Empezaron las manifestaciones de Atilra contra SanCor

El miércoles en Panamericana la seccional Capital Federal se hizo notar y adelanta la conflictividad sobre las que ya están en alerta el resto de las industrias lácteas del país.

Por Elida Thiery (Agrofy News) - La semana anterior se conocía un comunicado de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, en la que se retomaba una idea de conflicto con SanCor, sin haber mediado novedad alguna en el funcionamiento de la Cooperativa.
Siempre con el aval del gremio es que la industria con base fundamental en Sunchales, ha ido dando los pasos de su plan de reestructuración, que le permitió repensar su negocio, desprenderse de plantas y de marcas, repuntar el proceso diario de materia prima, retomar puntos de venta en grandes superficies e incluso recobrar confianza en una suerte de consolidación a la que desde hace casi dos años le falta el impulso de un financiamiento que no llega por las condiciones reinantes de la economía nacional y la endeble política.

En ese texto que tenía como base la misma intención que en abril y mayo, donde quedó en la nada un conflicto, ahora se refuerza con la proximidad de la negociación del reajuste de la paritaria ante una inflación que se llevó puesto el aumento acordado para el tramo 2021 de los salarios de 30 por ciento.

La intención es no reclamarle a SanCor nada en particular, sino lograr notoriedad y algo de esto se vio ayer en una manifestación que ayer cortó la Ruta Panamericana a la altura de Don Torcuato, donde la Cooperativa tiene el Centro de Distribución N°1.

De lo que fue una reunión del Consejo Directivo sindical el jueves, se pudo saber que horas después se intentó conseguir el apoyo de los trabajadores que no aceptaron el retiro voluntario y tienen un cese laboral, por el cual cobran un ínfimo porcentaje del sueldo, todo con la anuencia de la propia Atilra, para achicar la planta laboral de la empresa y con ello se pudo conseguir el desprendimiento de plantas y negocios.

Con el tono amenazante que ya es habitual, desde Atilra no se deja de señalar al ámbito político por la falta de consecución del financiamiento necesario, ahora ya sin indicar al Gobierno de Santa Fe como responsable, sino a la política en general.

Pero es llamativo que sugieran una intensificación crítica dentro de la Cooperativa, que no es tal, sino todo lo contrario, con un procesamiento cercano a los 600 mil litros y con la intención se seguir sumando materia prima esta primavera.

Mientras tanto, siguen los diálogos para intentar el financiamiento, mucho más allá de los alcances de contactos que puede tener el propio gremio para su información.

Lo de este miércoles fue una mezcla de anticipo del conflicto, con la interna que libra Atilra, donde existe una falta de respuesta del gremio ante los cesanteados, e incluso de una línea interna que son los repositores de la Capital Federal, que piden hace años una mayor representación en las decisiones internas.

El comunicado de la semana anterior hablaba de “acciones sindicales que abarquen la totalidad del universo lácteo argentino, hasta que quienes deban aplicar las soluciones de fondo, lo hagan”. Este condicionamiento pone en riesgo la actividad de toda la industria láctea argentina, una vez más.

El gremio siempre toma la misma actitud, la de presionar con acciones muy concretas previo al diálogo, para después empezar a negociar con un malestar instalado.

Lo que se vio ayer fue una movilización gestada en la seccional Capital Federal de Atilra, conducida por Gustavo Campos. Sin embargo, no estuvieron presentes los representantes de la sede gremial de General Rodríguez, exhibiendo así algunas diferencias con la dirigencia nacional, que sí tiene el apoyo de los “porteños” de manera explícita. La cercanía geográfica no se tradujo en ese caso en un apoyo presencial.

La demostración de fuerza y la exposición mediática crecerá en estas semanas, aunque no se conozca la secuencia que tendrá. El planteo del conflicto servirá para dirimir tensiones internas y también para motivar una acalorada discusión para acomodar los salarios de los trabajadores y planificar la que debería ser la paritaria de 2022. 

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