tiene un vínculo en parte poco claro con la empresa Vicentín, pero está claro que a través de este espacio las acreencias en diferentes empresas y negocios se ha multiplicado a medida que fueron pasando los años.
En estos años, la contemplación del gremio lechero fue haciendo que la gestión de ARSA sea bastante cómoda, a pesar de algunos momentos de irregularidades en los pagos denunciadas por la propia Atilra, o incluso cuando debieron emplear a los 21 trabajadores que quedaron a su cargo, luego que se venciera el comodato de la planta bonaerense mencionada donde se producía el queso Mendicrim.
En el medio también ocurrieron muchas operaciones, apoyadas por ciertos espacios mediáticos, en las que se intentó instalar una buena gestión de la línea de productos, sin embargo, estaba a la vista en los supermercados cómo se iba reduciendo cada vez más la ocupación de espacios en las heladeras, hecho que no pudo revertir siquiera la inclusión en el programa Precios Cuidados, para poder impulsar las ventas.
ARSA llegó a tener pautas publicitarias televisivas a nivel nacional en momentos puntuales de las negociaciones por el traspaso del negocio, e incluso el año pasado cuando se intentó instalar hasta la idea de haber pedido la Cooperativa recuperar el negocio, mientras que la oferta habría sido a la inversa, cuando las condiciones de Vicentín eran otras ante la Justicia y la opinión pública daba una condición más cómoda.
De un negocio que representaba el segundo en el segmento al momento de ser recibido por Arsa, con mayor impacto en los últimos meses por cuestiones económicas, hoy los frescos con la marca SanCor se sitúan muy por debajo del diez por ciento de las ventas totales en el país.
Este es un dato que molestaba a los integrantes de BAF, pero también a los entonces directivos de ARSA, cuando lo leían en algunos análisis del mercado lácteo. De todas maneras, no pudieron nunca presentar cifras que demuestren lo contrario.
Ya pasaron varias semanas desde el último movimiento de consideración dentro de ARSA, mientras la empresa está inhibida para su venta por la Justicia, al mismo tiempo que Vicentín sigue intentando estirar los plazos para cumplir con sus acreencias y se complica una venta completa que podría terminar repartiéndose en varias manos, para todos los negocios.
Se explica que ARSA y los frescos podrían servir de respaldo a la deuda de Vicentín y a la vez se podría entender que habría en este negocio lácteo algún tipo de desvío de capital de las actividades centrales de la cerealera y exportadora.
Lo que ya no puede ocultarse es que cambió la gestión ejecutiva, como estrategia para frenar la pérdida cotidiana de dinero. El recorte en las ventas, la reducción en la participación en el negocio de yogures, postres y flanes a nivel nacional, con costos de producción y laborales en alza, con una calidad en baja, claramente ya no podían sostener a una realidad absorbida por un importe en la distribución de frescos que no alcanza.
En algún momento se intentó avanzar en sumar productos a el reparto de los productos, hecho que no tuvo el impacto esperado.
Dicen algunos que para manejar un negocio como el lácteo hay que conocerlo mucho y no basta sólo con el paso por una empresa, por más grande que sea. Algo de eso habrá con el cambio del gerenciamiento comercial, industrial, logístico, todo encabezado por la dirección a cargo del mencionado Ricardo Ciani.
Otra gestión
Se dijo hace semanas que se intentaba nuevamente vender la empresa, pero con el impedimento judicial, la llegada de La Suipachense a la gestión se da en un marco informal.
Con Claudio Raffanielo liderando ahora este negocio, son muchos los que indican que será muy ardua la tarea de revertir la tendencia que se marca desde hace varios años.
Con una competencia muy sólida, pero en un contexto complejo para las lácteas en general, por el marco económico empresarial, pero también el del consumo con una inflación que afecta directamente a la demanda de alimentos, se hará difícil una reconversión de la tendencia.
Una marca fuerte, a pesar de todo los transcurrido internamente para la Cooperativa, no puede hacer todo el trabajo dentro de un contexto complejo que parte desde la interna de una firma familiar complicada y en la que el cuadro de realidad no colabora para mejorarlo.
Tomando los datos conocidos esta semana sobre el ranking de empresas que hizo públicos el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, La Suipachense no figura entre las principales 25 de los últimos tres años. En cuanto a Alimentos Refrigerados SA, fue en el período 2019/2020 que se ubicaba décimo novena, ya sin datos aportados en el período 2020/2021.
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