Sorpresa, la vaca de la cabaña La Lilia de la familia Barberis, aportó toda la seguridad y se quedó con el mejor lugar del centésimo Concurso de Vacas Lecheras que una de las rurales con más historia del país desarrolló entre miércoles y jueves.
Por Elida Thiery (Agrofy News) - La Sociedad Rural de Rafaela cumplió este año 115 años de historia, iniciada por los colonos y continuada por los productores que hasta nuestros días sostienen en alto la tradición lechera, agrícola y ganadera del centro-oeste de la provincia de Santa Fe.
Este año, luego de la pandemia, de la espera por los diferentes protocolos, la que fuera ExpoRural se transformó en Muestra Anual 2021 y con 11 días de actividades virtuales, presenciales, capacitaciones y todo el paquete de eventos de tradición recorre hasta este viernes una edición especial, en la que se recobraron los animales en la pista más tradicional del Holando Argentino en el país, pero también en la que se celebró el centenario del Concurso de Vacas Lecheras.
Tener animales de buena genética es una de las variables más importantes para asegurar una producción selecta en los tambos y es eso lo que se mostró una vez más en una instancia que tuvo tintes diferentes.
Algunas cabañas no llegaron con la preparación requerida para la cita, por los plazos en los que se confirmó el Concurso, sin embrago la voluntad está siempre firme y las vacas llegaron para lucirse.
“En nombre de la Sociedad Rural de Rafaela les queremos agradecer que hayan participado, a la gente conocida de Aldao y a los cordobeses que de tanto insistir se animaron a traer una vaca. Lo queremos mucho al Concurso, pero sabemos que se va va mantener si hay vacas, si no hay vacas, nada. Muchas gracias por participar y seguramente el año que viene nos vamos a volver a ver”, dijo cuando se terminó el último de cuatro ordeños el gerente de la SRR, Claudio Gastaldi.
Presentar un animal en este lugar requiere de alta productividad por animal, de partos que lleguen a tiempo para poder asegurar esta cantidad de leche, pero también un manejo nutricional especial y un cuidado dedicado por parte de los cabañeros y también de quienes están cada día con los animales.
Seis de la mañana y seis de la tarde son los horarios de ordeño, a los cuales las vacas se deben habituar con tiempo, también a un alimento especial para generar más sólidos en la leche y con esas reglas llegan todos.
La familia Barberis tiene una de las cabañas de más tradición en la zona y en el país, con un trabajo especial que hacen en Colonia Aldao, ellos trajeron a tres ejemplares y a la gran ganadora.
El box 603 aportó el liderazgo desde el principio y terminó sumando 151,570 litros en cuatro extracciones y así La Lilia Sorpresa Tenny Supersire se coronó campeona del Concurso Lechero, acumulando 654,172 puntos gracias a los sólidos que el INTI Lácteos analizó con un promedio de 3,04 por ciento de grasa; y 2,75 por ciento de proteínas. El desempeño de esta vaca duplica y algo más lo que un animal promedio hace en los tambos, habitualmente.
“Esta es una vaca que tiene cinco años, que tiene tres partos. Ella proviene de un embrión importado de Canadá, tiene muchísima genética encima. Es muy talentosa, porque se preña fácil, es muy fertil y es muy buena lechera con 75 litros por día, aproximadamente, con buenos tenores de sólidos y eso nos pone muy contentos. Es muy guapa para dar leche, la sacamos del campo hace unos 20 días, no es una vaca de pista, es de las trabajadoras”.
La descripción la hizo Horacio Barberis, el orgullos titular de la cabaña de la localidad santafesina de Colonia Aldao, que también se quedó con el segundo lugar del Concurso, con el buen desempeño de La Lilia Doly Antonia Delta.
“Con el control lechero oficial tenemos todo el registro de nuestros animales y apareció Sorpresa dando unos 70 litros en el campo, que no es poco. Ella no sabía lo que era un bozal, pero con el talento magnífico de los chicos que trabajan con nosotros, en una semana ya la había acostumbrado. La amanzaron, la hicieron superar ese estrés. Se le cambia la dieta y todo eso necesita una adaptación de unos 20 a 25 días en el rumen, para que se sostenga una proporción de grasa y proteína en la leche”.
Barberis explica que es muy “finito” el límite de riesgo que se asume con estos cambios, sin embargo los animales son sólidos y demuestran su potencial. “Sorpresa también estaba dando ventaja, porque está parida en junio y para llegar al tope la producción tienen que estar en los primeros 90 días de la parición, pero acá nos da una mano la genética”, dice confiado.
La Lilia le da trabajo directo a 23 personas, con sus familias y honra la tradición iniciada por don Onelio Barberis, que falleció hace dos años y comenzó la tradición lechera con un tambo de 60 vacas que hoy ordeña 1.100 vacas, que está intentando dar un salto a un cambio en el sistema productivo, del pastoreo al confinamiento.
“Esta Argentina nos permitió crecer un montón, con mucho trabajo, más allá de la parte económica, crecer en la parte humana. Estamos convencidos que el crecimiento lógico está acompañado de personas ubicadas, sencillas, respetuosas y humildes”, eso es lo que le traslada Horacio y su hermano Fabián a sus hijos, para poder seguir avanzando, valorizando el factor humano dentro de la empresa, potenciando la tarea de cada uno.
“Nosotros creemos en el mérito, le reconocemos el trabajo a todos de acuerdo a su rendimiento”, dice habiendo recorrido todos los lugares en la cabaña, más allá del tambo, paseando las vacas en la pista, preparándolas, pero también habiendo llegado a ser jurado internacional, formando a las futuras generaciones para darle continuidad a esta tarea que tiene tanto de amor por las vacas, como de dedicación a un trabajo que no se detiene.
Un poco de color
La curiosidad del Concurso fue tener por primera vez a un ejemplar de la raza Montbeliarde en competencia.
La Clide, que lleva el mismo nombre que su cabaña en la localidad cordobesa de Marull, pintó de colorado y blanco esta competencia, no sólo con 101,08 litros de dos días, sino que se destacó con la composición de esa materia prima llegando a 3,46 por ciento de grasa y 3,22 de proteínas.
En diálogo con Agrofy News, Adrián Martín, el titular de la cabaña que a partir de 2007 trabaja con la raza, un año después de su presentación en la Argentina.
Actualmente tienen seis generaciones en producción de esta raza de origen francés, muy elegida para la producción de quesos y sobre todo los que tienen denominación de origen. “Empezamos a trabajar sobre un plantel de base Holando y fuimos llegando al puro por absorción. Tenemos arriba de 500 cabezas Montbeliarde”, estos ejemplares se desempeñan en un tambo de 150 ejemplares en ordeño de esta raza como cabaña, mientras que en otro tambo de 120 animales, son 50 las que están en cruzamiento con Holando.
Esta es una manera de corroborar la calidad lechera de esta raza, la capacidad productiva y el potencia de desarrollo que tiene por delante, “la raza nos aporta una sanidad que antes no la teníamos, nos aporta mucho al sistema de producción que tenemos con suplementación y algo de pastoreo. Hemos mejorado mucho los problemas de mastitis y problemas podales, además los machos tienen un costado carnicero que nos permite vender los machos en valores similares a los machos cruza de razas definidas de carne”.
La cabaña tiene un promedio general de 30 litros en promedio, con punta de 33 y cola de 26 litros. El ejemplar que llegó a Rafaela es una vaca testigo que supera los 50 litros diarios. “Siempre se discute cuál es el potencial lechero de la raza Montbeliarde, por eso quisimos mostrar a través del Concurso de Vacas Lecheras al productor cuál es el potencial de producción que se puede obtener con la raza”.
Participar y sentar un precedente histórico, mostrar litros y excelente calidad de sólidos es lo que también deja esta edición del Concurso Lechero de Rafaela que espera el año próximo tener más tiempo de preparación, más animales y más cabañas para renovar una costumbre y seguir enalteciendo la tradición lechera de la principal cuenca lechera de Sudamérica.
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