La medida de fuerza duró poco más de 12 horas y tuvo acatamiento dispar en las diferentes industrias lácteas y en los distintos sectores laborales. Ahora se abre una instancia de negociación con las empresas, sin embargo el malestar por las intenciones sobre SanCor que tiene el Gobierno van a seguir.
Por Elida Thiery (Agrofy News) - La Dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo tomó conocimiento a través de las presentaciones del sector empresario, en la mañana de este viernes, de la medida de fuerza de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, a partir del anunicio de medidas de acción directa, consistentes en la paralización de todas las actividades en las empresas de la industria láctea, afectando ello, a las empresas asociadas al Centro de la Industria Lechera y a las empresas representadas por la Asociacion de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas, impidiendo la normal operatoria de las mismas y en consecuencia el regular abastecimiento de los productos al mercado de consumo del público en general.
En una resolución firmada por la responsable del área mencionada del Ministerio de Trabajo, Gabriela Marcello, se indica que “resulta necesario disponer las medidas pertinentes para promover una solución pacífica y legal al conflicto planteado”.
“En el marco de la Ley N° 14.786, a partir de las 12:30 horas del día 15 de Octubre de 2021, el conflicto identificado en los considerandos de la presente, suscitado entre los trabajadores representados Atilra, que prestan servicios en las empresas asociadas al CIL y en empresas representadas por APYMEL, impidiendo la normal operatoria de las mismas y en consecuencia el regular abastecimiento de los productos al mercado de consumo del público en general”.
Se indica entonces que se inicia “un período de conciliación obligatoria por el plazo de 15 días de
acuerdo a lo establecido en el Artículo 11° de la normativa preindicada”. Por lo tanto, los trabajadores debieron volver a las actividades y las empresas no deben “tomar represalias” contra los trabajadores, llamando a negociar las diferencias y dirimir los conflictos que derivaron en el paro, e incluso
instándolos a una reunión con fecha a definir.
Medida de fuerza
Tal como lo contábamos con el inicio
del paro, la medida de fuerza lanzada ayer por Atilra tiene su motivo
básicamente en un enfrentamiento que se genera con el Gobierno
Nacional, por la intención de interferir en SanCor, sin que la
Cooperativa esté al tanto de forma directa de las intenciones.
El gremio a través de un comunicado
dejó traslucir que el Ejecutivo le manifestó la voluntad de ofrecer
fondos para que la láctea con base en Sunchales pueda cubrir sus
necesidades en cuanto búsqueda de capital de trabajo para terminar
duplicando el proceso de materia prima actual que está en unos 650
mil litros, sin embargo, la condición es la administración por
parte de un grupo de empresarios no vinculados al sector, pero sí
cercanos al Gobierno y muy renombrados en los últimos meses, para
que con este fideicomiso terminen apoderándose de la Cooperativa.
El conflicto de base no fue sólo esta
intención escandalosa, sino que supone un recorte en la planta
laboral que abarcaría a más de la mitad de los 1.500 trabajadores
directos que SanCor tiene en la actualidad. Este recorte de
afiliados, esta pérdida de poder económico que supone esta actitud
es lo que desencadenó un reclamo que se venía gestando desde el mes
de abril.
Además, el gremio aprovechó la
oportunidad para sumar presión a lo que se significa en estas
semanas al actualización de la paritaria 2020, volviendo sobre los
aportes vinculados a la salud y la obra social propia como condición
para poder cerrar de manera cordial esta variable.
En las empresas el acatamiento que tuvo
el paro durante algo más de 12 horas, hasta que se logró reactivar
la toma de turnos y responsabilidades tuvo diferente acatamiento,
incluso dependiendo de cada área dentro de las empresas.
Las áreas administrativas continuaron
con su trabajo de forma casi normalizada por acción del home office,
mientras que en algunos segmentos la reposición y reparto de
productos siguió con normalidad.
Sin embargo, hubo paralizaciones muy
visibles en las empresas más grandes, con el impedimento de ingreso
de operarios en sectores clave como los que dependen de la
continuidad de las cadenas de frío, poniéndose en riesgo los
procesos productivos en muchos casos, aunque el gremio destacaba en
su llamado al paro que las guardias quedaban bajo la responsabilidad
de las empresas.
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