La semana pasada un grupo de activistas de Animal Rebellion bloqueó una planta industrial láctea. Todos fueron detenidos y procesados por la comisión de diferentes delitos.
Por Elida Thiery – La semana pasada contábamos que un grupo de activistas de la organización Animal Rebellion bloqueaban la mayor planta de Arla Foods en Inglaterra, reclamando por el cambio productivo de la empresa, para que pase de trabajar con leche de vaca a bebidas de base vegetal.
Un bloqueo en la madrugada que complicó el trabajo de cientos de personas tuvo una consecuencia directa en la Justicia, por el incumplimiento de normas básicas de convivencia en un país ordenado, hecho que desde Argentina parecen extraños.
Fueron 16 personas arrestadas y acusadas por la interrupción de actividades en Buckinghamshire, específicamente en la planta de Aylesbury, el martes 31 de agosto, donde se manifestaron encerrándose en estructuras de bambú, cruzando vehículos que interrumpían la circulación y también se parapetaron en barricadas de cemento. Los manifestantes cursan un proceso por entrada ilegal agravada y un cargo de obstrucción intencional de la ruta, debiendo enfrentar al Tribunal de Magistrados de High Wycombe en octubre.
James Ozden, portavoz de Animal Rebellion había dicho como justificación de la acción de esa entidad que “el reciente informe del IPCC emitió una advertencia de código rojo sobre los impactos de la crisis climática. Habló de la necesidad de una acción urgente de nuestro gobierno para abordar las emisiones de carbono, incluido el metano, que es en gran parte un subproducto de la cría de animales”.
"Empresas como Arla afirman estar liderando el camino para abordar la crisis climática, pero hasta que estas grandes multinacionales comiencen a hablar seriamente sobre la inevitable necesidad de hacer la transición de nuestro sistema alimentario a uno basado en plantas, sus palabras estarán vacías", aseguró.
Por parte de la empresa, Arla Foods dice que está comprometida con la producción de lácteos de manera sostenible. "Como cooperativa propiedad de agricultores, estamos comprometidos a producir lácteos para el Reino Unido de la manera más sostenible posible. Ya producimos leche cruda con alrededor de la mitad de las emisiones promedio de los lácteos a nivel mundial y tenemos la intención de tener cero emisiones de carbono para 2050”, sostuvieron durante el bloqueo en el que trabajaban para minimizar los impactos entre los clientes de la firma y de los vecinos del sector.
En Argentina, la manera de reclamar cualquier situación ligada a las empresas lácteas en los últimos años se tornó en bloqueos constantes, muchos con una escalada de violencia que no se condice con la defensa de los trabajadores y sus derechos. Esto ocurre porque históricamente la Justicia tarda en actuar y no se aplican las leyes vigentes.
Lo que debería ser habitual, que es el cumplimiento de las normas para desarrollar derechos y obligaciones de cada uno de los ciudadanos, en nuestro país es lo menos usual. La violencia no debe sobrepasar el límite de la libertad de expresión, aunque lamentablemente en un país sin autoridad es muy simple quebrar todo tipo de normativa, simplemente con la mínima voluntad individual o conjunta.
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