No querer entender sigue dañando al sector cárnico

El Presidente reincide en ideas desacertadas sobre el sector ganadero y frigorífico, mientras se consume cada vez menos carne en el país porque la inflación no se detiene y nada tienen que ver las exportaciones. Los precios siguen altos, se cae el consumo y se pone en riesgo a la producción y a la industria cárnica.


Por Elida Thiery (Rafaela Noticias) - "Los precios de la carne bajaron desde el momento en que restringimos las exportaciones", escribió en Twitter el presidente Alberto Fernández y luego reconfirmó su idea en una entrevista radial, en uno de los medios por los que habitualmente se expresa y no tiene contradicciones.

El Presidente se equivoca y sigue provocando al sector productivo cada semana.

El mandatario basó sus dichos en un informe del Observatorio de Precios del Centro de Economía Política Argentina en el que se indicó que el precio de la carne vacuna se redujo por segundo mes consecutivo, -1,4% en agosto. Sin tomar el alza de 7,7 por ciento en junio como impacto directo de la desacertada decisión del Gobierno.

A pesar de las múltiples advertencias sobre la negativa definición sobre las ventas externas de carne, que ya habían sido probadas a partir de 2006 en el Gobierno de este mismo signo político, se retomó la idea que termina confundiendo a los consumidores y afectándolos de manera directa.
Es también una costumbre extraña la de seguir comprándose con otras realidades, como si no fuera fácilmente contrastable. Alberto dijo ayer que "no es justo" que el precio internacional de la carne vacuna sea el mismo que en el mercado interno.

Lamentamos comentar que comer carne en Argentina es más económico que en Europa, Estados Unidos, Asia y que incluso aquí se comen cortes que afuera no se prefieren y mucho menos de animales jóvenes y sabores suaves, diferentes a lo que nuestros compradores externos demandan.

Asombra la continuidad en el desconocimiento, en la reafirmación de falacias, sólo para justificar medidas que no hacen más que dañar la planta laboral del sector productivo, del sector industrial y la recaudación nacional.

"Cuidar la mesa de los argentinos; ése es nuestro compromiso", explicó el Presidente en Twitter, utilizando una frase que nos traslada directamente a 2008, ya desde ese momento intentando modificar realidades, pero sin lograr los efectos esperados.

Por las dudas, el Presidente ya no menciona el acuerdo de precios para algunos cortes que no tuvo impacto real, ni siquiera en grandes centros urbanos, sobre todo por la falta de calidad que se ofrecía.

"Es evidente que las medidas impulsadas tuvieron efecto sobre el precio de la carne en Hacienda y mostrador", destacó el trabajo del CEPA encabezado por el economista Hernán Letcher, que fue compartido por Fernández, a una semana de conocerse la decisión de los ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura de prorrogar hasta el 31 de octubre próximo las restricciones a las exportaciones de carne al 50 por ciento de lo que se despachó en promedio durante el año pasado, lo cual genera una pérdida de casi 1.400 millones de pesos desde que se definió esta situación hace más de cuatro meses.

"Las exportaciones de carne no están cerradas. Se está exportando muy por encima del promedio histórico", había señalado en ese momento fuentes oficiales, quienes precisaron que "en julio último se exportaron US$ 194 millones de carne bovina". Mientras esto sucede, hay que escuchar a candidatos oficialistas desentenderse de esta triste medida, en nuestra provincia, e incluso escuchar a la aspirante a diputada por Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz, pedir que se duplique la cantidad de cabezas de ganado, como si con sólo regar pudieran crecer las cifras sin esperar años para conseguirlo y mucho menos si no se aporta seguridad y previsibilidad.

La carne había subido 7,7% en junio pasado, a pesar del cepo a la carne, según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina y cayó 0,9% en julio último, en tanto el organismo corroboró una baja del 1,4%, que quedan lejos de compensar las alzas, de acuerdo a un relevamiento en agosto en 80 carnicerías de Capital y el Gran Buenos Aires (GBA), contactadas telefónicamente, además de otras 40 con relevamientos presenciales, traslandando que la caída de precios fue mayor en los comercios que atienden a segmentos socioeconómicos altos y tuvo una disminución menor en segmentos medios y bajos.

Los precios de la carne vacuna tuvieron caídas moderadas, del (-2,8%), en agosto de 2021, con respecto a julio, en los puntos de venta que atienden en barrios de nivel socioeconómico alto. En los puntos de venta que atienden al nivel socioeconómico medio, los precios también mostraron caídas, aunque más leves, que resultaron del (-1,1%); mientras que en aquellos que atienden al nivel socioeconómico bajo los precios mostraron caídas de menor magnitud, que resultaron de un (-1%)”.

El precio de la carne vacuna en las 80 carnicerías exhibió precios que mostraron caídas leves, del (-1%), con respecto al mes anterior, y que exhibieron un alza del (+78,5%) con respecto a agosto de 2020. Por otro lado, en los 40 supermercados, el precio promedio de la carne vacuna mostró caídas moderadas, con una variación del (-2,1%) con respecto al mes anterior y exhibió un incremento del (+78,8%) con respecto a agosto de 2020”, señaló.

Para finalizar la contrastación, cabe tomar los datos relevados mes a mes por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes, donde se devela que en los primeros siete meses del año el consumo interno decreció un 7,5% en comparación al mismo período de 2020.

Entre enero-julio de 2021 hubo una producción total de carne vacuna de 1,68 millones de toneladas res con hueso y que las exportaciones representaron unas 467.700 toneladas, el mercado interno absorbió un total de 1,212 millones de toneladas, unas 98.800 toneladas menos que el año anterior.

La pérdida del poder adquisitivo de la población impactó así sobre un producto emblema para el consumo, con una variación negativa del 6,5% en la producción y del 3,7% en la exportación.

Según Ciccra, cuando se toma el consumo aparente por habitante, puntualmente en julio pasado se ubicó en el equivalente a 50,8 kg/año, un 2,9% menor al registro de julio de 2020.

En cuanto al precio, para la entidad en el último mes, no obstante, la caída del 4% del valor promedio de todas las categorías en el Mercado de Liniers, la carne en los mostradores minoristas solo retrocedió entre 0,9% y 2%. El precio al público desde abril pasado se incrementó 13,2%, mientras “se sigue cayendo el consumo interno”.

Por otro lado, en la industria frigorífica en julio se faenaron 1,06 millones de cabezas de hacienda vacuna. Así, el nivel de actividad cayó 4,1%. En tanto, si se hace una comparación interanual la retracción fue del 14,3%
No sólo la producción primaria se debilita, sino que en la industria frigorífica también comienza a recortarse y esto tiene un impacto nacional, provincial y también en la propia ciudad de Rafaela, si la decisión del Gobierno Nacional no se corrige. 

Comentarios